De estar Solo con tu pareja hasta los tiempos de Gravedad

Durante la década de los noventas en este país, fuimos testigos del resurgimiento del séptimo arte bajo el nombre del “nuevo cine mexicano”, que ha decir de algunos críticos de cine experimentados se trataba del “nuevo, nuevo cine mexicano” .Debido a que tomaban como punto de resurgimiento algunos film que habían sido realizados en la segunda mitad de la década de los ochentas, tales proyectos reivindicaban el mal sabor de boca que había dejado el famoso cine de ficheras, narcotraficantes y traileros cuyos iconos representaron por largo tiempo al cine nacional.

Dentro de los directores que comenzaron a darle otra dimensión al contenido de las películas se encontraban; Jaime Humberto Hermosillo, Arturo Ripstein, María Novaro, José Luis García Agraz, Felipe Cazals, Paul Leduc, Jorge Fons, Luis Mandoki, entre muchos otros A estos directores hoy se les recuerda como la vieja vanguardia; Ellos rompieron con el tipo de cine al que nadie le apostaba y generaron propuestas que reivindicaban nuestro vergonzosa producción cinematográfica. Sin embargo, no paso mucho tiempo para que llegara una nueva serie de directores, sangre joven con propuestas aun más arriesgadas y lo más importante apartidistas.

Fernando Sariñana, Fernando Arau, Gabriel Retes, Luis Estrada, Carlos Carrera, Rafael Serrano, Alejandro González Inarritu, Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón por mencionar solo algunos, le dieron al cine mexicano otro valor y presencia. De esta pequeña lista indudablemente dos nombres han destacado, logrando trascender las barreras de los Vampiros argentinos y de los Charolastras infatigables; efectivamente nos referimos a Guillermo Del Toro y a Alfonso Cuarón respectivamente, cineastas que desde hace algún tiempo se encuentran trabajando en la llamada Meca del Cine, con propuestas que van más allá de lo conceptual, para convertirse en éxitos taquilleros.

El público joven reconoce esos éxitos, desafortunadamente son pocos quienes se permiten saber cuanto hicieron y cuento dieron a favor del cine mexicano de la década de los noventas, Un cine que no murió gracias a la intervención de quienes antepusieron el corazón al presupuesto, desafortunadamente este romance no duro demasiado e iniciando el siglo XXI, ese mismo cine que los recibió con los brazos abiertos, permitiéndoles crear a voluntad, comenzó a cerrarles las puertas en todos los ámbitos. Esto explica porque algunos directores decidieron rendirse, algunos más se vendieron al sistema y otros más comenzaron el éxodo a tierras más prometedoras.

Hoy por hoy, de entre tantos nombres, hay uno en particular que no deja de mencionarse en todos los medios, quienes no dejan de alabar la película que lo coloca como un candidato fuerte para llevarse ese premio (más manipulado que un partido de futbol) pero en el cual todos creemos como referente de excelencia fílmica. Solo con tú Pareja, Rudo y cursi, Y tu mamá también, Crónicas, Grandes Esperanzas, Paris je t´aime, Harry Potter y el prisionero de Azkaban, La princesita, Los Niños del Hombre y su último filme Gravedad. Alfonso Cuarón es el Director mexicano con más nominaciones al Oscar, diez para ser exactos.

Nuestra historia no registra ningún precedente, es decir; ningún director nominado en tantas categorías; hace algún tiempo Alejandro González Inarritu logro seis por Babel, podemos recordar a actores nominados como: Dolores del Rio, Kathy Jurado, Adriana Barraza y el año pasado Damián Bichir, pero aún no tenemos directores ganadores, por lo que el próximo dos de marzo, el Oscar se convertirá en una premiación importante para el publico mexicano, quienes tenemos la obligación de saber de dónde viene Alfonso Cuarón, quienes fueron sus maestros y quienes sus fuentes de inspiración y nos debe llenar de orgullo después de esta pequeña revisión que todo esta hecho en México y que irónicamente el mal cine dio origen al cine que hoy nos representa ante el mundo.

Felicidades a este director quien dirige y escribe un guion poco inusual, sin precedentes y con una simplicidad que llega a convertirse en un triunfo metafórico. La invitación queda pues en la mesa para que el publico mexicano en general, pero sobretodo los más jóvenes comiencen a buscar el cine que este director nos ha dado y tal vez con ello comencemos a dar especio en nuestra colecciona a películas que construyeron nuestra cinematografía. Películas que retratan la forma de ser, actuar y pensar de un pueblo cuya historia tiene mucho que otorgar. Esperemos que en esta ocasión la Academia se permita marcar la diferencia y premie a quien merece ser premiado.

Escritor: María Luisa Castillo OLascoaga

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