Al terminar la segunda Guerra Mundial, Europa había quedado destruida, por lo que comenzó a recibir la ayuda de Estados Unidos por medio del llamado Plan Marshall, mediante el cual se otorgaron créditos, préstamos y otros apoyos económicos y tecnológicos para su reconstrucción. Cuna de la Revolución industrial , Europa contaba con una importante infraestructura industrial, la cual quedó prácticamente destruida al finalizar la guerra. Es innegable que la ayuda del Plan Marshall influyó notoriamente en la recuperación de Europa occidental.
Los primeros intentos de asociación para la cooperación económica se realizaron entre tres pequeños países: Bélgica, Holanda –también conocida como Países Bajos o Nederland- y el principado de Luxemburgo (BENELUX), así como otros tres países cuyas economías quedaron severamente afectadas tras la guerra: Alemania Federal, Francia e Italia. Los seis países fundaron en 1951 la CECA (Comunidad Europea del Carbón y el Acero), que fue el antecedente de la Comunidad Económica Europea.
En un principio la intención de estos países era la unificación de tarifas para el carbón y el acero, minerales básicos para la industria siderúrgica, es decir la producción de acero, base de numerosas industrias como la metalmecánica, automotriz, petroquímica, construcción naval e industria de la construcción, que son características de naciones desarrolladas. Quedaba también el deseo de constituir una Europa unida en lo político y en lo social, en la cual hubiera libertad de circulación no solo de mercancías, sino también de personas y servicios, una Europa en la cual se suprimieran las barreras fronterizas y aduaneras, para llegar a constituir una sola identidad y una sola nacionalidad europea.
La segunda acción para la creación de una Europa comunitaria fue la CEE (Comunidad Económica Europea) en 1957, año en que se firma el “Tratado de Roma”, cuya finalidad era trabajar de manera coordinada en la creación de una Europa en paz y unida, para lograr un mercado único europeo, el acercamiento de las economías de países que fueron acérrimos enemigos y el mejoramiento del nivel de vida de sus habitantes. Sin embargo no fue fácil lograr acuerdos, especialmente en aspectos tan importantes como la producción agropecuaria, en la cual Francia y Alemania se empeñaban en defender los intereses de sus propios productores y no cedían terreno para lograr acuerdos que beneficiaran a los seis países miembros.
Recordemos que Europa es un continente que alberga a numerosas minorías nacionales y es también un continente en el cual se han manifestado arraigados nacionalismos, este último factor ha influido en la toma de decisiones comunitarias para beneficio de los miembros. En la unión monetaria y el acercamiento de los sistemas políticos , las tradiciones y las costumbres han sido obstáculos que al final se han superado para llegar a acuerdos.
En 1973 La CEE se amplía a nueve miembros con el ingreso de Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca por el Tratado de Bruselas. Uno de los objetivos reales de la Europa comunitaria era el formar un bloque sólido, económicamente poderoso y unido en lo político para reducir o contrarrestar la bipolaridad protagonizada por los Estados Unidos de América, encabezando el bloque de países capitalistas y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas por el otro, defendiendo los intereses expansionistas del socialismo en Europa oriental y en el resto del mundo.
Por eso la Unión Americana no podía dejar a Europa sumida en una crisis económica y a merced del creciente socialismo. A fines de la década de los ochenta, concretamente en 1989, con la caída del muro de Berlín termina también la Guerra Fría y se van dando los procesos de independencia entre las antiguas naciones socialistas de Europa oriental, de manera pacífica, salvo el caso de Yugoeslavia, donde se lleva a cabo una intensa y terrible guerra que revive odios del pasado y culmina en la fragmentación de este país y en el resurgimiento de las distintas minorías nacionales que recuperan su territorio y deciden tener un gobierno propio.
En el año 1992, se firma en la ciudad de Maastricht un tratado mediante el cual la CEE desaparece cambiando de nombre y en su lugar se crea la Unión Europea (UE), cuyos puntos clave son tres: Las comunidades europeas, la política exterior y de seguridad común y la cooperación entre los países miembros en materia de justicia. La UE ha logrado ampliamente la creación de un mercado común, la libre circulación de bienes, personas y servicios, una ciudadanía única, adicional a la que cada país otorga a sus ciudadanos, la existencia de una moneda única, adoptada en la mayor parte de los países miembros, por otra parte, se han incluido también, aspectos de gran relevancia como la protección al medio ambiente y el uso pacífico de la energía nuclear.
Actualmente la UE está formada por 27 países, 10 de los cuales son países ex socialistas que al declarar su independencia, se incorporaron a la economía de mercado e ingresaron a la UE entre 2003 y 2005. Forman la UE: Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Alemania, Francia e Italia (1957), Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca (1973),Grecia (1981)España, Portugal (1986); Austria, Finlandia, Suecia (1994); Chipre, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, República Checa, Eslovaquia y Eslovenia (2003); Bulgaria y Rumania (2005).
Se ha logrado el sueño de aquellos ilustres personajes que deseaban una Europa fuerte y poderosa, Sir Winston Churchill, Jean Monnet, Robert Schumann, Konrad Adenauer quienes deseaban formar los “Estados Unidos de Europa”, ahora queda la consolidación del Parlamento Europeo y las medidas de aumento de la eficiencia en el funcionamiento de todas las instituciones de la Unión Europea.
Escritor: Arturo Figueroa Campos