No es un terreno inexplorado que mantener una alimentación balanceada garantiza gozar de buena salud y alarga, en gran medida, el ciclo de vida. Alimentarte sano y mejorar tu salud no es algo que puedas dar por sentado, sin embargo, las responsabilidades cotidianas que se van adquiriendo durante el crecimiento limitan el tiempo que nos dedicamos y el descuido se hace presente.
- Elabora un menú diario
Elabora un menú que puedas adaptar a tu horario cotidiano, recurriendo a comidas ricas en vitaminas, proteínas y bajas en calorías, siempre dependiendo de la hora que te toque. No se trata únicamente de recordar consumir las 3 porciones diarias en sus horas correspondientes, también importa la cantidad de proteínas, carbohidratos y grasas.
Desayuno: no podemos olvidar que esta es el alimento más importante del día, pues posee todos los nutrientes necesarios que aportarán energía a nuestro cuerpo durante la mañana. Algunos nutricionistas recomiendan ingerir carbohidratos o tostadas, también algún lácteo y frutas.
Almuerzo: una hora adecuada para esta comida, siempre que se mantenga fija, girará en torno a la 13:00 o 14:00 horas de la tarde. Acá, alimentos colmados de proteínas como carnes, pescado y huevo, así como también abundantes vegetales, nos brindarán los nutrientes necesarios.
Cena: nuestro cuerpo no quema calorías mientras descansamos, por ello consumir comidas ligeras es lo esencial. Ensaladas, más que todo especialmente entre las 19:00 y 21:00 de la noche.
- Investiga las propiedades de los alimentos
Conoce las propiedades que contiene cada alimento o producto que consumas. Es ventajoso informarse sobre los nutrientes que aportan ciertas comidas al organismo, pues de esta manera aprenderás a identificar lo que es beneficioso o no para el óptimo crecimiento de nuestro cuerpo en salud y bienestar. Muchos procuramos no leer las indicaciones de los empaques: un error común. Debemos y tenemos que hacerlo, se recomienda estar al tanto de este tipo de informaciones y aplicar a tu vida diaria una dieta saludable.
- Toma 8 vasos de agua al día
Nuestro cuerpo necesita agua para poder funcionar con energía, pero no siempre consumimos la necesaria para explotar las ventajas que posee. Nuestra piel se limpia, bajamos de peso y acabamos con la ansiedad. Beber agua nos estabiliza en un día agitado, siempre y cuando distribuyamos su consumo durante la jornada, pues todo en exceso es negativo.
- Añade vegetales a tu dieta
Si bien es cierto que los vegetales no son muy buscados por algunos para el consumo diario, ya sea por el sinsabor de algunos o la textura de otros, son esenciales para nuestro organismo. Poseen antioxidantes que nos alejan de contraer enfermedades y además ¡son bajos en grasas! Comerlos, ya sea crudos o cocidos, brindará a nuestro cuerpo nutrientes positivos.
Es recomendable investigar cuáles vegetales poseen las mejores propiedades. Se debe recordar limpiarlos bien, pues la mayoría son extraídos de la tierra y contienen residuos de tierra o microbios dañinos. Acompañar su consumo con frutas que aligeren el aroma y su degustación, podría enriquecer la comida del día donde decidas tomarlos.