EDUCACIÓN-TECNOLOGÍA

Nuestra educación debe ser la base de la niñez, eso es lo que desde los principios de la carrera como docentes inculcan con fervor; sin embargo la formación se basa en la calidad de la educación, por tanto nuestro desarrollo humano, cultural y tecnológico debe ser sembrado desde la niñez. Partiendo de ese punto, las tecnologías se convierten en la llave que abre la puerta al conocimiento, que como docentes, administrativos y directivos debemos proveer a los estudiantes, llevándolo de la mano con su núcleo familiar y quienes los rodean.

Los colegios adquieren plataformas, equipos tecnológicos y software para mejorar sus instalaciones y el nivel académico de la misma, pero olvidan que, si el personal no está capacitado adecuadamente nada de esto servirá, por lo tanto los docentes, administrativos y directivos, deben estar en constante actualización, por medio de seminarios, cursos y capacitaciones. Esta tarea no debe depender únicamente del personal, puesto que los centros educativos deben propiciar espacios en los cuales se compartan experiencias, como medio de retroalimentación; a su vez brindar las oportunidades financieras para dichas actualizaciones ya que la mayoría no las hacen por dinero y/o tiempo. Si una institución da esta oportunidad, el proceso de enseñanza-aprendizaje será más óptimo y junto con él, el nivel académico mejorará notoriamente.

¿Por qué énfasis en capacitar los docentes, administrativos y directivos? Se debe ser consciente que las nuevas generaciones ya manejan de manera natural e innata las tecnologías y por esto, los estudiantes nos llevan la delantera en cuanto a este tipo de herramientas. A partir de esto, quien no está a la vanguardia no puede optar como profesión orientar a niños y jóvenes porque no propiciarían los espacios adecuados para que el proceso de aprendizaje sea el más óptimo.

Si tenemos en cuenta que las instituciones tienen los medios tecnológicos y el personal está capacitado pero los estudiantes no tienen la disposición, no hay posibilidad de lograr los mejores resultados en el aprendizaje. Para cambiar esto, lo primordial es concientizar desde la niñez a los estudiantes, llevar un proceso en el cual el niño vea el aprendizaje no como una obligación sino como una necesidad primordial en su vida, sin el cual no podría alcanzar un proyecto de vida ya sea a corto o largo plazo. Este es el punto donde la educación bien fundamentada desde los primeros años, en la adolescencia y adultez arrojaran resultados a favor tanto a nivel académico como social; cabe aclarar q esto se ve directamente influenciado por la problemática familiar y social que rodea al estudiante. A nivel familiar, su hogar es parte primordial en su proceso de formación, si los padres de familia no se vinculan en este y dejan la institución como único ente a cargo, no se cumple a cabalidad, es decir, sin una de las dos partes el niño no culmina su aprendizaje de manera satisfactoria; a nivel social y recursos, el no tener acceso a un colegio o vivir en un medio donde la educación se convierte en un factor irrelevante, genera que el niño no tenga un proceso de formación familia-institución mancomunado y por ello se vuelven personas que a futuro no aportarán con todo su potencial a una comunidad.

A partir de esto, si los colegios consideran que tener tecnología y personal capacitado es garantía para subir los niveles académicos y mejorar la educación se equivocan porque, si la familia no se enlaza en dicho proceso faltaría un soporte primordial para la formación del niño; ahora, si se analiza desde la otra perspectiva, la familia proporciona los espacios a los niños para su educación, siendo parte de estos, pero el colegio no ofrece los medios adecuados esto también generará falencias dentro de la formación del estudiante como persona íntegra dentro de una sociedad cambiante, causando la deserción académica la cual es otra problemática que las instituciones han enfrentado actualmente.

En general, tecnología-institución-familia van de la mano en la formación del niño, cada uno cumpliendo un papel primordial y relevante, para educar así seres humanos que sean de bien y favorezcan el crecimiento y progreso de la sociedad donde se encuentran inmersos.

Escritor: Esperanza Beltrán Corzo