Efectos de las emisiones de los automotores en los ciclistas urbanos

Actualmente existen en la capital 1.572.711 vehículos de transporte particular, público y oficial que se movilizan por los 14.500 km de vías pavimentadas que conectan la ciudad. Se calcula  que existen al menos 130 vehículos por cada mil habitantes, que se concentran en horas picos en las principales arterias viales como la Av Boyaca, Av Ciudad de Cali, Calle 26 y Carrera Séptima.La saturación vial, trae consigo una disminución en la velocidad de desplazamiento promedio de los automotores, que para 2012 se ubica en 27.6 km/h en vías principales, este hecho aumenta  los tiempos del desplazamiento en auto haciendo menos eficiente el transporte particular.

El enorme parque automotor en Bogotá, genera además niveles críticos de contaminación ambiental y acústica, demanda una gran ocupación del espacio público y emite alrededor de cinco millones de toneladas de dióxido de carbono  al año en la atmósfera (Behrentz, 2014), aspecto que está directamente  relacionado con el incremento de las enfermedades respiratorias agudas (ERA) en niños menores de 5 años y ancianos. (Caracol, 2014). Como parte de las nuevas estrategias de las ciudades sostenibles, la ciudad de Bogotá intenta desestimular el uso de automotores a través de sistemas   transporte alternativo, como el SITP, Vehículos eléctricos, y la bicicleta.

En la actualidad al menos 500 mil personas utilizan la bicicleta en Bogotá como medio de transporte en trayectos menores a 20 kilómetros, existe a su vez 374 km de ciclorutas  entrelazadas que comunican gran parte del centro, norte y occidente de la ciudad. En este sentido la alcaldía de Bogotá   cuenta con programas de movilidad en bicicleta como “Bogotá en Bici”, “Al colegio en Bici”,  en el marco de pedalea por BOGOTA, que facilita el prestamo de bicicleta a los ciudadanos para favorecer su movilidad en trayectos cortos.

La bicicleta es un medio de transporte masivo eficaz; en la ciudad de Bogotá una bicicleta puede alcanzar una velocidad promedio de 18 km/h, en horas pico mientras un auto se desplaza a 12km/h y el transporte público a 16 km/h, en este sentido la bicicleta es un vehículo liviano y portable que ocupa menor espacio que cualquier vehículo, y no produce emisiones contaminantes. Recorrer 10 km en bicicleta diariamente durante un año  no solo disminuye la producción de CO2 en  570 kg, además reduce los costos de transporte hasta en un 70%.

El usuario de la bicicleta generalmente presenta muy buenas condiciones físicas, de pulso cardiaco, frecuencia respiratoria y tono muscular, que se mejoran y se conservan con esta actividad. Sin embargo, el ciclismo urbano representa altos riesgos de seguridad y salud para los ciclistas, debido a los contaminantes atmosféricos provenientes en su mayoría de las fuentes móviles, y de manera crítica del transporte urbano y tráfico pesado. Durante los últimos años, se ha demostrado que la polución proveniente de vehículos  puede ser más toxica o nociva para la salud pública que la mezcla de contaminantes del aire en general, de otro lado algunos estudios han demostrado la asociación entre los efectos en la salud y la proximidad con vías de transporte principales. Adicionalmente la expansión urbana y el crecimiento de los automotores podrían aumentar en teoría el promedio de emisión de contaminantes de los escapes de los vehículos.

En Bogotá la polución del aire se manifiesta de manera intensa en la zona industrial y centro de la ciudad en las horas pico de desplazamiento (Portafolio, 2014). El impacto que genera la polución del aire en las vías respiratorias ha sido ampliamente documentado de forma general, los siguientes contaminantes  son considerados críticos para los ciclistas: Óxidos del carbono (COx,): El CO está asociado a la formación de carboxi-hemoglobina (COHb), una condición en la que la hemoglobina es más afín con el CO que con el oxígeno. Al estar presentarse el CO en la sangre, la hemoglobina no puede transportar oxígeno para las condiciones vitales y por lo tanto creará un déficit de éste en la sangre.

Óxidos de azufre (SOx,): afecta a las partes superiores de las vías respiratorias y está asociado con la disminución en el funcionamiento pulmonar. Óxidos de nitrógeno (NOx,): en exposiciones de 1 hora a 24 horas aumenta produce inflamación de las vías respiratorias y el aumento de los síntomas de asma. Puede aumentar problemas cardiovasculares, bronquitis, asma y muerte prematura para la población más vulnerable.

Ozono (O3): la inhalación de ozono genera inflamación del todo el sistema respiratorio superior, en niveles altos afecta las unidades terminales de los bronquios. Existe evidencia que la presencia de ozono genera mutaciones en las células respiratorias resultando en generar con más probabilidad cáncer Material Particulado (PMx): El material particulado o particulate matter PM son partículas sólidas o líquidas menores a 10 µm,  presentes en el aire que tienen la capacidad de asociarse a sustancias cancerígenas y penetrar hasta los alveolos pulmonares donde se acumulan aumentando el riesgo de enfermedades.

Los ciclistas se ven directamente afectados por la contaminación del aire debido a que su tasa de respiración es  dos veces mayor a la de los peatones y conductores,  factores como la exposición al contaminante, la composición del tráfico, la distancia del trayecto, las condiciones de dispersión, los microambientes, condiciones genéticas, pueden atenuar o incrementar los efectos de los contaminantes atmosféricos.

La contaminación ambiental puede tener impactos aún mayores en los ciclistas urbanos si no existen acciones en diferentes frentes para prevenir y mitigar los impactos; es necesario rediseñar la construcción de las nuevas ciclorutas y el proyecto de bicicarriles en Bogotá lejos de fuentes las fuentes móviles de contaminación,  garantizando mediante barreras densas como los arboles la distancia mínima entre las emisiones y los usuarios, así mismo deben revisarse  incluirse las emisiones de MP y UFP como nuevos contaminantes parámetros que deben implementarse como requisito para la aprobación de la norma tecno- mecánica para vehículos.

Autor: Andrés Eduardo Montealegre Moreno