EL APRENDIZAJE INFANTIL

A todo padre, primerizo o no, durante la infancia de sus hijos, le surgen inquietudes sobre los aprendizajes que se están desarrollando en el pequeño, los que no, las dificultades que presenta, las diferencias significativas y poco significativas respecto a otros niños y niñas de la misma edad o menores…

La existencia de la preocupación de los padres por sus hijos es lo más habitual, pero la preocupación excesiva por temas que carecen de demasiada importancia, puede ser perjudicial tanto para los padres como para los niños y niñas.

Los principales puntos de preocupación son el aprendizaje de la lecto-escritura. Se espera que niños de 3, 4 o 5 años, aprendan a leer y a escribir, como mínimo, su nombre y sus apellidos. También que sepan contar hasta 10, conozcan los números en inglés, e innumerables conceptos, que a padres y madres les hace pensar que sus hijos son muy inteligentes, y que van a tener un futuro brillante por empezar desde tan pequeños a destacar con los conocimientos que están adquiriendo.

Algunos docentes de las etapas educativas infantiles, se dejan llevar por los libros de texto que son impuestos en la mayoría de los centros escolares, elaborados por las editoriales más conocidas, que incluyen los conceptos que se estipulan en el currículum de educación infantil que deben ser aprendidos a dichas edades. Todo esto lo podemos encontrar recogido en fichas y láminas de ejercicios, alguna canción y algún juego grupal con las reglas estrictamente impuestas.

Gracias a estos métodos, la mayor parte del tiempo que los alumnos pasan en el colegio, es estando sentados en una silla con su respectiva mesa, los tres colores asignados, haciendo lo que indica el enunciado de la ficha sin equivocarse ni salirse de las reglas, y haciéndolo todo perfecto si no quiere que al final del día sus padres encuentren una nota del docente informando sobre el mal trabajo realizado por él durante el día.

Aunque docentes y padres no sean conscientes, en muchas ocasiones, de la presión a la que están sometiendo a los niños y niñas, están impidiendo que disfruten de su infancia, de la etapa de aprendizaje en la que deben disfrutar cada momento de su vida y aprender de ella.

Los hijos no vienen con manual de instrucciones, es imposible saber a la perfección cuáles son sus necesidades para poder satisfacerlas, pero lo que si podemos hacer, es poner a su alcance unas estrategias y posibilidades, para que ellos mismos, y con ayuda de padres y docentes, puedan alcanzar un alto grado de aprendizaje, el cual implica su satisfacción personal y la de sus progenitores. Si se presiona para que avancen más rápidamente, sepuede llegar a crear frustración, y el desarrollo se verá dificultado, porque está directamente relacionado con la autoestima.

Otro aspecto fundamental para conseguir un aprendizaje significativo es a través de las actividades lúdicas. En muchos casos, tenemos preconcebido que la memorización, estar delante de fichas o libros estudiando es el mejor modo para que los niños y niñas aprendan, y en algunos pocos casos puede resultar efectivo, pero se ha comprobado que a través del ocio, actividades lúdicas, jugando…, los niños y niñas aprenden mucho más y con mayor calidad. Esto implica, que tanto en clase como en el tiempo con las familias, hay que dedicar periodos a jugar como puede ser, en edades tempranas, utilizando canciones, juegos de colores o números, etc… y a mayores edades, también se pueden crear diversidad de actividades que impliquen movimiento, conceptos, aprendizaje de actitudes y hábitos… Simplemente es necesario dedicar un poco más de tiempo a nuestros hijos y alumnos, para adaptarnos a ellos y sus necesidades individuales, para conseguir crear situaciones de aprendizaje que no sean estáticas como es sentarse en una silla y mirar una pizarra o libro.

También hemos de facilitarles todo tipo de recursos, que ellos mismos sean los que descubran lo que les rodea. Pueden descubrir la naturaleza, los objetos cotidianos, los libros… Si no existe presión para acercarlos a ciertos elementos, cuando los tengan cerca, podrán disfrutar de ellos porque no será una obligación, y podrán encontrar la parte divertida que cada cosa les puede aportar.

No debemos pensar que las necesidades de los niños, para su diversión y aprendizaje, radican exclusivamente en las nuevas tecnologías. Esto no quiere decir que no debamos ponerlas a su disposición, pero no debe ser en torno a lo que gire su día a día. Disfrutar de ordenadores, consolas, televisión… ayudará a que se desarrollen como personas en la sociedad en la que vivimos y también que aprendan a partir de ellos, pero aunque actualmente estos medios son considerados indispensables, tenemos que ser consecuentes en que con ellos no van a poder obtener todo lo imprescindible para poder llevar una vida adecuada y completa.

Como padres y docentes, tenemos muchos aspectos que tener en cuenta y controlar, lo cual no significa imponer, para que los aprendizajes de los niños y niñas, se adapten a cada uno de ellos, sea satisfactorio, y consecuentemente, consigan ser felices.

Finalmente, y no por ser menos importante, hemos de tener en cuenta que lo primordial para el desarrollo infantil de hijos y alumnos, es que la figura del adulto esté presente, funcione como un buen ejemplo, y además aporte cariño y amor, cualidades sin las que cualquier aprendizaje perdería todo su valor.

Escritor: patricia Diaz Zurita