El Ciclismo Urbano y sus Beneficios en la Salud

El ciclismo urbano se ha vuelto una alternativa de transporte ante vialidades congestionadas que limitan la movilidad en particular con automóviles. Sin embargo, más allá de una alternativa de transporte, el ciclismo urbano representa una alternativa contra el sedentarismo para quienes la actividad física no forma parte de su rutina diaria por la naturaleza de su trabajo o alguna otra circunstancia.
Para mantenerse saludable, es indispensable estar físicamente activo, pues de ésta forma nos protegemos de enfermedades graves derivadas de la obesidad, como afecciones del corazón, cáncer, enfermedades mentales, diabetes y artritis.
La ventaja del ciclismo es que se trata de un ejercicio de bajo impacto que pueden realizar personas de todas las edades, además de ser un medio de transporte amigable con el ambiente. Afortunadamente, cada día crece el número de personas que utiliza ésta forma alternativa de transporte mejorando su propia salud y la del entorno.
Ejercitándose (o transportándose) un promedio de 2 a 4 horas por semana, se puede lograr una mejora general en la salud. Entre los beneficios más importantes tenemos: entrenamiento muscular, incrementa la fuerza, resistencia y capacidad aeróbica, aumenta la capacidad cardiovascular, incrementa la flexibilidad, mejora la movilidad articular, disminuye los niveles de estrés, mejora la postura y la coordinación, refuerza los huesos, disminuye los niveles de grasa corporal, reduce la ansiedad y la depresión.

Todo lo anterior se ve reflejado en una mejor salud y reducción en el riesgo de padecer una serie de enfermedades, entre las más importantes tenemos: enfermedades cardiovasculares, que incluyen derrame cerebral, presión arterial alta y el ataque al corazón; se asocia a la reducción del riesgo de padecer cáncer, especialmente de colon y de mama; con el solo hecho de incrementar la actividad física, se reduce el riesgo de padecer diabetes tipo 2; ayuda específicamente a la prevención de la osteoporosis y fortalecimiento de los huesos; y finalmente, reduce condiciones de salud mental, como la depresión, el estrés y la ansiedad.

Y si estos beneficios no son suficientes para practicar ciclismo, hay otras varias razones para empezar a practicarlo: siendo un deporte de bajo impacto, causa menos tensión y lesiones que la mayoría de otras formas de ejercicio; es fácil de realizar, pues no requiere de altos niveles de habilidad física; la mayoría de la gente sabe cómo usar una bicicleta, y una vez que se aprende, ya no se olvida; cada quien pone la intensidad con que se sienta cómodo, pues se puede desplazar con muy baja intensidad, para empezar, con incrementos según la propia capacidad lo permitan; es un medio de transporte de bajo costo; cada vez hay más instalaciones adecuadas para desplazarse en bicicleta. Además, cada día son más las ciudades en el mundo que crean programas para la utilización de bicicletas como medio de transporte mediante membresías diarias, semanales, mensuales y anuales a precios muy accesibles que eliminan el riesgo de robo y resuelven los espacios de estacionamiento para bicicletas.
Siendo tantos los beneficios y las facilidades para usar el ciclismo como medio de transporte, más bien lo difícil será encontrar una razón para no hacerlo.