¡Salud! …por su Salud

¿A quién de nosotros no nos gusta disfrutar de un delicioso vino, una cerveza bien fría, un whiskey o un tequila? Lo cierto es que el alcohol en exceso produce graves trastornos a la salud e incluso adicción, pero consumido con mesura puede tener importantes beneficios.

Antes de hablar de los beneficios, debemos establecer qué es consumir alcohol con mesura. Si bien esto es relativo, pues sus efectos varían de persona en persona dependiendo de su edad, estado de salud y factores genéticos, de manera genérica podríamos establecer que para las mujeres, una copa en el día es un consumo moderado, mientras que en los varones, hasta dos copas.

Habiendo establecido esto, uno de los beneficios más importantes es la reducción del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Lo anterior se debe al aumento en los niveles de lipoproteína de alta densidad (HDL); niveles más altos de HDL se asocian con una mayor protección contra las enfermedades del corazón. Además, el consumo moderado de alcohol se asocia a una mejor sensibilidad a la insulina entre otros factores que influyen en la coagulación de la sangre, con lo que se evita la formación de pequeños coágulos de sangre que tienden a bloquear las arterias en el corazón y el cerebro, que es una de las principales causas de ataques al corazón.

En Holanda una estadística demostró que los adultos que beben entre uno y dos vasos de alcohol al día tienen menor probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2 en comparación con los adultos que no beben nada en absoluto, nuevamente un beneficio de la mejora en la sensibilidad a la insulina.

El beber vino específicamente también reduce sus posibilidades de contraer gripe. Aunque se sigue investigando al respecto, al momento las teorías indican que las propiedades antioxidantes del vino ayudan a reforzar las defensas para prevenir enfermedades en donde la más habitual es el resfriado común.

En Inglaterra se realizó un estudio que determinó que beber 2 copas al día durante las comidas puede reducir el riesgo de padecer cálculos biliares en un 30%; además, éste tipo de consumo estadísticamente reduce el riesgo de muerte en un 18%, según se observa en los habitantes de la zona mediterránea, quienes tienen por costumbre beber vino durante la cena o el almuerzo, mientras que el resto del día no lo beben en absoluto.

Además, pequeñas cantidades de alcohol pueden hacer que las células cerebrales se encuentren en mejor forma con lo que se reducen las tensiones que son causa de demencia y otros trastornos cognitivos como la enfermedad de Alzheimer.

Finalmente y contrario a la creencia común, investigaciones recientes han encontrado que beber con moderación reduce del 25 al 30 por ciento las posibilidades de padecer disfunción eréctil. Sin embargo, aún se requiere mayor investigación en éste renglón para identificar con mayor precisión el beneficio en éste sentido.

En conclusión, literalmente “¡Salud!” es lo que tendremos bebiendo moderadamente y con alimentos, con un corazón y mente sanos que nos auguran una larga y saludable vida.

Autor: Vasti Herrera