EL ENFOQUE EDUCATIVO POR COMPETENCIAS Y LA EDUCACIÓN EN EL HOGAR

La idea del presente artículo es vincular el nuevo enfoque educativo que se viene implementando en el Perú, por cierto nuevo para algunos ya que en otros países ya se viene aplicando hace varios años, con la forma en que las familias peruanas educamos en casa. Empezaré definiendo qué es una competencia en el ámbito del aprendizaje y la educación, es así que la competencia es la capacidad para poner en acción nuestras habilidades, conocimientos, pensamientos, carácter y valores de manera integral ya sea en el ámbito personal, social, profesional y laboral; en resumen las competencias son los conocimientos, habilidades, y destrezas que desarrolla una persona para comprender, transformar y desenvolverse en el mundo que los rodea.

Ahora bien, encuadremos el enfoque educativo por competencias que se basa en el desarrollo de saberes, SABER CONOCER y PENSAR tiene que ver con la adquisición y el desarrollo de conocimientos, comprende contenidos conceptuales como ideas, teorías, definiciones, relaciones y representaciones; SABER HACER se refiere a los contenidos procedimentales, es decir a las habilidades, destrezas, capacidades y estrategias; SABER ESTAR o CONVIVIR supone contenidos actitudinales relacionados a los valores sociales como solidaridad, empatía, manejo de conflictos, etc; y SABER SER supone contenidos actitudinales personales como autoestima, autonomía, responsabilidad, etc.

Los dos primeros saberes (SABER CONOCER Y PENSAR, SABER HACER) los vamos adquiriendo en su mayoría en el colegio, instituto o universidad, y según nuestras inclinaciones a tal o cual actividad o profesión, mientras que los dos últimos saberes (SABER SER Y SABER ESTAR) se forman en la familia, en el hogar.

Muchas veces nos centramos en los dos primeros, somos exigentes en lo que los colegios, institutos o universidades nos ofrecen para nuestros hijos pero no armamos un modelo educativo para aplicar en el hogar, en base a nuestros saberes como padres y en base a nuestra experiencias como hijos, recordemos que antes de ser padres hemos sido hijos y quizás muchas de las cosas que hoy nuestros hijos viven ya la hemos vivido nosotros, en otras circunstancias y cierto también bajo un entorno diferente al actual.

Es aquí donde marca la diferencia entre una y otra persona, los dos primeros saberes pueden formar buenos profesionales pero si no se trabaja en los dos restantes, que compete en esencia a la familia, no se tendrá buenos ciudadanos. La idea es armar un modelo para educar a nuestros hijos en el hogar en base al enfoque por competencias, amalgamando nuestra propuesta a lo que busca la institución educativa ya sea básica o superior, para ello los padres debemos tener en cuenta lo siguiente: EDUCAMOS CON LO QUE SOMOS: tenemos que ver que llevamos dentro, cuáles son nuestras actitudes, cómo es nuestra naturaleza, nuestro carácter, cómo vemos el trabajo, cómo vemos a las personas, cómo vemos a nuestros compañeros.

Simplemente transferimos nuestro modo de ser, estilo y personalidad, es decir una persona temerosa transmitirá ese temor a sus hijos de manera inconsciente. 2. EDUCAMOS CON NUESTRA CONDUCTA: nuestras acciones, actos, opciones y decisiones ya que son transmisibles, ya que nuestros hijos observan cómo se conducen los padres. 3. EDUCAMOS CON LO QUE LES DECIMOS: las palabras no tienen para los hijos sólo un contenido conceptual sino un contenido vital, pero nuestras palabras deben ser confirmadas con nuestros actos, dar muchas explicaciones, amonestar, rogar, aconsejar puede que no de resultado todo depende más bien de la personalidad del quien habla y su coherencia con sus actos.

EDUCAMOS CON LO QUE HACEMOS: nuestros hijos observan mucho nuestras acciones, imitan nuestros actos y lo que hacemos, el hacer debe concordar con el decir. Cabe aclarar que el modelo a determinar por los padres de familia (padre y madre) debe ser consensuado, ambos deben estar de acuerdo con los que son, con sus conductas, con lo que dicen y finalmente con lo que hacen, ya que se debe mostrar coherencia como ejes y guías del devenir familiar.

No pretendo ser un gurú en cómo criar a sus hijos y no morir en el intento, pero mi experiencia al menos creo que está dando frutos de lo expuesto en líneas anteriores, empecé con mi hija desde pequeña a no usar diminutivos para llamarla por su nombre, todas la mañanas al levantarme y darle los buenos día o al acostarme y darle las buenas noches preguntaba cómo está hoy mi empresaria, en cuanto a mis acciones ve el trato que les doy a ella y a mi esposa como jalar levemente la silla para que tome asiento cuando vamos a un restaurante, ella espera su turno a que le acomode la silla, espero que eso me asegure que en el futuro no se enamore de un guachiturro y al menos de un caballero y lo que se dice en casa es ley es decir no se amenaza sé le da a escoger y hoy puedo decir que el modelo viene dando sus resultados.

Mi hija aún tiene 6 años y el año pasado tuvo su fiesta de promoción de 5, y mientras el presentador mencionaba algunas características de cada niño, sus platos favoritos y lo que querían ser cuando sean grandes, mi esposa y yo sólo escuchábamos doctores, policías, enfermeras, bomberos e ingenieros, la sorpresa me la lleve cuando le tocó el turno a mi hija y al mencionar el presentador que lo que ella quería ser cuando sea grande es empresaria, sí empresaria, inmediatamente en ese momento se me vino a la mente todas las veces que le he mencionado sobre el respeto, la responsabilidad y como no, el hecho de tener una empresa propia, cómo lo tememos mi esposa y yo. En conclusión, la educación en el hogar es transferencia y nosotros los padres transferimos a nuestros hijos lo que somos, decimos y hacemos.

Escritor: HERALD GABRIEL MONTEJO ZEGARRA