EL PATIO DE LOS ARRAYANES

La belleza de la Alhambra es de sobra conocida por todos pero su importancia no sólo radica en los interiores, pues también en su exterior se puede admirar una hermosa y atractiva arquitectura. fijó allí su residencia y, posteriormente, se fueron edificando las mansiones de los principales miembros de la clase administrativa y aristocrática en los alrededores.

Tiempo después, cuando ya contaba con un espacio de 740 metros de largo y hasta 200 metros de ancho, el conjunto de construcciones fue amurallado por Yusuf y todo ello constituye el más antiguo y mejor conservado de todos los palacios árabes que quedan en el mundo.

La Alhambra (la roja) de Granada, está compuesta por un conjunto de edificios y debe su nombre al color rojizo de los ladrillos con los que está construida. Entre los edificios que la conforman, el palacio de Comares es el más grandioso y constituye el tipo perfecto de palacio oficial urbano destinado a acoger la sede del trono. El otro palacio es el de los Leones que cuenta con un patio (reservado a las habitaciones privadas de la familia real) y el harén. Cuenta, además, con otras dependencias dignas de admiración.

En el exterior de esta obra maestra se puede apreciar el hermoso patio de los Arrayanes, también conocido como la Alberca, pues el patio árabe no se concibe sin la presencia refrescante del agua contenida en una alberca. El patio de los Arrayanes se encuentra al este del patio del Cuarto dorado y al oeste de la Sala de Baños y el patio de los leones. Está flanqueado, a lo largo de su eje mayor, por setos de arrayanes (arbusto del que toma su nombre) con flores blancas y un follaje siempre verde.

1354), pero murió asesinado antes de poder verla terminada. Por fin, la construcción del patio de los Arrayanes fue concluida por Muhammad V en 1370. Al patio se asoman dos fachadas. Una de ellas es la de la torre de Comares con más de 40 metros de altura. En las vistas que podemos contemplar podemos diferenciar tres partes: el pórtico, la sala llamada de la Barca (antecámara del Salón de los Embajadores) y, al fondo, el salón del Trono.

El pórtico, con la misión de poder ver la puerta de acceso al salón de la Barca, está compuesto por seis arcos agrupados en dos tríos y, en el medio, la arcada central. Los arcos, que carecen de una función constructiva, son sustentados por otras estructuras a las que recubren de forma decorativa, están peraltados, angrelados y tienen silueta de campana. Las columnas, con los anillos típicos de la Alhambra, son de fuste liso y sus capiteles presentan un doble cuerpo: el inferior (con cintas) y el superior (de forma cúbica). En los pilares, superpuestos a las columnas, existen numerosas inscripciones caligráficas.

. También se puede ver la puerta del Baño Real, en el costado derecho del patio. Esta dependencia era insustituible en los palacios árabes. Dentro, las salas del Caldarium, de las Camas, de la Pila Grande y la Pila Pequeña que reproducen, en su conjunto, la estructura y funcionalidad de las termas romanas.

Como se ha comentado, la presencia del agua es un factor obligado en este tipo de construcciones. No puede faltar un estanque, en cuyos extremos encontramos dos manantiales que lo alimentan. Seguramente sería el lugar preferido por el monarca y sus íntimos colaboradores, durante las tardes calurosas. La fantástica decoración, el agua y la vegetación componen el perfecto escenario que caracteriza a los palacios árabes.

Escritor: Jenny Manzano