El ser bilingüe

El interés por el bilingüismo y el multilingüismo se percibe como un fenómeno de gran auge desde hace ya algunas épocas hasta ahora y que sigue creciendo cada vez más y mas. Debido a distintos factores como la globalización, el comercio y la constante migración de población, se ha derivado la interacción de dos o más lenguajes, dando origen a la rica variedad lingüística que hoy encontramos en toda la esfera, además ha contribuido a crear una necesidad comunicativa e informativa entre un sin número de comunidades y países.

Colombia no es una nación que escape al ya mencionado fenómeno del bilingüismo, y al igual que muchos países en el mundo también pueden ser considerados como una nación con una gran abundancia lingüística. Un patrimonio oral adquirido como resultado de la interacción de las distintas lenguas habladas por las comunidades indígenas, así como por el papel llevado a cabo por los procesos colonizadores sucedidos en nuestro continente Americano. Son factores que han contribuido a hacer de Colombia una nación multilingüe. De hecho, en términos políticos nuestro país desde su propia constitución política reconoce su territorio como multilingüe y promueve el aprendizaje de lenguas extranjeras.

A nuestro gobierno siempre le ha sido muy llamativo el hecho de tener ciudadanos competentes en una segunda lengua, al notar la importancia de estos para que sus ciudadanos pudieran establecer relaciones con extranjeros y con el fin de poder recibir a los que venían a nuestro país con fines económicos, políticos o por turismo. En un principio se le concibió mucho énfasis a la enseñanza del francés en los claustros educativos, luego el Ingles fue tomando mucho más relevancia y se empezó a crear un gran interés por la lengua Inglesa, al ser este el denominado idioma universal, el idioma de los negocios, la tecnología y el conocimiento. En la actualidad la gran mayoría de colegios y universidades lo enseñan, siendo este idioma exigido para obtener por ejemplo un título profesional.

En Colombia el hablar una lengua diferente a nuestra lengua nativa el español connota prestigio y se le ha relacionado con la gente de estratos sociales altos, es decir se asocia positivamente, el solo hecho de tener habilidades en una lengua foránea o provenir de un país de habla inglesa, puede abrir puertas en diferentes campos como la educación, las comunicaciones y los servicios. En otras palabras es un idioma que ayuda a tener un determinado éxito, un lenguaje que contribuye a destacarse tanto en lo académico como en lo laboral.

Sin embargo, y para sorpresa de muchos el ser bilingüe puede ser algo negativo, todo lo contrario de lo observado en países hispanos, por ejemplo, en países de habla inglesa como los Estados Unidos el ser bilingüe no es visto de buena manera, dedo que las personas que hablan idiomas distintos al Ingles son considerados como impuros, gente de bajas escalas sociales, por consecuente las personas que hablen un idioma diferente al Ingles son empleadas en labores de poco prestigio. En este caso el hablar un segundo idioma connota impureza, es decir para comunidades como la estadounidense dan poca importancia a personas con destrezas en dos o más lenguas.

Desde mi punto de vista, el ser bilingüe siempre va a ser un hecho positivo, para mí el contar con buenas destrezas en diferentes lenguas es como tener por ejemplo destrezas para las matemáticas o las ciencias. No creo que el hecho de hablar una lengua distinta ala nativa sea perder la identidad propia, al contrario lo veo como un conocimiento más que puede beneficiarnos en algún momento de nuestras vidas, ya sea en el campo social para establecer lazos comunicativos, en lo económico para usar esas habilidades lingüísticas en campos que exijan el uso de una segunda lengua o en el campo académico con el fin de adquirir nuevos conocimientos. Hablar una lengua diferente a la nativa no es perder identidad, por lo contrario es ganar una riqueza lingüística que nos abre los caminos de conocimiento.

Por: Jonny Rodríguez Ramirez