EN BÚSQUEDA DE ARTÌSTAS

Por siglos la educación se ha encaminado a potencializar y fortalecer el hemisferio izquierdo del cerebro humano, creyendo la humanidad que las ideas lógicas, racionales y analíticas denotan más importancia para la productividad, dejando de lado el desempeño de la emotividad, la sensibilidad o la percepción, alojados en el hemisferio derecho.

La expresión gráfico-plástica busca rescatar las actividades que fomentan esta dicho desempeño, desterrando la idea que es más importante el desarrollo intelectual que la expresión artística. Se ha comprobado que el arte estimula la creatividad, saliendo a flote habilidades como la originalidad, la sensibilidad ante problemas propios y ajenos, la capacidad de análisis y síntesis ante una situación, la inventiva, la elaboración de ideas y productos, la capacidad de comunicar sus ideas y sentimientos sin temor al rechazo; además que forma la autoestima y la seguridad.

Para que esta tarea de creatividad de frutos constructivos, requiere de unas condiciones en las que el maestro reviste un papel importante, ya que será el encargado de dar seguridad psicológica al niño o niña para que se sienta aceptado frente al grupo y frente al trabajo que está realizando, de concientizar de manera motivadora sobre el trabajo elaborado, sin ser un evaluador final, ya que un concepto desfavorable para el infante puede bloquearlo llevándolo a menospreciar sus propias ideas y adoptar para sí un estereotipo de otro que él no ha construido, que a medida que se va trabajando, el maestro va observando cómo lo hace y cuáles son sus aptitudes y actitudes dentro de la actividad y finalmente de imprimir libertad psicológica, lo cual implica que el mismo niño tome la labor con responsabilidad por sí mismo.

Debido a que los infantes de hoy día, en un gran porcentaje, son receptores de estímulos frente a una pantalla del televisor o de computador, no expresan ni desarrollan todas sus potencialidades artìsticas a este nivel, las cuales pueden perder rápidamente por falta de uso; se hace prioritario que realicen arte, puesto que a lo largo de la historia el hombre ha visto la necesidad de exteriorizar las imágenes que tiene en su pensamiento, la necesidad de preservar las experiencias sensoriales fuera de sí plasmándolas prácticamente, la necesidad de comunicar a los demás su pensamiento y de esta manera dar valor a su imaginación y experiencia, la necesidad de expresar sus impulsos de acuerdo a unas reglas y la necesidad de relacionar objetos y materiales que intrínsecamente tengan valor para él.

Una metodología bien aplicada debe tener en cuenta unas técnicas básicas que permitan la libre expresión, el placer de innovar y que dejen recuerdo en el niño o niña, para hacer al final una puesta en común en donde expresen sus vivencias. Por lo experimentado en el quehacer pedagògico, se ha visto que las que más llaman la atención y desarrollan la creatividad en los niños y niñas son el dibujo libre, que es la primera que se les debe ofrecer puesto que se puede aplicar desde el maternal y la crayola, lápiz, plumón u otro elemento se constituye en una prolongación de la mano, determinando un movimiento natural de ésta; el recorte y pegado que favorece la coordinación fina y desarrolla la precisión. El material con que se trabaje debe ser flexible, primero de colores básicos del cìrculo cromàtico, más adelante se adicionan otros colores, luego otras texturas, más adelante papel con algún diseño y por último material reciclable. Otro procedimiento es la pintura con pince,l en la cual el niño siente placer en el movimiento de la mano y en el color que mágicamente se va esparciendo; se comienza con los colores básicos y luego se van incrementando éstos y cuando se va teniendo dominio sobre la manipulación del pincel, se pasa a uno más fino y papel más pequeño.

La pintura de dedos ejercita dedos, manos y brazos, permitiendo el contacto con la textura de la pintura y la combinación espontánea entre un color y otro; aquí es fácil que el niño verbalice su experiencia porque afloran sensaciones y emociones. El modelado por su parte permite la expresión libre siendo la base de la estructura tridimensional, la cual exige la búsqueda del equilibrio en el conjunto que se desea armar.

En fin, el potencial creativo es innato y está en espera de las condiciones para desarrollarse; somos los maestros los llamados a explorar ese mundo fantàstico en nuestros escolares desde muy pequeños.

Escritor: Angela Patricia León Acosta