ESTUDIOS DE CASOS DE ADOLESCENTES MADRES DE LA CIUDAD DE CORZUELA (CHACO) QUE ASISTEN AL HOSPITAL GENERAL MANUEL BELGRANO.

Objetivo:

General

  • Analizar los modos en que las adolescentes tramitan la experiencia de ser madres

Específicos

  • Determinar los imaginarios que poseen las adolescentes sobre la marternidad
  • Identificar la concepción que tienen los adolescentes sobre la maternidad
  • Estudiar las variables que influyen en la experiencia de las madres adolescentes en la maternidad.

Metodología de investigación: Cualitativa

Con el término estrategia metodológica nos referimos al conjunto de operaciones intelectuales y técnicas de obtención y tratamiento de información que resultan adecuadas para abordar un problema. Diseñar una estrategia metodológica consiste en elaborar una forma específica de enfocar un problema, un plan de investigación concreto que nos permita responder a la pregunta formulada inicialmente. Aunque es un proceso complejo y que tendrá que ir modificando y redefiniendo sobre la marcha, inexcusablemente debe partir de una planificación previa.

Hay que distinguir entre dos tipos básicos de investigaciones: las cuantitativas (descriptivas o experimentales) y las cualitativas. La investigación cuantitativa resume las diferentes experiencias como si fueran similares: las cuantifica. En cambio, la cualitativa se interesa por la experiencia tal como la vive el participante.

En este sentido, en la presente investigación se utilizará una estrategia metodológica de tipo cualitativo.

 

Tipo de diseño: Estudio de caso, único- exploratorio descriptivo.

Desde el principio, la decisión de hacer un estudio basado fundamentalmente en los relatos biográficos parece el planteamiento metodológico que responde mejor los objetivos de la investigación y el modelo analítico que ya se ha explicado. Cabe destacar dos referentes básicos en la fundamentación de las historias de vida de la manera que están entendidas en esta tesis.

Por un lado, lo que plantea Bertaux (1993b) cuando apunta que la mirada biográfica debe pasar a ser, necesariamente, mirada etnográfica, en el sentido que, como él apunta, los relatos de vida son en realidad un pretexto para aproximarnos al mundo del narrador. Así, se refiero al marco de la vida cotidiana entendido como «nuestro mundo» donde se desarrollan las experiencias sociales (Estruch, 1999). Como apuntan Berger y Luckmann (1988), la realidad de vida cotidiana aparece ordenada espacial y temporalmente, y es en este sentido que espacio y tiempo son, como explicaré, dos categorías de análisis clave en este trabajo.

Por otra parte, he tenido en cuenta el planteamiento de Franco Ferrarotti (1993), que propone ampliar el horizonte de lo que se concibe como historias de vida, ligadas a la narrativa individual, y aplicar el método biográfico no sólo para reconstruir la historia del individuo, sino también la del «grupo de referencia».

Ciertamente, en esta tesis las unidades de análisis no son únicamente los individuos sino también los grupos, en especial los grupos de referencia o los «otros significativos» que tienen un papel fundamental en la construcción de la identidad y en la socialización de género.

 

Población: madres adolescentes de 13 a 19 años de la localidad de Corzuela

Marco teórico:

ADOLESCENCIA:

La primera cuestión a aclarar es que la pubertad es un concepto biológico que se define como una etapa marcada por unos cambios a nivel físico y fisiológico, fácilmente observables, producidos por la activación de las hormonas sexuales que provocan, entre otras cosas, la maduración de los órganos sexuales. Tiene, por tanto, un período fácilmente delimitado por comienzo de los cambios y la mencionada maduración de los órganos sexuales.

La adolescencia, en cambio, es un concepto social. Su duración cambia de unas sociedades a otras y se define como una etapa de la vida que marca la transición de la infancia en la vida adulta. Varía mucho de unas sociedades a otras, e incluso dentro de cada sociedad cambia según la época. Por poner un ejemplo, la adolescencia no se entiende de la misma forma ni comprende el mismo periodo de tiempo ahora que en la década de los años 70 del siglo pasado. En aquel tiempo, la necesidad de independencia y de incorporación al mundo laboral delimitaba claramente el comienzo y el fin de la adolescencia. La familia era vivida por la juventud como una limitación de las libertades personales, especialmente en el caso de las chicas, y este hecho impulsaba la búsqueda de la autonomía personal, había ganarse la vida y hacer proyectos propios. Los cambios actuales, no sólo en materia de permisividad, sino también en materia económica (falta de trabajo o trabajo precario, dificultades para encontrar vivienda…), han limitado estas posibilidades y han hecho menos deseable el alejamiento de la protección familiar. Los cambios más importantes que se producen en este período son:

A nivel físico: Cambios fisiológicos generales tales como el aumento de estatura y peso, y una serie de metamorfosis que culminarán con la maduración de los órganos sexuales y la capacidad de respuesta fisiológica a la estimulación sexual.

Es importante tener en cuenta que existen diferentes ritmos de crecimiento y de maduración y que este puede ser un motivo de preocupación. En el caso de los chicos, puede representar un problema el hecho de tener un desarrollo más lento respecto al ritmo de sus compañeros, en el caso de las chicas, el hecho de adelantarse con referencia a sus compañeras o tener un cuerpo de mujer madura demasiado pronto puede representar ansiedad, vergüenza y malestar. Los sentimientos de incertidumbre suelen acompañar estos procesos y es conveniente tenerlo presente para hacer intervenciones antes, durante y después de los cambios, siempre considerando los sentimientos que pueden generar.

A nivel psicológico: Aparece el pensamiento hipotético deductivo. Pueden hacer hipótesis, razonar a propósito de ellas y extraer conclusiones. Comienzan a distinguir entre lo que es real y lo que es posible. Este pensamiento permite tener una visión crítica de la realidad, pueden poner en cuestión lo que se les presenta como inamovible (familia, sistema social, escuela…). La juventud es capaz de cuestionar el orden establecido tanto a nivel social como familiar.

La relación con las personas de su misma edad, la relación con el grupo, cobra especial importancia y se generan fuertes sentimientos de pertenencia y fidelidad con él. Fuera del grupo, sin su reconocimiento, no se sienten nada. A la vez, experimentan la necesidad de tener más autonomía y de adquirir una identidad propia. El egocentrismo (Coleman, 2003) es una característica constante de la adolescencia y conviene tener este hecho en cuenta.

Sexualidad: Puede ser un momento de confusión por los grandes cambios que han ocurrido respecto a su cuerpo. La menarquia o primera menstruación, en el caso de las chicas, y las primeras eyaculaciones, en el caso de los chicos, son los hechos más destacados como elementos que pueden crear inquietud y ansiedad. A pesar de este hecho, pocas y pocos adolescentes llegan a estas edades con suficiente información para afrontar los cambios sin prejuicios.

Una actitud abierta y comunicativa por parte de la familia o del profesorado puede evitar muchas angustias y malentendidos. Las fantasías de experiencias heterosexuales u homosexuales son un hecho habitual en esta etapa, y el deseo se muestra más claro y específicamente orientado a las experiencias sexuales. Es un momento adecuado para clarificar su orientación sexual.

 

ADOLESCENCIA Y EDUCACIÓN SEXUAL

Resumiendo y simplificando un poco los diferentes planteamientos que se pueden producir al entorno de la educación sexual, según las categorizaciones se pueden podemos hablar de diferentes modelos en la orientación para encararla, que se han ido sucediendo en el tiempo. La evolución de estos modelos en algunos casos ejemplifica la situación del tema a nivel social. La aparición de los más desarrollados no supone la eliminación ni la superación de los anteriores. Podemos encontrar colectivos en los que convivan personas que sean partidarias de enfoques distintos de los expuestos aquí:

Un modelo de negación del hecho sexual en la niñez y la juventud. El silencio y la inhibición en el entorno del hecho sexual es la práctica preferida de esta forma de pensamiento que se basa en la conveniencia de no adelantarse a las necesidades, de no desvelar misterios o, incluso, en el peligro que puede representar un «exceso» de información ya que puede incitar a una práctica prematura. Un modelo biologista, centrado en el hecho reproductivo, pretendidamente aséptico, en el que olvidan o esconden las pulsiones, los sentimientos, el placer o los conflictos éticos que están presentes en las relaciones sexuales. Un modelo preventivo, basado fundamentalmente en la transmisión de información, que hace énfasis en los peligros que acompañan la práctica sexual, muy cercano a el adoctrinamiento que, ignorante de la complejidad que a menudo acompaña el hecho sexual, pretende conseguir objetivos mediante métodos que resultan muy poco efectivos entre la juventud, como la prescripción de normas y pautas de conducta sexual.

Finalmente, un modelo integral, que analiza el hecho sexual a nivel biológico, psíquico y social, los objetivos básicos son la aceptación positiva de la identidad sexual propia y el reconocimiento y respeto de la ajena, desatadas ambas de elementos discriminatorios de género, y la vivencia de unas relaciones interpersonales equilibradas y satisfactorias.

 

MATERNIDAD EN LA ADOLESCENCIA

Ya desde 1911 en Viena, Hilferding postuló que «no hay amor materno innato», sino que «este se despierta mediante la implicación física entre madre y criatura «siempre y cuando se den determinadas condiciones corporales y sexuales vinculadas al embarazo ya la lactancia, además de unas condiciones de relación con su pareja que, si no se dan, pueden dar lugar a madres que odian y que son afectivamente vacías o planas ante sus criaturas (Balsam, 2005). Esta aportación de Hilferding, la primera psicoanalista mujer, fue ignorada por Freud y los miembros de la sociedad psicoanalítica, y ella se dio de baja. Pero no se puede negar que existe la fuerza de la inercia biológica evolutiva contrapuesta a la cultura de las últimas décadas.

Así pues, a medida que las mujeres de las últimas décadas del siglo pasado se fueron incorporando a las posibilidades de individualización y subjetivación que ofrecían los avances sociales y técnicos, este aspecto fue incorporado también a la mujer adolescente,

Chodorow (2005) considera que en la adolescencia, tener hijos, al igual que no tenerlo, puede ser elegido libremente, o impulsado patológicamente; enredado en conflictos o relativamente libre de conflictos. Esta autora no sugiere que el destino de todas las mujeres sea tener y criar criaturas, ni que sea más patológico escoger no ser madre que escoger la maternidad. Aunque advierte que el clima cultural actual, al poner el acento en la incompatibilidad de carrera y maternidad proporciona una tapadera defensiva a los conflictos y a los miedos profundos (hacia la implicación total con la criatura, fantasías de triunfo sobre la propia madre, miedos sobre el propio cuerpo «deformado» por el embarazo, el parto) que no permite a algunas mujeres hacer una elección real. Por otra parte los estudios de Bem (1993) afirman que las adolescentes en el estado de maternidad puede presentar cuadros de alteración de la conducta, tales como:

• Rabia permanente a la madre y miedo de destruir.

• Rabia sorda contra ellas mismas y autodestrucción.

• Falta de reconocimiento de la realidad que el tiempo pasa.

Por otra parte hemos de convenir que la maternidad en la adolescencia es una tarea demasiado grande para a una sola persona, que para llevarla a cabo se necesitan ayudas: de la pareja y de las familias, y que demasiado a menudo las adolescentes maternas no tienen suficientes recursos económicos, y que por tanto se necesitan desesperadamente servicios públicos.

 

BIBLIOGRAFIA

Bem, S. L. (1993), The lenses of gender, New Haven & London: Yale University Press.

Chatel, M. M. (1993), Malaise dans la procréation. Les femmes et la médicine de l’enfantement. Paris: Éditions Albin Michel. (Traducción en castellano: El malestar en la procreación. Buenos Aires: Nueva Visión, 1996)

Chodorow, (2005) “Too Late”: Ambivalence about Motherhood, Choice, and Time. En: S. Feig,compiladora, (2005) What do mothers want? Developmental Perspectives, Clinical Challenges, Hillsdale: The Analytic Press.