HABLEMOS DE EDUCACIÓN.

¿Cómo comenzar un tema tan ambigüo?. Tal vez especificando a qué me refiero con lo de ambigüo: por un lado, están los que consideran la educación en los centros escolares como una enseñanza integral, los que consideran que ellos no se tienen que preocupar de nada por que el colegio ya se encarga de todo, de los conocimientos, habilidades, valores, personalidad, etc.; y por otro, los que consideran que la educación en esos mismos centros es una cuestión única y exclusivamente de traspaso de conocimientos, de tal manera que los profesores no tienen el derecho ni la autoridad para educar a sus hijos en hábitos de comportamiento saludables. Analicemos los dos casos y abramos una vía para el debate.

En primer lugar, si consideramos que los centros escolares en general, y los profesores en particular, se ocupan de todo lo que tiene que ver con la educación, ¿no estaremos delegando en otros una tarea que nos corresponde como padres?. ¿No estaremos dejando que nuestros hijos reciban la educación de otros?. Con esto último me refiero sobre todo a ideología y costumbres, nosotros no tomamos parte en la educación porque para eso está el colegio, no admitimos notas sobre mal comportamiento porque eso lo tiene que solucionar el tutor, nosotros sólo defendemos a nuestros hijos de lo que le puede hacer daño y, muy importante, nos ocupamos de darle todo lo que nosotros no tuvimos.

En este caso ,creo que cometemos el error de confundir educación con conocimientos, creemos que si nuestros hijos aprueban el curso y con buena nota, será que todo está bien, que lo estamos haciendo bien, por que además nos atribuimos los éxitos, pero los fracasos se los dejamos a otros. Además nos encontramos con que muestra una forma de pensar que no se corresponde con la nuestra, y añadimos eso de Niño, ¿Tú esto dónde lo has oído?, por que a mí no, y claro, nos mostramos en total desacuerdo con la “educación” recibida. Nos quejamos al centro y nos respoden con que ellos no pueden educar y a la vez avanzar el temario impuesto por el Ministerio, y como creemos que son incompetentes, ya tenemos la solución: cambio de colegio.

y llegamos, a defenderlos ante los profesionales, e incluso, a menospreciar a estos mismos profesionales a sabiendas de que el niño nos copiará. El razonamiento más válido parece ser encontrar el punto medio entre unos y otros, que el centro se ocupe de marcarnos una pautas sobre conocimientos y nosotros reforzarlas, y, al mismo tiempo ser capaces nosotros de establecer unas pautas de comportamiento social que facilite la labor del centro.

Otro punto que yo añadiría sería la educación en habilidades y competencias, nos encontramos ante profesores que intentan “salvar” el curso como pueden, y para ello sólo persiguen un número de aprobados, aprobados que consiguen dándoles la materia ya preparada para afrontar los temas y exámenes. Y, por otro lado, encontramos otros profesores, que hacen más incapié en la autonomía a la hora de prepararse los temas, se preocupan sobre todo de que nuestros menores tengan las herramientas necesarias para afrontar cualquier tarea, que sean capaces de generalizar lo aprendido en una materias a otras, y la vida en general. Otra vez nos encontramos con una dualidad, aunque en este caso no depende de nosotros, sino de quien nos toque como tutor/a.

En fin, y para terminar, cada vez que se habla de educación se hace desde puntos de vista tan distintos, que es imposible llegar no a un consenso ,sino a un acercamiento de posturas que facilite a centros, padres, y sobre todo alumnos, una educación bien entendida.

Escritor: Sonia González

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