HANNAHANNA, LA MAGNA MATTER ANATOLIA.

Hannahanna es una diosa madre nativa anatólica, que correspondía a una divinidad tanto de la fertilidad humana como agrícola. Dentro de la configuración del panteón de Ḫattuša, esta diosa corresponde al círculo de divinidades provenientes de Kaneš y Capadocia . Hannahanna  dentro de la jerarquización religiosa hitita pertenecía al tipo de divinidades protectoras como: Inana, Ala, Hapantaliya o Zithariya.  Weaber menciona que Hannahanna se escribe con el mismo ideograma sumerio de la diosa madre sumeria Nintud.

Dentro de la religión hurrita era tomada como Hebat, pero en la lengua hitita se le denominaba a partir de la reduplicación del término hanna que significa abuela. A partir de su nombre ya se le asocia a las divinidades ctónicas y las diosas madres. Al ser la diosa abuela da cuenta de que ella es la primigenia, el antepasado de todos los dioses. De ahí que en el mito de Telepinu, sepresentada como la sabia consejera de los dioses, tanto mayores como menores.

Hannahanna y la Fecundidad: Hannahanna supervisa la fertilidad de las mujeres casadas y era invocada tal como la diosa griega Artemisa en los partos. Gallina Kellerman en su artículo “La deesse Hannahanna: son image et sa place dans les mythes anatoliens” destaca que la diosa precedía el nacimiento y fijaba los destinos del recién nacido , lo que la conecta con las DINGIR. MAH en plural o GULSES (Divinidades ctónicas menores, a las que se consideraban dadoras de vida y de la suerte). Las Gulses son las diosas hititas que se conocen como las diosas del destino y de los nacimientos. Etimológicamente en hitita se les asigna el verbo gulš- que significa rayar, marcar, dibujar o escribir el destino . Su importancia en la cultura hitita estaba dada porque ellas eran las que tejían el destino de los hombres desde su nacimiento. Se les invocaba en el contexto de los rituales de nacimiento como parteras.

Hannahanna y la abeja: El animal sagrado de Hannahanna es la abeja. En el Mito de Telepinu o El dios desaparece, la abeja es presentada como la mensajera de esta diosa madre.  La relación entre este artrópodo y la diosa hitita se cita con frecuencia en textos kasitas y se hace mención a ello en los recitales del Festival hitita KI.LAM, en donde la abeja da cuenta de un símbolo de domesticación y se señala que habita el árbol sagrado.

La conexión entre la abeja y la diosa aparece en el mito de Telepinu o el dios desaparece, mito que relata la desaparición de este dios, por motivos desconocidos, ya que faltan dos fragmentos iniciales dentro de la plantilla cuneiforme. Frente a esta desaparición todos los dioses se preocupan y comienzan su búsqueda, sin obtener resultados. Para los dioses era primordial encontrar a Telepinu, ya que a través de su extravío comenzaron a acaecer calamidades en torno a la fecundidad y fertilidad en todos los ámbitos de la naturaleza.

Uno de los dioses, Shamash envía a un águila para que explore los territorios y logre hallar a Telepinu, pero no obtiene resultados. Ante la desesperación del dios de la Tormenta (padre de Telepinu) al ver que ni el águila ha logrado encontrar a su hijo, éste pide ayuda a Hannahanna. La que responde en forma imperativa a los dioses de la Tempestad y la Tormentas diciéndoles que vayan a buscarlo ellos mismos. En relación a esta respuesta de la diosa podemos interpretar que ella, al ser la diosa madre, por ende una deidad primigenia estaría por encima de estos dioses. Lo cual también se demuestra cuando Teshub se burla de la abeja, señalar que le parece imposible  que un insecto tan pequeño encuentre a su hijo, siendo que todos los demás dioses han fracasado. Frente a esta respuesta la DINGIR. MAH le hace callar e impone su voluntad por sobre la de Teshub.

Entonces, Hannahanna envía una abeja en busca del dios, ya que los demás dioses no han podido encontrarlo. La diosa ordena a la abeja que cuando lo encuentre lo pique en sus manos y pies, que lo levante, lo limpie y purifique. La abeja sigue sus órdenes y lo encuentra en una pradera (Lihzina). La purificación que daría la abeja sería a través de su cera, ya que ésta  para los hititas era un elemento de purgación. De ahí que Hannahanna le ordene a la abeja:

“¡Busca tú a Telepinu! Cuando lo encuentres,

Pícale en sus manos y sus pies, hazlo

Ponerse en pie, toma cera, limpia sus ojos y su mano,

Purifícalo y tráelo ante mi.

Este actuar de la abeja despierta al dios, que se encontraba dormido en medio de una especie de pantano, hecho que lo irrita, haciendo que éste produzca nuevas calamidades. Ira que sólo será calmada a partir de la magia de la diosa Kanrusepa.

Escritor: Carolina Figueroa