Rabatel (2012) distingue dos instancias dentro la vertiente de la enunciación, el locutor y el enunciador, siguiendo los trabajos de Oswald Ducrot (1984), inspirados vez por los de Bakhtin.
Por locutor (L) se entiende la instancia que produce el enunciado «dans ses dimensiones phonétiques te phatiques huevo scripturales «(Rabatel, ibid.). En palabras de Ducrot, el locutor, «être de discours», es el responsable del enunciado. En cuanto al enunciador (o enunciador), corresponde (en) a una posición enunciativa que adopta el locutor en su discurso y hace (n) referencia a diferentes voces que el locutor convoca en este discurso «Pour envisager las faits, las Notion, sueldos tel huevo tel PDV» (Rabatel, ibid.).
Así, tal como lo expresa Priego-Valverde (2004: 72) «lorsqu’un locuteur producido un énoncé, y n’est jamais seul à parler «. Otras voces (v. 1.2) hablan a través de él. Por ejemplo, puede ser que se trate de la voz del interlocutor -entonces lo llamaremos «diafonía» (cf. Roulet, 1985 y Priego-Valverde, 2004) -, de un tercero ausente, también se puede tratar de una voz impersonal que pertenece a alguien generalizado.
Autor: Meritxell Maza Farran. La reformulación como estrategia de gestión del humor en el aula