LA PEDAGOGÍA EN LA CULTURA DE-FORMACIÓN, EN NIETZSCHE Y FOUCAULT

La construcción acerca de pedagogía que pretendo realizar, la efectuaré desde mi experiencia, es decir, desde mi entendimiento. En este sentido, me centraré en las intenciones pedagógicas que suscitan las interlocuciones formativas, quienes actúan como epicentro en la estructura escrita de este documento. La pedagogía, sin duda alguna, se ha constituido como un elemento determínate para el proceso de-formación en el desarrollo educativo, el cual ha evolucionado en función del tiempo.

De este modo, pedagogía, formación y educación, se constituyen en una triada que rodea al ser humano en la completud de sus dimensiones. El inquietante discurso científico, ha permeabilizado todas las disciplinas, estableciendo la necesidad de homogenizar y formar al ser humano, como un sujeto atado a las lógicas cartesianas. Por esta razón, la noción de-formación que opera bajo los discursos científicos intentan borrar la naturaleza del ser humano.

Esta instalación en el orden de lo científico, permite que las formas de poder “ilustrado”, se perpetúen como discursos autoritarios, expresando esa herencia mediante las construcciones culturales que están determinadas por el encuentro de las subjetividades mediante la palabra. La subjetividad sería comprendida como el encuentro de las estructuras biológicas y orgánicas con el conocimiento. De este modo, la palabra situará al ser humano desde el orden de lo racional, pues él, se reconoce como un ser pensante y diferente al Otro.

De ésta manera entiendo por pedagogía, como una instancia que esta por fuera de las cuestiones científicas y validables que proveen al hombre de la cultura, es esta misma cultura la que se inscribe en un discurso que desconoce la naturaleza del ser humano. El sentido pedagógico que se hace desde la singularidad del ser humano, permitirá instalarse por fuera de esos linderos científicos, generando una visión amplia que reconozca al ser humano como un individuo único, desconocido e irrepetible, no homogéneo. En cierta medida Nietzsche, considera la pedagogía como algo particular y singular, por ello, esta lejos de catalogarla dentro de un discurso científico, él parte de la premisa; que el ser humano es un “ser natural”, cuyos aprendizajes están dotados por la experiencia en su totalidad. La formación es para Nietzsche, el elemento más polémico en su disertación, ya que, para hablar de formación se deben ubicar dos instancias, una filosófica y la otra crítica.

La primera instancia, se refiere al hecho formativo como experiencia particular que permite entrar en contacto con la naturaleza y desviar las miradas de las necesidades creadas, que están al servicio del estado. Como segunda instancia, se ubica la formación crítica como un camino para la liberación que emprende el ser humano cuando bloquea esas disposiciones estatales o necesidades creadas. La premisa que el autor propone es que; el ser humano debe retornar a lo natural, a la pregunta por la existencia, es decir formar el instinto, la voluntad, la naturaleza. En cierto modo la proposición que Nietzsche hace para la formación es formar para dejar de ser, porque cuando el ser humano (natural) se cuestiona por ser, se está preguntando por su existencia, mientras que, cuando se inquieta por llegar a ser, supone entrar a los mecanismos de control que el estado propone como obstáculos seductores que van a alejar al ser humano cada vez más de su naturaleza y del control de su voluntad.

En cierto modo, la categoría de hombre ilustrado responde a esta pretensión de llegar a ser, sacar del oscurantismo mental y acientífico el saber cotidiano, proponiendo de entrada una estratificación a las formas de pensar, las que están dentro de la lógica cartesiana y las que se mantienen al margen. La problemática central es que la educación se convierta en un acto de ser, pues el que no se ilustra no es. No es gratuito que esto se dé en las coyunturas sociales actuales, pues la “humanización” del proyecto moderno se basó en la educación como el epicentro para la construcción del estado nación. La ilustración, es la entrada al cartesianismo, a las maneras de¬-formación que van a desconocer la condición particular del ser humano.

Constituirse como sujetos cartesianos significa, ser pensantes dotados de representaciones, donde la experiencia no es valida y continuamente se hace una separación del sujeto y objeto, reconociendo lo científico como real e imperante. La intención ilustrada vista desde esta óptica estará suspendía por pretensiones codiciosas de- formación, delimitadas por la sujeción que el ser humano permite, para entrar a la cultura, la disciplina y al estado, siendo absorbido por del poder. No es azaroso pensar, que Nietzsche propone la emancipación desde una condición nihilista que supone, en términos generales, la perdida de la fe que el hombre hace respecto al poder.

Esos discursos científicos dejan que el ser humano tome un lugar de sumisión ante el poder, pero la idea de pretender formar al ser humano para que no se reconozca como sujeto atado, resulta ser una premisa alarmante, pues rompe con todas las formas tradicionales que la cultura de-formación ha presentado. Pero ¿Cómo desconocernos como sujetos? Pues bien Foucault, sigue la vía propuesta por Nietzsche, pero avanza hasta el punto diferenciar entre pedagogía y psicagogía, es claro que para el autor la psicagogía, se centra en modificar la forma de ser sujeto, mas no en estar sujeto, mientras que la pedagogía, lo busca dotar de verdades y actitudes al ser humano.

La preocupación esta alrededor de producir un rompimiento de esos vínculos dependientes que genera la educación como acto de-formativo, pues la institución se basa en la conducción, normalización y diciplinamiento, bajo la sombra del aparato de poder que ata al ser humano a las formas discursivas científicas. Estos autores dejan claro que; la intención pedagógica debe ir encaminada a des sujetar al ser humano de la cultura de la objetividad. La idea de Foucault, no es producir sujetos, sino más bien de transformar esos sujetos, quienes reconozcan su experiencia. La propuesta de des-sujetarse, rompe con los esquemas de-formación tradicionales, que se han venido perpetuando históricamente en una coyuntura social propia. Ésta propuesta provoca desestabilización y confusión, pues busca que el ser humano haga un retorno en sí, para no ser un sujeto atado a los discursos de poder ajenos a lo natural.

BIBLIOGRAFIA

Quiseno, Humberto; Michel Foucault ¿pedagogo?
Nietzsche, Frederich; El Porvenir de Las Instituciones Educativas
Kant, Emanuel; ¿ Que es la Ilustración?
Becker, Hellmuth y Adorno, Theodor; Educación para la Mayoría de Edad

Escritor: Gustavo Ortiz Caicedo

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