La revolución de la comunicación tecnológica y su influencia en la alteración de las reglas ortográficas

Con el transcurso de los años, la tecnología ha experimentado un desarrollo vertiginoso y la sociedad ha debido adaptarse velozmente a él. A medida que evolucionó el campo de los transportes, la gente se pudo desplazar grandes distancias en menor tiempo, por lo que surgió una nueva necesidad (primordial), que era la de comunicarse a distancia, por lo que se creó primeramente el telégrafo, posteriormente el teléfono y en las últimas décadas del siglo XX la telefonía celular, que hoy en día está masificada, llegando al punto de haber en Chile más celulares que habitantes. Según el INE (Instituto Nacional de Estadísticas), en Chile existen 19,4 millones de aparatos de telefonía celular, lo que corresponde a 1,13 por habitante (en línea).

Los usuarios de la tecnología celular, al ver que esa comunicación a distancia era de alto costo (económico), la utilizaban sólo para situaciones muy importantes en las que comunicar el mensaje, vía oral, tuviera un valor comunicativo mayor que el costo de la llamada, por esta razón, las empresas de telecomunicaciones desarrollaron un nuevo sistema de comunicación a distancia, conocido como mensaje de texto, en el cual se dispone de una cantidad acotada de caracteres por mensaje y que es de un costo muy reducido en comparación a una llamada “promedio”. Dado este nuevo tipo de comunicación instantánea escrita a distancia, los hablantes al saber que disponían de una cantidad establecida de caracteres por mensaje, idearon un sistema de abreviación del lenguaje, con el cual ampliaron la información que deseaban entregar en él, utilizando menos palabras completamente escritas y más palabras abreviadas.

Por ejemplo, utilizando la modalidad “Chat”, cuando un hablante quiere decir “te quiero mucho” sólo escribe “tkm” o en un mensaje de mayor extensión como: “Hola, ¿Cómo estás?, quería saber de ti ya que te echo mucho de menos, deseo verte pronto porque te considero mi mejor amiga. Chao, te quiero” escribiría “ola km tas?kríasabr de ti ya q t exomxo d –, dseobrtprntopk t considromimjor amiga, xao, t kro” .

Como consecuencia de la masificación del uso abreviado del lenguaje (uso práctico) por parte de los adolescentes, que no poseían dinero suficiente para comunicarse mediante la voz (llamada telefónica), ellos escogieron los mensajes de texto y al mismo tiempo fueron integrando la modalidad de abreviación, propia del lenguaje Chat, para utilizarla en todo acto de producción escrita, lo que conllevó la confusión de las reglas ortográficas y actualmente encontramos estos errores ortográficos en la mayoría de las aulas de nuestro país, ya sea al responder guías, cuando anotan en su cuaderno la materia, al responder pruebas, al realizar trabajos escritos, etc.

Hasta antes de la invención de la telefonía (y sus diferentes aplicaciones y servicios) la comunicación oral (dialógica) entre dos hablantes era obligatoriamente en presencia directa, esto significaba que ambos interlocutores debían mantener una proximidad física regulada por su capacidad auditiva, dentro de un espacio físico determinado. Por otra parte, la comunicación a distancia era escrita (cartas), por lo que el mensaje era llevado desde el emisor al receptor mediante una diligencia o empresa de correos (dependiendo de la época) y todo esto conllevaba una lenta respuesta (del mensaje) entre los participantes, además de estar expuesta (amenazada) a un posible extravío, todo esto, hizo primordial una mejora en el sistema de comunicación.

Con la invención de la mensajería de texto de la telefonía celular se dio inicio a una nueva forma de comunicación a distancia, que posteriormente, con la masificación de la Internet fue perfeccionada por programas (software) dedicados a esta labor comunicativa. Uno de ellos es llamado Messenger (mensajero), con el cual los usuarios se comunican de forma escrita, de manera casi inmediata desde cualquier punto del planeta, teniendo la posibilidad (si es que el usuario lo desea) de comunicarse mediante el uso de la voz, utilizando para ello un micrófono y audífonos (forma menos utilizada por la necesidad extra de aquellos implementos).

Gracias a la utilidad que este sistema brinda, los usuarios que necesitaban comunicarse de manera inmediata comenzaron a reemplazar (en situaciones conversacionales) el uso de la voz por el uso de la escritura y por la necesidad de asemejarse a una situación dialógica de intercambio inmediato (turnos), los usuarios mantuvieron las características de “ahorro” de caracteres (o grafemas) que utilizan en la mensajería de texto celular para optimizar la velocidad del intercambio verbal.

Autor: Lizette Peña