Las prácticas pedagógicas de los docentes del país no son las más adecuadas para trabajar con los niños con TDAH

Uno de los temas más relevantes y estudiados recientemente en el ámbito de la educación diferencial es el Trastorno de Déficit Atencional con Hiperactividad ó TDAH y como se aborda la enseñanza en alumnos que presentan esta Necesidad Educativa Especial (NEE), la forma en que los catalogan los profesionales de la educación y muchas veces hasta sus padres, los cuales utilizan términos como «flojo», «distraído», «inquieto» y demás, convirtiendo a estos educandos muchas veces en «incomprendidos» por parte de los docentes y apoderados por ser o pensar diferente a sus compañeros. En el Trastorno de Déficit Atencional con Hiperactividad (TDAH) «el niño es capaz de mantener la atención cuando está motivado e interesado por una determinada tarea, mientras que en situaciones rutinarias el niño hiperactivo presenta un alto nivel de distracción» (Herrera et.al. 2003).

Tomando en cuenta lo que se dío a conocer anteriormente, los profesionales de la educación deben realizar actividades diferentes y que fomenten el aprendizaje activo de los alumnos, lo que actualmente no se da de esta forma en los colegios, ya que se continúa trabajando de forma pasiva, es decir, con una clase de carácter expositivo en la cual el alumno debe escuchar y tomar apuntes, pero muy pocas veces intervenir y mostrarse participativo.

En cuanto al abordaje de la enseñanza en los alumnos que presentan Trastorno de Déficit Atencional (TDAH), existen varios tipos de programas de intervención. A continuación daremos a conocer dos de ellos, los cuales a mi parecer son los con mayor relevancia. El primero de ellos son los fármacos o estimulantes, los cuales «pese a ser de uso habitual, presentan diversos problemas agrupados en torno a tres dimensiones principales. La primera se refiere a su ineficacia a largo plazo; la segunda atiende a los posibles efectos secundarios, tales como insomnio, anorexia, irritabilidad, tics, cefaleas, etc. Y en tercer lugar, hay que tener en cuenta posibles efectos psicológicos indeseables» (Herrera et.al. 2003).

Personalmente no estoy de acuerdo con la utilización de fármacos para el tratamiento a niños con TDAH, esto principalmente debido a los efectos secundarios que pueden llegar a producir y a la forma en la cual atentan contra la salud física del alumno, esto último basándome en mi experiencia a la utilización de fármacos para superar esta NEE y a lo que producía al tomar el medicamento indicado por el especialista.

El segundo programa de intervención tiene que ver con la terapia cognitivo-conductual «dirigido a mejorar las posibilidades de auto control de ambos grupos y a reducir la presencia de distorsiones cognitivas en los niños con TDAH» (Herrera et.al. 2003).  A mi parecer, este tipo de intervención es más adecuado que el anterior, ya que al enseñar al alumno a controlar dicha hiperactividad e impulsividad que muchas veces sufre, podemos obtener mayores y mejores resultados académicos de su parte, además de complementar este tipo de intervención con una propuesta educativa que capte su interés y motivación.

Al ver como es el alumno con TDAH en el aula podemos evidenciar que para ellos es un «planeta excesivamente serio, estructurado, formal y que le exige olvidarse de lo que más aprecia en la vida: libertad, juego y fantasía creativa» (Céspedes, et.al. 2010).  A partir de expuesto anteriormente, debemos tener en cuenta durante el trabajo en el aula que cuando nos encontremos con alumnos que padezcan TDAH, es necesario cambiar la metodología de enseñanza que encontramos actualmente en las aulas de nuestra ciudad, realizando actividades más dinámicas, en las cuales el alumno deba participar, ser creativo, activo y sobre todo debemos lograr la motivación en nuestros estudiantes ya que solo así podremos lograr un aprendizaje significativo en ellos.

De acuerdo a lo ya mencionado, el trabajo en aula con alumnos con TDAH debe ser de carácter activo e intentando buscar nuevas formas de motivar a los estudiantes, con la finalidad que puedan aprovechar toda esa energía y creatividad que tienen logrando enfocarla en algo que les sea útil y no frenar esas ganas de aprender y terminen decepcionados de la educación y de profesores que nunca se mostraron interesados en ellos y los terminaron de catalogar como «fracasados». También debemos, como educadores, demostrar a los padres de estos niños que la NEE que ellos presentan no es grave y que se puede superar de forma simple y con un trabajo coordinado entre ellos y nosotros los profesores, es por todo lo expuesto anteriormente que dejo la interrogante ¿Es bueno el trabajo de los docentes a lo largo del país hacia los alumnos con TDAH? Con esto último reafirmó mi tesis, en la cual considero que las prácticas pedagógicas en Chile no son las más adecuadas, tanto hacia los alumnos con NEE como los niños con TDAH, como a aquellos que no presentan ningún tipo de discapacidad.

Bibliografía.

1. Céspedes, C. A., Silva, M. G., Cohen, W.L., Bravo, V.L., Rojas, C.J., Asenjo, P. B. et al. (2010). Educación y neurociencias, integración sensorial, síndrome de déficit atencional, aprender a leer, neurotips, mentes brillantes, la inteligencia vista por os niños.

«Calpe y Abyla», 01, 100.

2. Herrera, G. E., Calvo, L.M., Peyres, C. E. (2003). El trastorno por déficit de atención con hiperactividad desde una perspectiva actual. Orientaciones a padres y profesores.

«Revista de psicología general y aplicada», 56, 5-19

Escritor: Valentina Barrera O.