La fertilización es el proceso de adicionar al suelo diferentes productos, con el fin de aumentar la disponibilidad de nutrientes para las plantas y con ello mejorar su crecimiento completo o de algunas de sus partes. Es una práctica que nació en la antigüedad con el origen de la agricultura y que hoy en día enfrenta enormes desafíos para satisfacer las necesidades de una población en constante crecimiento y para hacer frente a la reducción de tierra cultivable y disponibilidad de agua para riego. Las diferentes prácticas se fertilización pueden clasificarse en tres categorías, dependiendo de las sustancias que se añadan y de su presentación:
1. Fertilización con sustrato orgánico: Es la más antigua de las tres y la más utilizada en cultivos poco intensivos. Se trata de añadir al suelo residuos orgánicos como estiércoles, restos de cosechas y forrajes y la mayoría de residuos domésticos. El proceso de descomposición se hace después de añadido al suelo y la disponibilidad de nutrientes se da solamente después de esa descomposición.
2. Fertilización química: Es la más utilizada en los cultivos intensivos y tecnificados. Se trata de añadir al suelo sustancias químicas que provean los elementos que las plantas requieren.
3. Fertilización con compost: Es la más sostenible ecológicamente y la preferida por las personas que buscan la obtención de alimentos más sanos y por procedimientos menos contaminantes. Se trata de añadir al suelo compost, que es el producto de la lenta descomposición de residuos orgánicos. En esta última categoría se encuentra la fertilización con humus de lombriz o lombricompuesto.
El humus de lombriz es un compost obtenido durante el crecimiento de diversas especies de lombriz de tierra. Los sustratos orgánicos sirven de alimento a la lombriz, son transformados en su sistema digestivo y dejan como residuo este fertilizante de excelentes propiedades.
Si bien todo tipo de fertilización aporta al suelo los nutrientes necesarios, hacerlo con humus de lombriz tiene ventajas adicionales frente a las otras prácticas posibles. Se mencionan a continuación:
• Mejora la estructura del suelo: La disponibilidad de nutrientes no es la única característica que permite a un suelo sustentar un cultivo, también es importante que el suelo tenga una estructura que favorezca la retención de esos nutrientes, del agua y la circulación de aire. Un suelo muy arenoso, por ejemplo, es incapaz de retener agua y ésta se pierde porque continúa descendiendo hasta las capas inferiores; en el proceso arrastra a las profundidades minerales que las plantas requieren. Un suelo muy arcilloso, en cambio, retiene tanta agua que se anega, impidiendo el crecimiento normal de las plantas. El humus de lombriz mejora la estructura del suelo y con ello la retención de agua.
• Aumenta la microfauna del suelo: Un gramo de suelo fértil tiene millones de bacterias, hongos y levaduras que en sus procesos vitales transforman sustancias orgánicas e inorgánicas que luego son fácilmente aprovechables por las plantas. El principal ejemplo son las bacterias que fijan el nitrógeno del aire y lo transforman en nitratos, que es la forma en que puede ser absorbido por las raíces de las plantas. El humus de lombriz enriquece la fauna del suelo y neutraliza las condiciones extremas que pueden ponerla en peligro (como acidez y salinidad), la fertilización química puede en cambio acentuarlas.
• Facilita la disponibilidad de los nutrientes: Muchos elementos se encuentran en el humus en la forma que son aprovechados por las plantas, lo que significa un ahorro de tiempo entre la adición del abono y su incorporación a las plantas. Cuando se añade el sustrato orgánico directamente, hay que esperar algunos días o semanas para que estos nutrientes estén disponibles tras su descomposición. En la fertilización química las sustancias están como material particulado que lentamente debe transformarse en el suelo antes de ser absorbidas por las plantas.
• Es una práctica no contaminante. Si se añadiera humus de lombriz en exceso al suelo, no presentaría ningún problema para la planta, el suelo o las aguas subterráneas. En cambio, el exceso de sustrato orgánico puede generar malos olores, atraer moscas, cucarachas, ratones y otros animales indeseables y contaminar aguas subterráneas. El exceso de fertilizante químico puede aumentar la acidez y salinidad del suelo, así como contaminar aguas subterráneas. Por otra parte, la cría de lombriz soluciona el problema de los residuos orgánicos, reduciendo su impacto ambiental y los costos que ocasiona esta tarea.
• Es una práctica rentable: En la cría de lombriz para obtener humus también se obtienen otros productos aprovechables, como humus líquido y lombriz para consumo animal o humano, que puede ser una fuente de ingresos adicionales. Esta posibilidad no existe en la fertilización química.
Por estas razones, el cultivo de lombriz es una práctica que debe estimularse y promoverse entre todas las personas que se dediquen a la agricultura, la jardinería e incluso como tratamiento de residuos orgánicos en los hogares urbanos. Para resumir las ventajas de esta práctica, se muestra el siguiente cuadro:
Fertilización
Característica Con fertilizantes químicos Con sustrato orgánico Con humus de lombriz Mejoramiento de la estructura del suelo No hay mejora Mejora después del tiempo de compostaje Mejoramiento inmediato Aumento de la microfauna del suelo No hay aumento. Puede haber disminución Aumento en poca cantidad. Puede haber disminución Aumento inmediato y en cantidad Disponibilidad de los nutrientes Lenta. Lenta, requiere descomposición de la materia orgánica Inmediata Factor contaminante Muy alto si se añade en exceso. Afecta agua y suelo Moderado cuando se añade en exceso. Proliferan moscas, malos olores, otros animales. No existeHumus líquido- Lombriz para consumo animal o humano Soluciona el problema de residuos orgánicos sólidos No Parcialmente Completamente.
Escritor: Paulo Cesar Sepulveda Zuluaga