LOS NEOSOLTEROS

 Hoy me gustaría hablar de algo que me rondaba la cabeza desde hacía un tiempo y que hace poco ví que tenía un nombre: neosoltería. Soy mujer, ya de unos treinta y pocos, y he tenido la suerte o la mala suerte de probar la convivencia con varias personas, con dos, con una sola y conmigo misma. Después de todos estos años de mudanzas, de montar y desmontar cajas y recuerdos, decidí hace unos años que no quería compartir mi vida con nadie más ( a la hora de convivir al menos) Las opiniones son para todos los gustos. Hay quien piensa que las mujeres no deben vivir solas, porque claro, que hacen si se les rompe algo ( como si yo no llevara toda la vida haciendo lo mismo que un hombre e incluso a veces mejor) o por si viene ese individuo extraño a altas horas de la madrugada y quiere entrar en tu casa… en fin.

Sólo pongo un par de ejemplos de los que he tenido que escuchar durante todos estos años. Pero últimamente lo veo claro, lo que realmente no está bien visto es que elijas vivir sin pareja! Ah! Ahí le hemos dado! Como es posible que alguien quiera, por opción propia, vivir sin un novio al lado? Aquí entramos en otro tipo de juicio. Pienso que nadie cree que en la elección de los neosolteros, que es la nomenclatura que se nos ha dado según ciertos artículos que he leído. Los no solteros no creen que esta elección sea tal, sino que creen que es una desgracia, o bien algo pasajero que se nos pasará cuando encontremos a ese alguien maravilloso que nos hará cambiar de vida y nos hará ser capaces de renunciar a nuestras ideas de convivencia por amor.

y te dicen, no te preocupes, algún día cambiarás, me entran ganas de gritarles a todos y decir: a ver, que vivo sola, en mi piso, con mis normas porque quiero! Porque tengo esa posibilidad y porque he decidido hacerlo! En los artículos que he leído hablan sobre nuestra elección , es que la principal razón de vivir sólo es anteponer la vida profesional a la personal, o bien postergarla a edades mas tardías de las que estamos normalmente acostumbrados en este tiempo. Yo voy mas allá.

Soy una persona abierta, tengo estudios, tengo trabajo, tengo muchos amigos,tengo relaciones con personas, unas de mas tiempo, otras de menos; han venido a mi casa, se han quedado por un mes, por dos, por más, pero no consigo aceptar la pérdida de mi espacio, porque al compartir algo que es tuyo, tienes que aceptar las normas de los que vienen. Y simplemente, no me apetece. No quiero tener que esperar para ir al baño y no quiero tener que esperar para comer a que la otra persona llegue si tengo hambre. A mucha gente le puede parecer egoísmo. No lo sé.

Si hablaran con la gente que me conoce, de seguro les dirían que soy la persona que mas tiempo le dedica a hacer cosas por lo demás . Soy la amiga de guardia. La que te acompaña a donde quieras, la que te hace los recados cuando no puedes, la que cuando estás mal te consuela con un par de cervezas y unos bailoteos… pero necesito ese espacio, necesito mi casa, mis normas, mi vida personal e individual aunque sea por 10 horas al día si contamos el dormir de noche. Me alegra saber que no soy la única que adopta esta postura ante la vida, y confío en que cuando pase el tiempo, los neosolteros podamos ser considerados como lo que somos, personas que han decicido convivir con ellas mismas, bajo sus normas. Con sus cosas buenas y con sus cosas malas, pero al fin al cabo, una manera respetable de vivir sin necesidad de ser compadecidos por lo demás.

Escritor: Amelia Beltrán

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