Maestro con amor”

Varias preguntas surgen en la vivencia de ser maestros con amor, pero son preguntas que gratifican el alma por el sentido que envuelven sus respuestas, pues están llenas de sentido, corazón, cuerpo, por lo transformadoras y significativas que pueden ser para nosotros como seres humanos partícipes de proceso humanos. Si pensamos en las instituciones como espacios vivos, será más fácil, o mejor, más amoroso y real pensarnos con los niños y jóvenes, por el impacto que esto puede generar en ellos. De esta manera será más elocuente y fluido encontrar las respuestas que buscamos en una sociedad habida de cambios.

Cobertura, equidad, calidad”, serían palabras sin sentido, sino estuvieran dentro de un contexto que está planteado desde la convicción de un camino que está inscrito en la esencia de la misión de ser docentes, donde su medio es la senda de la equidad, el desarrollo, la democracia y la paz, en el plano de la educación sentida y transformadora. Para ver este sueño en los niños y jóvenes, con la apuesta de una Comunidad Educativa consciente, pienso que estar atento es un primer comienzo, ya que se pone al servicio de las necesidades educativas, circunstanciales además, por lo cambiante de la historia con sus nuevas generaciones, capacidades como gestor desde el rol como maestro, directivo, o mejor como ser humano que cree en los cambios de las sociedades y las personas.

Si vemos la educación y la escuela como una realidad que se debe vivir ahora, de forma consciente, en el presente de los niños y jóvenes, de la mano de la capacidad de leernos a nosotros mismo y de leer las necesidades de la comunidad, para que con convicción en primera instancia, toquemos el alma de las instituciones, solo así estaremos preparado para sentir esa transformación a nivel personal y profesional y empezar a tocar las vidas de los seres de la Comunidad Educativa.

Las Instituciones Educativas con la autonomía que tienen desde su PEI, como un instrumento vivo, dinámico que tendrá resultados verificables en la medida, que sirva de guía en el proceso de enseñanza aprendizaje. La evaluación también como una herramienta de la propuesta educativa de las instituciones, que concebida en la esencia humana, reconoce en el estudiante sus capacidades como verdaderos desempeños, donde los mejores indicadores para ellos y sus vidas será entender que desde la diferencia se aprende y se transforma su propia vida; pero también las múltiples posibilidades que brinda la tecnología en la educación, para un aprendizaje significativo, donde el conocimiento y reconocimiento de otro serán la evidencia de cambios de paradigmas en la forma de aprender desde el ser y el dar, pues nos posibilita tener la capacidad de aceptar, aprender del error, ya que ”ser conscientes” que la calidad en los procesos de formación humana no llegan por azar, sino que se construyen desde el reconocimiento de la falta, pero también de la capacidad y habilidad de modificar conductas aprehendidas en ejemplo de vida para los demás, en un ambiente seguro, donde los niños y jóvenes se sientan acogidos como seres únicos en su esencia.

Hablar de los actores que hacen posible este sueño es tocar un ideal compartido, donde se pone de manifiesto intensiones vivas que salen del corazón de personas e instituciones diferentes, que ven en su profesión el éxito de las cosas que se logran con amor y servicio. El resultado será que saldrán a aflorar además de las competencias que impactan el desarrollo individual de los estudiantes de toda una Comunidad en su diferencia especifica, habilidades que tal vez se pensaban incansables por lo estático de las estructuras a manera de contenidos, de pronto son pensadas desde su verdadero origen: “aprender de manera activa y directa, donde se ensaya, se vivencia el error, se interactúa y analiza en la construcción personal y grupal. Se reflexiona desde la vivencia legítima de cada realidad institucional, se revisa y aprende o desaprende según sea la necesidad.

Toda esta reflexión nos permite alcanzar momentos fugases o definitivos en nuestra misión de educar, pero no por cortos dejan de ser trascendentales en esta búsqueda de calidad, pues es la consciencia de la lanzarse a la búsqueda lo que definirá la intención de un maestro para hacer algo por muchas personas, por una institución o por una sola persona.

Escritor: María Isabel Benavide Suárez