El Siglo XXI llamado la sociedad del conocimiento de la información, nos abre perspectivas aun imaginables en los ámbitos del saber. En un siglo globalizado por las comunicaciones de aperturas comerciales y políticas mundiales, que instan homogeneizar la cultura, las libertades de participación, al punto de revolucionar y reformar los sistemas democráticos.
Dentro de este contexto hoy se ve como la mujer occidental ha escalado a puestos de gran importancia, en los diversos afines de la vida humana. Las redes de comunicación y sociales nos permiten observar las condiciones que viven las mujeres musulmanas en pleno siglo XXI, a diferencia de las mujeres occidentales que están completamente integrada a esta sociedad machista, a tal punto de poder participar en política, educación, distintos ámbito laborales, accediendo a cualquier puesto o profesión, tal como ministras, abogadas, capitán de las fuerzas armadas, jefas de hogar o de una gran empresa, y / o como será próximamente en Chile una presidenta de la republica
Sin embargo al otro lado del mundo encontramos una cultura en que las mujeres son completamente discriminadas y menospreciadas, tanto así que sus derechos son vulnerados, son prácticamente esclavas de su religión, de acuerdo al Corán los hombres están por encimas de ellas no pudiendo participar absolutamente en nada sin derecho a voto en política, ellas simplemente sirven para engendrar y ser sirvienta de sus maridos cumpliendo la ley divina, al punto de no poder elegir su marido, ni su forma de vestir, obligándolas a cubrir totalmente su cuerpo, siendo esto significando de castidad.
Es una cultura religiosa que rige su vida por su sagrado libro que es el Corán. ¡Será un libro sagrado, pero para mi es un libro muy machista! Corán señala que el hombre va por encima de la mujer, por las siguientes razones: Por su inteligencia, por la herencia, en este lugar la mujer recibe como máximo la mitad del hombre, Los testimonios del hombre poseen el doble valor que el de la mujer y por ser el hombre quien el que se casa con la mujer, Él puede vivir en concubinato. En el occidente es muy diferente las leyes protegen en todo sentido a las mujeres, al repartir una herencia debe ser en partes fraccionarias sin hacer diferencias ni importando el sexo.
El derecho de la libre expresión, acá mujeres y hombres son escuchados y valorizados por igual. La articulación de esta autoría es en base a una visión o perspectiva de una mujer occidental, con respecto a una mujer oriental y su condición actual en cuanto libertad de participación, sus necesidades y sueños. Para nadie es un misterio que la mujer occidental ha ganado espacio en varios ámbito de la sociedad, pero aun así quedan ciertos problemas que le afectan directamente, como la violencia, femicidio, discriminación (menos sueldo) talvez por considerarlas el sexo débil, no obstante lo anterior se tiene muchos puntos ganados con respecto a las mujeres musulmanas, se podría decir que ellas son cautivas de su religión, por lo al verso de las mujeres orientales las mujeres occidentales están completamente protegidas por derechos y leyes, tanto así se puede denunciar los maltratos físicos, psicológicos, que son propiciados de partes de sus cónyuges o parejas. Existen centros y grupos que apoyan y velan por ellas.
El grado de libertad es inmenso a comparación de la mujer musulmana, las mujeres occidentales pueden vestir como deseen, casarse o convivir, tener o no tener hijos, trabajar, sacar títulos universitarios, viajar por el mundo etc., Sin que ninguna ley religiosa o política, ni la misma sociedad se lo impida. Realmente creo que la sociedad islámica esta encerrada en un burbuja llamada religión, no puedo creer, ni tolerar como las mujeres pueden ser manipuladas y oprimidas por esa sociedad, como un libro puede influir tanto en su vida. Como deseo que ellas pudieran aprender de este otro lado del mundo, que puedan disfrutar vivir la vida en plenitud, sin restricciones y normas absurdas. Ellas deberían valorarse como seres humanos. Que griten y expongan todo lo que sienten, por que nacimos para ser libre y disfrutar la vida, esta vida que es muy corta.
Escritor: Karla Castillo Andrades.
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