NOCHE DE ABUELOS

Un llanto de tristeza rompió con el silencio de aquel lugar siniestro e hizo que la penumbra se intensificara; era el llanto de un abuelo, que se acompañaba con la basura, escombros y blasfemias de los individuos de ese desconocido mundo, continente, país, o ciudad, o pueblo, o barrio, o no sé, algo. ¿Quién llora?, ¿Quién desesperadamente llama a la muerte, con la música del lloriqueo?, ¿Quién ha roto el sueño del gusano, la lechuza, los murciélagos?…

¿Quién?, no lo sé. Tiene su respiración acelerada, su corazón a reventar, su cuerpo bañado en sudor y su mente inmiscuida en la bata del terror; alguien que navega en su orina y piensa en su tragedia, un abuelo débil e indefenso que lo único que desea es con ese momento acabar.Y luego… – ¿Dónde está mamá?, ¿Dónde está papá o Perdis? Así mismo se pregunta. Pero la melancolía, el terror, el caminar en la cama y un golpe en la cabeza con aquel sueño acabó. Ahora esta Simón, en medio del color, la alegría y belleza de la tierra; contando a sus colegas de barrio lo ocurrido, haciendo gran énfasis en los gestos y gruñidos de su hijo, por dejar correr sus fluidos urinales en la cama del nieto ausente.

Escritor: CAMILO VELÁSQUEZ PALACIO