NUEVAS MANIFESTACIONES DE LA VIOLENCIA DE A TRAVÉS DE LAS REDES SOCIALES – 10 parte –

Este análisis hace patente la necesidad de considerar el proceso de la integración tecnológica, especialmente el de la relación con y en la escuela como espacio público irremplazable para todos los estudiantes que las usan intensivamente en su vida cotidiana y que no tienen otros espacios de reflexión para desplegar y analizar los fenómenos que allí se producen y de los cuales ellos mismos forman parte.

De este análisis podemos determinar que los estudiantes evidentemente participan en el mundo virtual junto con compañeros de escuela, construyen sus identidades, hablan, conocen y juegan entre ellos, en grupos cerrados y/o también se relacionan con otras personas, más o menos desconocidas. En muchas de estas interacciones hay situaciones violentas, por tanto es necesario atender el aspecto del dialogo virtual entre docentes y estudiantes, “extender virtualmente” el espacio de interacción de la comunidad educativa, para abrir espacios de dialogo acerca de temáticas específicas, como las violencias en la escuela. Así a través de las redes sociales, chat, foros o correo electrónico, se pueden denunciar casos, analizar, buscar, concientizar o promover soluciones institucionales.

Se puede manifestar que la violencia está presente tanto en las aulas de la Institución objeto de estudio como fuera de ellas en los espacios de interacción virtual, aunque a veces de una manera indirecta, pero de la misma manera se puede manifestar que existe un gran potencial para aprovechar las redes sociales como Facebook para fomentar conductas pacíficas, de diálogo abierto y sincero entre personas que se reconocen como diferentes, pero que aceptan que todos tienen los mismos derechos. La computadora y el Internet han sido para la mayoría de docentes la causa de violencia en –y/o entre- los estudiantes, sin embargo es importante enfatizar que el problema no son las TIC‘s en sí mismas, el problema no está específicamente en las redes sociales ni en uno u otro producto tecnológico; o al menos no exclusivamente, aunque estas favorecen el anonimato. Sin duda las interacciones de los estudiantes exceden los muros institucionales y surge un cruce entre los usos de las TIC‘s y la violencia; es evidente que fuera de la escuela existen espacios de interacción en los que participan un número creciente de estudiantes y pocos docentes, y padres.

Es necesario que la escuela reconozca la obligación que tiene como espacio público para desarrollar un espíritu crítico y los criterios necesarios para vivir en un contexto de incertidumbre en el marco de una velocidad cada vez mayor y de distancias que parecen cada vez menores. La escuela debe convertirse en una comunidad de interpretación confiable para que allí se desplieguen, por ejemplo, las distintas circunstancias que atraviesan los estudiantes con o a través de las redes sociales. ¿Dónde, sino en la escuela los estudiantes tendrán está oportunidad? Si bien en la vida cotidiana se aprenden cada vez más cosas –entre ellas teclear, chatear o cliquear-, es cada vez más cierto que hay otras que no se aprenden sino en la casa o en la escuela, con un padre o docente cerca.

La escuela debe constituirse respecto a lo que pase en relación con las redes sociales en particular y con las TIC‘s en general, en un escenario de despliegue de verbalización, de pensamiento, acerca de lo que les ocurre a los estudiantes. En este sentido, está claro que el desafío para los docentes y padres de familia no es sólo “tecnológico”, no sólo de saberes informáticos o de una cantidad de horas de navegación en Internet, sino de incluir estas nuevas interacciones como parte integral de la vida cotidiana de sus hijos y estudiantes y, como tal, abordarla como objeto o fuente de reflexiones y de aprendizajes que permitan enseñar a pensar, a reflexionar críticamente, a identificar y resolver problemas, a investigar y aprender; fines básicos de una educación para la convivencia (Aznar, 2003).

Se propone reestructurar la forma de uso y dar una introducción para la utilización de este tipo de herramientas por parte de los docentes donde se indique a los estudiantes la importancia de la ética en la comunicación. También se pueden crear grupos de vigilancia online para vigilar el buen uso de las redes sociales en la comunidad educativa.

En fin, como lo plantean Gómez y Barrios (2008) la convivencia en las escuelas es una realidad compleja, y las intervenciones para su mejora han de partir de esta dificultad inicial. Deben incluirse como una tarea permanente de la escuela, aspecto esencial de la educación integral e incluida en el currículo, planificada, desarrollada y evaluada de forma rigurosa.

Al inicio del estudio, en el marco teórico, se estructuró una pregunta ¿es posible prever la inferencia pragmática en los computadores?, después de realizar el trabajo de campo se encuentra que muchos de los contenidos de los mensajes ofensivos colgados en la red social Facebook, se prestan para que el receptor realice todo tipo de inferencias e interpretaciones, esto se puede convertir en determinado caso en una manera de evadir una posible sanción, ya que no se hace explicito el insulto o la difamación, pero se sugiere. Este uso del lenguaje a través de los medios electrónicos es conocido como ciberpragmática y pone sobre la mesa la importancia de hacer investigación sobre los nuevos lenguajes juveniles mediados por TIC´s y los límites de las competencias fonológica, sintáctica y semántica de los computadores. La dificultad que tienen los receptores de mensajes colgados en redes sociales de acceder a  información contextual que les permita interpretar adecuadamente los mensajes se convierte en un factor más de violencia, basado en la desinformación y en la utilización (manipulación) de un medio de comunicación para difundir rumores.

Las evidencias recolectadas, mensajes colgados en la red y testimonios de las entrevistas, permiten concluir que la falta de una co-presencia física que aporte una mayor contextualización de los enunciados, contribuye a que los mensajes puestos a circular a través de las redes sociales se presten para toda suerte de mal interpretaciones y se conviertan en un factor más de “ciberviolencia”.

Sugerencia de posibles investigaciones

A partir de la experiencia se pueden plantear posibles investigaciones tanto en el campo educativo como en el mundo de la ciberpragmática:

  • Una primera propuesta sería explorar cómo convertir a las redes sociales en herramientas para el diálogo constructivo y la reflexión académica de los problemas de la comunidad educativa.
  • Cómo podrían los estudiantes, docentes y padres de familia hacer frente a la creciente amenaza de la cibervolencia y el ciberacoso.
  • Cuáles son los efectos psicológicos de la “doble vida” que llevan muchos estudiantes, que son víctimas de abuso en la escuela y victimarios en la red y su relación con su posición sociométrica dentro de la escuela y su grupo social.
  • Realizar análisis sociométricos sobre redes sociales y la incidencia de la posición sociométrica de acosados y acosadores, así como su influencia en el aprendizaje.

Autor: Edison Alejandro Yepes Mejía