PERSONA Y FAMILIA

Decidí iniciar la tesina con dos componentes que me parecen indisolubles, porque no se puede concebir una familia sin personas y una persona no llega a ser persona sin ella.

Me resulta curioso, incluso a veces algo decepcionante ver como se reduce la definición de persona en nuestra sociedad actual. Me encuentro frecuentemente que el ser persona es expresado como una composición a nivel emocional, intelectual y funcional y nos olvidamos lo que conlleva ser persona, somos seres con libertad y dignidad, únicos e irrepetibles.

Me parece fundamental no desviarnos de nuestra esencia, del valor trascendental que tenemos como ser humano, reconociéndonos como seres creados por Dios a su imagen y semejanza y reconociendo a Dios como Ser divino, Ser absoluto y verdadero. San Josemaría Escrivá de Balaguer nos dice: “Dios ha creado a la persona humana con amor y por amor y para el amor”.

¿Y por qué resulta indisoluble persona y familia? Partamos de que el hombre es un ser social, no es posible la vida vista de manera individual, es en la familia donde empezamos a socializar, donde tendemos a comunicarnos desde que llegamos al mundo y luego nos vamos perfeccionando y buscando mejorar continuamente y a medida que vamos creciendo se van incorporando experiencias, aprendizajes y ya la convivencia no es sólo con la familia sino que se extiende a diversas formas de la vida social.

Pero lo elemental de la familia es que en ella se recibe al ser humano, se lo acepta y se lo ama por el sólo hecho de ser persona.

No es mi intención adentrarme a conceptos profundos y filosóficos de persona y familia pero me parece importante destacar algunos aspectos fundamentales porque nos ayudarán en el camino de formar a nuestros hijos, a enfrentar las dificultades con más aplomo, especialmente cuando estamos tan lejos de nuestros afectos, de nuestra historia.

Autor: Sabrina Moloney