Perspectivas teóricas de la Psicologia Contemporánea y las Neurociencias Cognitivas: una visión crítica del quehacer en las diferentes psicologías y la necesidad de las Neurociencias como soporte teórico

Diferentes autores han asumido diferentes perspectivas sobre cómo abordar la Psicologia contemporánea, incluyendo varias de sus teorías y postulados. Esto incluye una vasta historia de diferentes vías que desarrollaron la psicologia en diferentes maneras, pero siempre bajo construcciones creadas por la subjetividad y la introspección. Especialmente esto es verdad en cuanto al estudio de la mente y el cerebro. Si los psicólogos quieren mirar el problema, la forma apropiada es por medio de la ciencia y no la subjetividad. Cada vez nuevas teorías emergen desde diferentes paradigmas y perspectivas haciendo la Psicologia misma una materia de estudio difícil de comprender.

Las Neurociencias Cognitivas ofrecen una nueva perspectiva, que debido a sus prácticos métodos de investigación y construcciones teóricas, pueden clarificar muchos conceptos complejos que en los pasados doscientos años solamente han sido analizados bajo la lente de la Psicología. Términos como los de Funcionamiento de la mente y el cerebro, Personalidad, Identidad, Correlatos neurales y Conciencia pueden ser más comprensibles con los resultados de una gran variedad de investigaciones que las Neurociencias Cognitivas han realizado al campo de la ciencia que estudia la conducta y el cerebro humano con todos sus componentes.

Palabras clave: Psicología, Neurociencias Cognitivas, Mente, Cerebro, Personalidad, Conciencia, Correlatos Neurales, Conducta, identidad, teorías Psicológicas. En los diversos contextos teóricos de la Psicología existen diversos modos de aplicar, estudiar e investigar aquello que es desconocido por los Psicólogos y los científicos del comportamiento. Cada vez emergen nuevos paradigmas, nuevas formas de conocimiento que se adhieren al estudio de la Psicologia haciendo de esta incomprendida, compleja, y en algunos casos aislados, obsoleta. Algunos de los postulados de las diferentes perspectivas psicológicas han sido evaluados y falsados por la Filosofía de la Psicología y la Filosofía de la Ciencia (Bunge, 1980; Popper, 1962) con el fin de lograr una mejor comprensión y sustentación teórica y empírica. Estas evaluaciones no se dieron por capricho o rivalidad entre los diferentes posicionamientos.

teóricos donde está inmersa la Psicología. Las evaluaciones fueron elementos pertinentes que se dieron para verificar la validez de teorías que tratan o trataban de explicar fenómenos mentales, intrapsíquicos, conscientes, inconscientes y un sinnúmero de conceptos que aún están latentes en las universidades y que algunos aún son difíciles de comprender. A su vez, estas evaluaciones, sobre todo de la Filosofía de la ciencia y la Filosofía de la Psicologia tratan de verificar qué contiene una teoría como tal y entonces se observa que una teoría tiene una sustentación empírica sobre sus procedencias y predecesoras y que puede explicar de forma clara y contundente sus logros. Una teoría además debe de ser consistente y cuando no es refutable ésta no puede ser considerada científica (Popper, 1962).

El intento por hacer una psicología científica tampoco es un capricho intelectual ni parte de una enemistad con las teorías que han estado adheridas exclusivamente al área de la Psicología, sin tener una vinculación con las Neurociencias Cognitivas. Es más bien un intento por revisar aquello que pueda ser útil desde las Neurociencias Cognitivas para la Psicología y de revisar el contenido teórico de aquello que pueda ser obsoleto para determinar de qué forma altera el desarrollo de la Psicología científica.

El objetivo de este ensayo es reflexivo y permite evaluar diversas formas metodológicas que se tienen en las Neurociencias Cognitivas y en la Psicología contemporánea. Es una mirada analítica entre las diferentes teorías Psicológicas y también sobre aquellas formas de hacer Psicología Científica por medio de la participación de diversas perspectivas desde las Neurociencias Cognitivas. Es importante aclarar que no se pretende hacer una separación de teorías ya que es bien sabido que la Psicología seguirá funcionando pese a las nuevas investigaciones que arrojan las Neurociencias en el ámbito del comportamiento. Sería adecuado, sin embargo, reflexionar hasta qué punto hay o puede haber consistencias con las teorías de la Psicología, aclarando, no obstante, que ninguna teoría por más “antigua” o “estudiada” que parezca puede poseer una verdad absoluta ya que “verdades absolutas” no hay, y ni siquiera la ciencia pretende eso. Porque aquello que busca la Ciencia son explicaciones y no verdades absolutas.

Desde de las Neurociencias Cognitivas y su filosofía hay algo que se deriva para poder entender su quehacer (Epistemología). Existe una concepción Ontológica Materialista que afirma lo siguiente: la postura ontológica (Bunge, 1980) es un marco teórico que adopta una visión materialista y sistémica. El Materialismo Ontológico sostiene que todos los elementos del universo son materiales, es decir, no existen entidades inmateriales. Esta concepción, propia del Realismo Científico que postula Bunge, afirma que no existe la mente como entidad material, sino que ésta pertenece al ámbito de lo inmaterial y por ende no existe como componente funcional dentro de un sistema.

Siguiendo los lineamientos de esta postura, los términos como “alma”, suscitan a una entidad inmaterial, incorpórea e invisible que poseen los seres vivos y que tiene su procedencia de una fuerza divina, sea Dios o en otras teorías una esencia del ser humano y el soplo de vida. La Conciencia se define como un “acto psíquico” donde un individuo se conoce o percibe a sí mismo. Inconsciente: según el psicoanálisis en general es una designación de contenido mental la cual no está en la conciencia y su acceso es meramente difícil por el sujeto y sugiere la existencia de un “estado” que existe en el llamado aparato psíquico. El Aparato psíquico, dentro del psicoanálisis, se refiere a la mente y posee ciertas capacidades energéticas y de transformación. También el aparato psíquico está formado por instancias, estratos, niveles, como el consciente, preconsciente e inconsciente que luego serían reemplazadas deliberadamente por el yo, súper yo y ello.

A continuación, paso entonces a explicar aquello que sería necesario en la Psicología contemporánea y todas sus vertientes con respecto a los elementos empíricos de la investigación científica en las Neurociencias Cognitivas que podría ser necesario para su soporte teórico. Antes de eso podría aclarar que la Psicología posee diferentes perspectivas acerca del estudio de la mente y es necesario mencionarlas aquí para poder enfocarnos en aquello que se necesita estudiar y analizar. Luego pasaría entonces a realizar un enfoque multidisciplinario donde es posible añadir conceptos desde las Neurociencias Cognitivas a la Psicología y observar cúal sería su compatibilidad.

Los estudios sobre el comportamiento han estado en boca de muchos filósofos, científicos y los psicólogos mismos desde hace muchos años. Anteriormente se concebía a la psicología como el estudio del alma y fue cuando Aristóteles de Estagira redacta un escrito llamado “Pery psyches” el cual podría traducirse como “sobre la psiquis” donde Aristóteles plantea que el conocimiento se concibe empíricamente (Caparros, 1976) y la mente se asume como un acto primario por sobre todas las cosas, siendo el único modo donde el ser humano puede percibir y sentir aquello que nos rodea. Aristóteles sostenía que el ser humano nacía como una tabla rasa donde se carecía de ideas y elementos innatos y donde únicamente, por medio del aprendizaje, el individuo podía construir su mundo y su realidad.

Tuvo que pasar mucho tiempo, casi mil años, para que la Psicología y el estudio académico de la mente y otros conceptos como el comportamiento, la personalidad y la conciencia empezaran a tener auge nuevamente. Nos podríamos preguntar qué pasó en esos mil años. Simplemente fue cuando la iglesia ofrecía únicamente explicaciones por medio de la Religión acerca de casi todo. Esta concepción dentro del estudio científico, o al menos académico del comportamiento, resulta difícil de abordar, ya que no se sabe qué pretendía la Iglesia con explicar de forma absolutista el funcionamiento del comportamiento y sus diferentes variables. Fue entonces cuando un filósofo de origen francés comenzó a hablar sobre la mente.

El termino mente se desprende de una concepción cartesiana, donde Descartes con su famosa frase “pienso, luego existo” abre camino a una dualidad de “mente-cuerpo” (alma-cuerpo) que se ha prestado para que sirva como explicación infinidad de veces entre ciertas comunidades como la científica, la religiosa, la filosófica en ocasiones la política y dentro de las cuales se presupone como cierta. Mírese lo que Descartes piensa en sus meditaciones: “de modo que luego de haberlo pensado y haber examinado cuidadosamente todas las cosas, hay que concluir y tener por seguro, que esta proposición: pienso luego existo, es necesariamente verdadera, cada vez que la pronuncio o la concibo en mi espíritu”. (Descartes, 1641, pag 16-17). Se puede ver en esta idea del filósofo, cómo se propuso una descripción de que existe para una substancia separada del cuerpo la cual, según su propio supuesto, ésta, llamada mente que piensa, podía emerger a la existencia.

En otras definiciones, varios filósofos se acercaron a una explicación partiendo desde la idea academicista teórica. Hay que recordar que en la época se desconocían varios métodos donde se podía estudiar y observar las actividades de varios sistemas neurales. Spinoza, de descendencia portuguesa, cuya hipótesis acerca de la mente proviene de un latente monismo, concluye que la mente no está separada del cuerpo, lo contrario de Descartes, sino que la mente es producida por procesos cerebrales, de tal modo que cerebro y mente son una misma cosa. Aunque podría decirse que lo que Spinoza quiso decir es que había un paralelismo: ambas eran iguales, pero cumplían funciones diferentes. Spinoza estaba enfocado solamente en que el cerebro y la mente son una manifestación de una sola entidad, lo que se llamaría entonces, monismo neutral cuya teoría filosófica señala en este caso que lo mental no es ni físico ni inmaterial sino que es una construcción de una sola sustancia llamada Arje (Bunge, 1985).

Posteriormente, el filósofo y teólogo francés, Nicolás Malebranche (1638-1715), aducía que Dios se encargaba de que, al ocurrir un evento corporal, tuviese lugar un evento mental y viceversa (Malebranche, 1701). El señor Malebranche, en un afán por considerar como verdadero el método cartesiano y toda su filosofía racionalista y también por respetar los designios de Dios, quiso vincular la Filosofía cartesiana con la Filosofía agustiniana, llamando a esta posibilidad de unir Filosofías por respeto a la razón y a Dios, como el ocasionalismo, donde Malebranche argumenta que Dios es la causa verdadera de todo, siendo el resto de las cosas solamente causas ocasionales. Él mismo da una conclusión bastante cómoda desde su pensamiento: las cosas que se conocen, es decir, el mismo conocimiento no se da por investigación propia del las personas, sino que si Dios no las pone en el lugar donde están, entonces no habría conocimiento. Stillier (1991) cita a Malebranche y afirma que lo que se quería con esta Filosofía era que las personas debían interactuar con Dios, participar en los planes de Dios y, si había una participación con Dios, entonces el hombre podía tener acceso a las cosas y, en consecuencia, al conocimiento.

1716), de origen Alemán, habló de que existe una armonía preestablecida entre dios y la mente humana. Leibniz nos dice que Dios, por su propia voluntad y sabiduría, hace que el alma y el cuerpo funcionen como un par de relojes ajustados e interdependientes y que marcan indefinidamente la hora, lo que no impide su interacción. (Leibniz, 1690). Las concepciones de Malebranche y de Leibniz están situadas bajo una consecuencia de fenómenos, donde Dios sería aquel productor de fenómenos mentales que participa, observa, motiva, incita e interviene, viniéndose abajo el concepto de libre albedrío. De todos modos, en la misma Biblia se habla de que Dios conoce absolutamente todo aquello que nosotros pensamos, y lo que vamos a pensar: Génesis 6:5).

Realmente no son muchas las personas que están conscientes de que Dios sabe y conoce la condición de la mente de cada Ser Humano. Sin importar cuál sea la condición de la Mente, Dios la conoce. No simplemente la conoce, sino que en su Palabra está la solución para ordenar la mente. (Salmo 7:9). Proponer que un ente inmaterial, invisible, con atributos de sumergirse libremente en los cerebros de las personas es una concepción que no puede ser estudiada dentr  de las ciencias del comportamiento, es un asunto de Fe y no de razón. El cerebro y las creencias religiosas podrían explicarse sin arrojar verdades absolutas acerca del por qué las personas creen en un ser superior, pero partir de una concepción de intervención divina no caben dentro del estudio científico del comportamiento.

Con la llegada del positivismo se señala que el término “alma” y su estudio pasan a ser un estatuto idealista. Dentro de la Filosofía de Comte, el alma pertenece entonces al estadio Teológico o ficticio, donde su explicación se basa en la especulación. En este estadio, las preguntas que se hace el ser humano acerca del alma son entonces que de corte mítico y de respuesta mítica (Comte, 1832). Desde aquí en adelante la mente deja de ser tema de estudio Teológico, pero aún se concebía que la mente era un “estado” independiente al cerebro [materia]. Entonces surge lo que se llama dualismo psicofísico. Veamos a algunos de sus exponentes: Leibniz (1646-1716), H.

lotze (1817-1881), y Freud (1856-1939), en su juventud, nos dicen que lo mental y lo cerebral o físico son paralelos o sincrónicos, y que, necesariamente, existe una armonía preestablecida. Pasemos entonces en la misma línea de dualismo psicofísico donde tenemos a T.H Huxley (1825-1895), K. Vogt (1817-1895), quienes conciben que lo cerebral causa o secreta lo psicologico. Corriente llamada epifenomenismo. Seguimos con Platón (428-347 A.C), S. Agustín (354 D.C-430 D.C), Tomas de Aquino (1225-1274), S. Freud (1856-1939), Sperry (1913-1994) y Popper (1902-1994), lo mental o lo Psicologico controla lo cerebral o lo físico. Esta concepción se le da el nombre de animismo porque afirma que la mente es aquella que dirige al cerebro.

Dentro del monismo psicofísico tenemos a Berkeley (1685-1753), Fitche (1762), Hegel (1770-1831), Fechner (1762-1814) y James (1842-1910), quienes concebían que la mente y sus fenómenos eran idealistas, pansiquistas y fenomenistas, es decir, aquello que es realidad son solo manifestaciones de la mente o psique (Bunge, 1985). Siguiendo la misma concepción de monismo psicofísico estan Spinoza (1632-1677), Rusell (1872-1970), Carnap (1891-1970) y Feigl (1902-1988) para quienes la mente y el cerebro son aspectos de una sola entidad, monismo neutral, o concepción de doble aspecto. Ellos arguyen que lo mental no es ni físico ni psíquico, sino que podría ser una vertiente desconocida proveniente de la naturaleza.

Por último dentro de la línea de monismo psicofísico tenemos la concepción más actualizada y por ende la más utilizada por las Neurociencias Cognitivas. Entre esta perspectiva tenemos a Diderot (1713-1784), Darwin (1809-1882), Ramón y Cajal (1852-1934), Hebb (1904-1985) y D. Bindra (1922-1980) quienes sostienen que lo Psicologico o mental son un conjunto de funciones o actividades cerebrales emergentes. Dicha postura se hace llamar Materialismo Emergentista (Ardila & Bunge 1988).

Al revisar estas diferentes concepciones acerca de lo mental y el famoso problema Mente-cerebro nos damos cuenta de la diversidad de posturas filosóficas que enriquecen de alguna manera las teorías de la Psicologia. De todos modos hay muchos problemas que siguen latentes y estos problemas se refieren al vocabulario que se utiliza para explicar algunos términos. Es un vocabulario que incorpora la Psicología popular con los conceptos académicos y científicos de la Psicología. ¿Qué es conciencia? es aquello que nos hace ver si las cosas estan bien o mal (Betancur, Comunicación personal, 6 de abril de 2011).

Otros apelan a que es la voz interior que nos dice cómo debemos comportarnos y que cuando hacemos algo mal, entonces esta nos dirá que hemos hecho algo indebido (Ortega Comunicación personal, 6 de abril de 2011). Hay otras afirmaciones menos populares que nos dicen lo siguiente: “es la capacidad de definir las situaciones diarias desde la perspectiva de poder modificar el entorno para bien o para mal” (López, Comunicación personal, 6 de abril de 2011). Tenemos entonces tres definiciones que son propias de la Psicologia popular. Es decir, aquello que la gente cree que es la conciencia. Voy entonces a retomar lo que sería una adecuada definición de conciencia para un posterior entendimiento de la misma.

Un suceso consciente es una actividad cerebral que consiste en advertir (registrar, analizar, controlar o seguir la pista de) alguna otra actividad cerebral….por lo tanto, los sucesos conscientes son actividades de ciertos sistemas neurales (probablemente muy grandes). Sin embargo, no sabemos con seguridad cuales son estos sistemas; solo sabemos que, a menos que el tallo cerebral superior y el tálamo se encuentren activados, el cerebro puede no encontrarse en ningún estado consciente (Penfield, 1966.) Algunos investigadores han “implicado” al eje tallo cerebral-área media izquierda-cíngulo frontal (Flor-Henry, 1976). Otros investigadores dicen que estan involucrados los lóbulos parietales (Mountcastle, 1978). Pero la evidencia empírica a favor de alguna de estas hipótesis se limita a que el bloqueo o el mal funcionamiento de cualquiera de estos sistemas son suficientes para perder la conciencia. (Bunge, 1985. Pag, 190).

Esta defincion es clara y concisa. También seria precisa para utilizarla dentro de la misma explicación de la conciencia y el estar conscientes. Entonces abandonemos los términos de “crear consciencia”, “generar consciencia”, “tomar consciencia” “concientizar” que son propias de elementos dualistas que explican la consciencia de modo ambiguo y son interpretaciones que se dan dependiendo de las creencias filosóficas, moralistas o religiosas de las personas.

Ahora, el Psicoanálisis, que difícilmente retoma el cerebro y el tema de las neurociencias, nos dice que hay un Inconsciente y que dicha instancia es o se refiere a los contenidos psíquicos que no aparecen en la conciencia y que su “función” en el “aparato psíquico” es donde se encuentran todos los contenidos reprimidos y que por este proceso de represión, no pueden pasar a la conciencia. (Freud, 1912). Si observamos detenidamente aquello que nos quiere decir Freud refiriéndose al inconsciente es que posiblemente para él y sus seguidores, como también para aspectos dentro de la psicología dinámica, algunos teóricos humanistas, como Perls (1893-1970), Frankl (1905-1997) es que el inconsciente es un estado dentro de otro estado o instancia dentro de otra instancia y que tiene propiedades de “guardar” contenidos reprimidos. Estos contenidos reprimidos en su teoria son entonces representaciones, pensamientos, ideas, recuerdos o deseos que un individuo rechaza y son mantenidos en el inconsciente. Afirma Freud que estos contenidos rechazados no serían desechos sino que estarían ligados a una pulsión para poder que funcionen dentro de esta instancia psíquica [Inconsciente]. Aquello que es reprimido (Freud, 1923) constituye el componente central del inconsciente, y por ende aquello que se reprime se sintomatiza.

Aquello que es inconsciente en términos Neurofisiológicos se entiende por el continuo aprendizaje de cosas nuevas que nos lleva a un desarrollo más intimo con tareas rutinarias, por ejemplo: en ocasiones no se es consciente de estar conduciendo un auto, sin embargo cuando estuvimos aprendiendo a conducirlo estuvimos conscientes de hacerlo, y de tanto conducir esta tarea se ha vuelto automática es decir, se ha convertido en un proceso inconsciente. Nótese que nadie piensa así: “voy a encender el auto, luego voy a mover la palanca de cambios y ponerlo en primera y luego voy a pisar el clutch o embrague y seguiré hacia adelante”.

¡No! Todo este proceso de pensamiento se hace únicamente cuando estamos conscientes de que estamos aprendiendo a conducir. Cuando nos olvidamos de algo no es necesariamente porque lo
reprimimos y lo rechazamos. . ¿Qué es el olvido entonces? Según Sigmund Freud, el olvido es propiamente un efecto de la represión, aduciendo que el súper yo prescindiría o censuraría recuerdos displicentes o vergonzosos. En su forma fantasiosa y novelesca de explicar el olvido hay una equivocación y error de razonamiento. El olvido se presenta en todos los animales y no solo en aquellos que puedan sentir vergüenza.

Habitualmente estos episodios vergonzosos se encuentran entre aquellos que se recuerdan con más vivacidad. El olvido entonces dentro de la Psicobiologia se explica como un evanescimiento de engramas o huellas neurales, que pueden ser provocados por descargas espontaneas de neuronas próximas, o por la inhibición lateral de engramas de reciente formación o la interrupción de vías neurales, es decir la desconexión de estas (Bunge & Ardila, 1988). Para que la Psicología contemporánea y todas sus escuelas sea una ciencia independiente de sus postulaciones mentalistas es necesario partir de las investigaciones que se han hecho dentro de las Neurociencias, porque de lo contrario nos quedaremos haciendo Psicologia mediante hipótesis que no poseen un sustrato físico y que no han sido vigiladas bajo el control empírico (Bunge,1985). Como la Psicologia no es invasiva quirúrgicamente y no tiene las herramientas para saber qué ocurre en el cerebro a nivel molecular, entonces estaríamos hablando de hipótesis que son generadas por el soñar continuo de nuestra imaginación subjetiva, lo cual es válido, pero ha de ser constatado.

Estamos haciendo Psicología sin tener en cuenta lo que molecularmente sucede en nuestro cerebro. Una investigación reciente, desarrollada por investigadores de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, encontró que el receptor ionotrópico de glutamato (mayor neurotransmisor excitatorio del sistema nervioso central e involucrado en funciones cognitivas) activado por los receptores de NMDA (N-metil-D-aspartato), es una molécula clave de la conciencia (Lareo, 2006). Durante los últimos años, se han realizado varios estudios e investigaciones que permiten identificar el iGluR-NMDA como la molécula central de procesos de aprendizaje y memoria (Tsien, 2000). Estos procesos de aprendizaje y memoria en general y la participación del receptor NMDA en todas las sinapsis glutamatergicas puede ser el que constituya el principal neurotransmisor que sea asiento de la “construcción” molecular de la conciencia, el aprendizaje y la memoria (Bradford, 1988).

Con esta información la Psicología contemporánea y todas sus corrientes y escuelas se preguntarían ¿es la conciencia una construcción psicologica que tiene funcionamiento dentro de un lenguaje subjetivo y por ende un procedimiento también subjetivo como el ser conscientes? ¿O posiblemente podríamos revisar más las investigaciones que se hacen dentro del campo de las Neurociencias? Esta información demuestra que sí hay algo dentro de nuestro craneo y no solo un par de circunvalaciones, lóbulos, sino que más allá de eso puede haber un correlato molecular con aquello que posiblemente estemos estudiando con base en teorías obsoletas y no con investigaciones concretas.

Cuando se habla de “trastornos mentales” en la Psicologia contemporánea y todas sus corrientes y escuelas, en su mayoría se hace inferencia a una cuestión mental. Poco se sabe de las causas biológicas de la esquizofrenia en la Psicologia Dinámica. Según sus supuestos teóricos, la Esquizofrenia se origina por la inadecuación de los cuidadores que se tenían hacia el paciente. Esta inadecuación temprana de los cuidadores, sean los padres o no, pudieron conducir a problemas durante el periodo preverbal, los cuales generaron a una alteración de relaciones objétales tempranas. También las teorías psicopatológicas del Psicoanálisis aducen que la esquizofrenia puede ser producto de un bajo o lábil desarrollo de las funciones psíquicas y especialmente las funciones yoicas básicas (Willick, 2001).

Puede verse entonces la reticencia en aceptar, por parte de los teóricos psicoanalistas, que la esquizofrenia puede ser resultado de un problema químico y genético, como también del reforzamiento de la misma enfermedad por hostilidad en el ambiente, y no es el resultado exclusivo de factores mentales como aduce el Psicoanálisis. El Psicoanálisis entonces cree y afirma que, de algún modo, la “mente” puede controlar al cerebro; aquella mente inmaterial a las que ellos se refieren con su Yo, Súper Yo y Ello o aparato psíquico y las instancias de inconsciente o subconsciente. Si queremos una Psicologia Científica, no podemos hablar de inconsciente como si fuese una entidad que es capaz de influir sobre otra entidad [la conciencia], del mismo modo que no se puede hablar de entidades mentales dentro de entidades mentales, porque las entidades mentales, no son entidades, son supuestos (Bunge, 1985).

Dentro del marco teórico propuesto por las Neurociencias Cognitivas hay teorías que se ubican más alla de caprichos teóricos e intelectuales. El cerebro no reconoce constructos ni supuestos, es decir, en el cerebro no hay formaciones o más bien dicho moléculas lingüísticas, no hay una mente, ni un alma, ni una Religion, ni un Dios, ni un Yo o un inconsciente. Para poder entender el cerebro no es posible entenderlo mediante la Psicología y sus teorías, porque entonces terminaríamos buscando la luz, donde no la hay o no existe.

La Psicología contemporánea y todas sus corrientes y escuelas es una Psicología aun inmadura e inocente que juega a ser ciencia por medio de términos complejos pero vacuos. Al menos la Psicología Cognitiva Conductual va un paso más alla del resto de las otras escuelas porque reconoce que en el cerebro suceden fenómenos que le son propios a sistemas, cuyas propiedades son las de emerger. Por ejemplo, desde el cerebro emerge un comportamiento, un pensamiento, un sueño y no la mente, porque la mente no es una entidad. Además de esto, acude al aprendizaje y a la modificación de la conducta que son herramientas validas y comprobadas por Neurofisiologos de que pueden configurar ciertas conexiones neurales, y por ende modificar una conducta especifica (Feist, 2009). Es una escuela Psicologica que acepta y utiliza el método científico y aprovecha de manera sabia que los llamados “estados mentales o fenómenos psíquicos” tienen una relación directa con el cerebro, por no decirlo mejor, sería más apropiado de hablar de estados cerebrales que estados mentales.

Dentro de la misma Psicologia contemporánea y todas sus corrientes y escuelas tenemos también al Humanismo-Existencialismo o tercera fuerza, vertiente que también la mayoría de sus teóricos fueron Psicoanalistas europeos exiliados en diferentes países del mundo, en mi perspectiva, como la de otros tantos que nombrare, esta perspectiva se puede entender mejor como una Psico-Filosofia ya que se adhirieron corrientes Filosóficas como el existencialismo propuesto por Sartre (1905) que a su vez estuvo influenciado por la Fenomenología de Husserl (1859) y por aquello que el Filosofo Danés Kierkegaard (1813) considera como un motor propio del ser humano que es la angustia. La Psicologia Humanista podría concebirse como un “método” Filosófico que busca la autenticidad del individuo frente a diversas problemáticas que se dan en su existencia, lo que se pretende es darle una evaluación Psico-Filosofia a asuntos como la existencia, la autorrealización, el amor, la creatividad, la trascendencia del Yo, la experiencia trascendental y la salud Psicologica (Sutich, 1962).

Dentro de las teorías de la Psicologia Humanista está otro teórico importante en esta vertiente que es Abraham Maslow (1908) quien desarrolló una teoria centrada en las necesidades partiendo de la motivación del ser humano, elaborando entonces cinco elementos para estructurar esta teoria, empezando por el elemento fisiológico (respiración, alimentación, sexo, descanso), luego la seguridad (seguridad física, de supervivencia, de propiedad privada, de salud) la afiliación (amistad, intimidad sexual, afecto), reconocimiento (Autorreconocimiento, respeto, éxito, confianza) por ultimo la autorrealización (Moralidad, espontaneidad, creatividad, falta de prejuicios, resolución de problemas (Maslow, 1943). La Psicologia Humanista en su mayoría de teorías y de procedimientos acude a la experiencia subjetiva. Sin embargo, dentro de sus supuestos aún queda algo inexplicable en el proceder del individuo.

Podría preguntarme, basándome en aquello que Maslow propone en su escala o jerarquización de necesidades, ¿que se pretende con el Autorreconocimiento? ¿Se estaría hablando de la conciencia la cual anteriormente explique? O se estaría apelando por un Autorreconocimiento de identidad, de decir: “Yo soy”. Esto no se explica claramente. También me podría preguntar por el éxito, ¿qué es éxito para Maslow? Y ¿qué es éxito para mí? O para muchas personas, porque el éxito como sinónimo de logro o complementación de metas es algo relativo y difícil de estudiarlo, casi siempre el ser humano quiere más y es difícil satisfacernos con lo que tenemos. En este caso el éxito es un estado que no tiene límite o al menos siempre buscamos por más, ¿sería entonces insatisfacción constante? O en el aspecto de la moralidad, ¿en qué situación y en qué lugar Geográfico o Cultura? Para un Musulmán es moral que se alabe y se inmole casi siempre aniquilando a personas que no comparten su creencia, solamente por la moral de su Religion. Algunos componentes en la jerarquización de la escala de Maslow son relativos y se necesita una explicación profunda de su funcionamiento en la teoria de la Psicología Humanista.

se entiende como una instancia psíquica y que es mediadora del ello y del súper yo. Dentro de la Psicología Humanista, el yo es una instancia que cambia, que se mueve y que para alcanzar su autorrealización, el yo debe trascender y ser autentico (Rowan, 2001). Y por ultimo en la Psicologia Cognitiva se tiene al Yo como un núcleo central para el procesamiento de la como una instancia, algo que reside en el interior, y desde esas perspectivas se desprende un sinnúmero de teorías que estudian su funcionalidad, sus trastornos y sus características.

Veamos entonces lo que la Filosofía de la Psicologia y las Neurociencias Cognitivas nos dice acerca del “Yo”: en un individuo es un estado de advertencia solamente si se advierte a sí mismo, es decir, se advierten los procesos que ocurren en sí mismo. Tiene un “Yo” determinado solamente si en ese momento se auto advierte o es autoconsciente (Bunge, 1985). Entonces podemos determinar que el yo no es una entidad propia o única, sino que es un estado de una entidad, en este caso el cerebro. Los seres humanos no serian los únicos que se auto advierten (Bunge, 1985), pero son los únicos que poseen autoconciencia solamente cuando son normales y a partir de cierta edad. En el caso de los niños, antes de siete años él se auto advierte, pero no posee autoconciencia, ya que se cree que la autoconciencia aparece después de los siete años de edad (Piaget, 1976) y se origina con el habla interna (Vigotsky, 1962). La auto advertencia y la autoconciencia de una persona X es la perspectiva única de cómo esa persona X se concibe, siente y piensa. Podría decirse que es una imagen subjetiva que representa esa persona X y por ende es efectuada y entendida por esa misma persona X. Siempre estará sujeta a diferir de muchas más imágenes o representaciones suyas. Estas representaciones cambian con el tiempo y, en consecuencia, una representación que esa persona X tenía cuando era joven cambiará cuando sea una persona anciana. El “Yo”, por ser un estado de una entidad (cerebro) cambia, y es mutable (Bunge, 1985).

y por ende, podría haber personas no humanas, porque puede haber ciertos animales que posean un conjunto de conductas que estan ligadas con capacidades mentales como, por ejemplo, la jauría de lobos y su capacidad para hace sociedades. Esto podría entenderse como un rasgo de personalidad. La personalidad según la Filosofía de la Psicologia y las Neurociencias Cognitivas afirman que cuando un individuo está dotado de un sistema neural, entonces la personalidad seria un sistema funcional compuesto por funciones motoras, conjuntos de conductas propias y funciones cerebrales que hacen emerger la mente (Bunge, 1985).

La personalidad en el marco teórico de las Neurociencias Cognitivas y la Filosofía de la Psicologia posee ciertas características que son validas reconocer: la personalidad es la unificación de conducta con los procesos cerebrales, la cual resulta ser una propiedad de todo el cuerpo. No hay un organo de la personalidad, la personalidad cambia debido a cambios Neurofisiológicos tales como daños específicos en ciertas localizaciones del cerebro, véase el caso de Phineas Gage (1823) el consumo de LSD y alcohol pueden repercutir a cambios en la personalidad momentáneos, aunque su continuo consumo puede desencadenar daños irreversibles. El aprendizaje configura la personalidad y la enriquece, aunque en algunas situaciones no se dé el mejor aprendizaje y consecuentemente no sea un aspecto enriquecedor de la personalidad.

La personalidad puede modificarse y cambiar abruptamente cuando un individuo estuvo expuesto a experiencias sumamente traumáticas, como secuestros, guerras, prisión o torturas y quizá puedan adquirir personalidades nuevas. Cuando se duerme, no hay personalidad, de hecho no hay persona, cuando se despierta el individuo se estructura de nuevo la personalidad por medio de la asociación (memoria) y la auto advertencia, a menos que ocurra un accidente cerebro vascular durante el sueño. La personalidad tiende a cambiar dependiendo de su ambiente social que le rodea, es decir, un individuo puede ser una “persona” totalmente diferente en su casa y puede ser otra en el trabajo o universidad, debido a diferentes estímulos y por ende a la representación que se tengan de estos en determinado sitio, sea en su casa o en otro lugar.

No hay una identidad personal o aquello que se entiende por personalidad duradera. Las conductas de un individuo con un sistema neural son más variables y vulnerables que otras funciones corporales. Lo que puede haber es una continuidad de la personalidad, dependiendo de los mismos estímulos que se tengan en determinado tiempo y en determinado lugar, aquellos estímulos son cambiantes de igual modo que son representados de manera distinta por los sistemas neurales. La mente no es algo que reside incorpóreamente, sino un conjunto de funciones cerebrales superiores. Cuando hay una comisurotomia, lo más probable es que emerjan dos mentes diferentes y por ende dos personalidades dentro de un solo cuerpo. La personalidad puede cambiar por el uso de fármacos psiquiátricos, por ende esto no explica que la mente sea algo incorpóreo y que controle la misma personalidad, (Bunge, 1985).

En conclusión, las Neurociencias Cognitivas y las diferentes formas de psicologia, podrían entenderse mejor si existe una interdisciplinariedad teórica y práctica. Más que por motivos ideológicos, se dirían más bien que son por motivos de practicidad y de ética. De practicidad porque tenemos a la ciencia, que por medio de sus investigaciones se ha tomado el tiempo y la osadía de buscar y explicar definiciones que dentro de los marcos teóricos de las diferentes psicologías son complejos o difíciles de explicar ya sea debido a la falta de control empírico o de confusiones dadas por motivos de propias representaciones teóricas que se adueñaron algunos teóricos o por malos entendimientos debido a la traducción de las mismas teorías de un lenguaje a otro. Las neurociencias entonces pueden prestarnos definiciones concretas ya que son producto de arduas investigaciones en lo que refiere la Biologia del comportamiento, la Neuroquimica y las interacciones entre redes neuronales. Sería entonces posible enfocarnos en una filosofía de la Psicologia que pretenda explicar términos que son determinantes para su proceder, para su entendimiento y eventual aplicación en el campo que se quiera utilizar.

Por otro lado, las psicologías y sus percusores tendrían que evaluar sus conceptos y adaptarlos a los cambios que se dan a lo largo de los años y a los resultados de las investigaciones científicas. Es menester entonces partir de una idea de trabajo mutuo para así facilitar el entendimiento tanto de los conceptos propios de las teorías psicológicas en general y los conceptos de las Neurociencias, analizar su aplicación y por ende una mejor comprensión de lo que se estudia, en este caso serían varios elementos. En cuanto a la ética, sería recomendable analizar aquello que se está haciendo dentro de las psicologías.

¿Estamos siendo honestos con nuestras propias construcciones, con aquello que se le dice a un paciente, a una comunidad en particular, a una familia, a un estudiante? No es cuestión de reducir, por el contrario, de construir teoria basada en conocimientos concretos que no se queden en hipótesis flotando en un mar de teorías incomprensibles. Si se tiene en cuenta las Neurociencias en el papel de la Psicologia general entonces habrá explicaciones acerca de supuestos y verdades que una vez fueron propias de teóricos radicales en su pensar y en su proceder. Lo ideal entonces seria prestarle atención a las investigaciones de la Neurociencia y deconstruir términos engorrosos de teorías inconsistentes para reemplazarlos por términos entendibles, prácticos y éticos.

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Escritor: Alejandro Rivera Ortiz

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