La diada conócete a ti mismo – cuídate a ti mismo, constituye punto de expansión para interpretar y principio rector de la vida en los antiguos griegos. Estas frases marcaban los muros del santuario de Delfos dedicado a Apolo, en el cual una sacerdotisa o Pitia aconsejaba a sus visitantes de formas tan ambiguas que sólo conociéndose uno, podrían interpretarse. El diálogo platónico ¨Alcibíades¨ es conocido como el primer texto en que se expresa la idea de preocupación hacia sí. Como idea central en este texto, encontramos la primera aparición de la frase ¨epimelesthai sautou¨, en la cual, el cuidado de sí se refiere a un estado activo político y erótico.
El cuidado de sí como reflexión filosófica, fue tema muy difundido a través de varias escuelas, siendo aceptado y abordado por los Epicúreos y sus sucesores los Cínicos; también por los Estoicos. Según Foucault, una de las prácticas devenidas características más importantes del cuidado de sí, era escribir, tomar notas sobre sí mismo, así como enviarlas a los amigos y llevar cuadernos de notas, con el fin y propósito de activar para sí mismo, las verdades que uno necesitaba tener presentes. Luego, son estas escrituras de cartas, las primeras prácticas cuyo objetivo era el examen de conciencia.
La introspección detallada se expresa en forma de carta, y se desarrolla una relación entre la escritura y la vigilancia, prestando cuidada atención a matices diarios del sí, como el estado de ánimo. La experiencia del sí, se intensificaba y ampliaba en virtud del acto de escribir y su lectura póstuma (Foucault, M., 1990). En el movimiento filosófico hacia el estoicismo, existe una concepción diferente de la verdad y de la memoria, así como también otras prácticas para examinarse a sí mismo, ya no desde los escritos y cartas. Se sustituye el diálogo prevaleciente hasta ahora y expreso en las obras platónicas, por una importante y creciente relación pedagógica, en la cual el maestro habla y no plantea preguntas a sus discípulos, estos deben escuchar y permanecer en silencio para adquirir la verdad.
El examen de conciencia, en el caso de los pitagóricos, tenía que ver con la purificación, en la medida que el sueño constituía vía y forma de contacto con los dioses. Cada cual debía purificarse a sí mismo antes de irse a dormir, el recuerdo de los muertos era un ejercicio para la memoria y el descanso ligero. Según este autor, no se trataba de prácticas para descubrir la verdad en el sujeto sino de recordar la verdad que ha sido olvidada, y el sujeto no se olvida a sí mismo, sino las reglas de conducta que deben regir su comportamiento. A este método estoico de examen del sí mismo, no como revelación sino como recuerdo, se le denominó en griego ¨askesis¨. Así también, la palabra griega ¨paraskeuaso¨ o ¨estar preparado¨, se refería a un conjunto de prácticas mediante las cuales uno puede adquirir, asimilar y transformar esta verdad en un principio permanente de acción. En cualquier caso, se trata de un recurso mnemotécnico, mediante el cual: ¨La subjetivación de la verdad es la meta de las técnicas¨ (Foucault, M., 1990, pág. 73).
Las características de la ¨askesis¨, entre otras, incluyen ejercicios en los cuales el sujeto se pone a sí mismo en una situación en la cual puede verificar si es capaz de afrontar acontecimientos y utilizar los recursos de los que dispone; se refiere a poner a prueba su preparación ante una situación concreta. Los griegos caracterizaron estos ejercicios en dos polos, con los términos ¨melete¨ y ¨gymnasia¨. ¨Melete¨ significa ¨meditación¨, indica el trabajo que uno ha realizado con el fin de preparar un discurso o una improvisación, pensando en términos y argumentos que le sean útiles para tales fines. Supone esto, que tenía que anticipar en el pensamiento, a través del diálogo, sobre cuál iba a ser la situación real a enfrentar.
Gymnasia¨ significa ¨el entrenarse a sí mismo¨( Foucault, M., 1990, pág. 76). Contraria a la ¨meditatio¨ que es una experiencia imaginaria que ejercita el pensamiento, la ¨gymnasia¨ es entrenamiento en una situación real, aunque haya sido inducida o creada artificialmente. Se expresa en rituales de iniciación y purificación, en la abstinencia sexual, la privación física, entre otros. La interpretación de los sueños era considerado otra práctica de examen de sí. De gran anclaje popular desde los griegos, esta práctica era entendida en muchos casos como momentos de contacto con los dioses, portadores de información válida para la vida. Sobre ella existía mucha literatura que exponía cómo uno mismo podía analizar sus sueños. El primer libro que se conoce es ¨La interpretación de los sueños ¨ de Artemidoro en el siglo II a.C. Son estas prácticas, los antecedentes del método psicoanalítico de la interpretación del sueño, vislumbrado en este la posibilidad de abordar contenidos siempre ocultos, por importantes.
Escritor: : Juan Manuel Pérez León
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