Actualmente, se hace necesario enseñar a los estudiantes que producir textos es un proceso que implica, como tal, varias etapas ineludibles. En la Educación chilena, se está implementando; pero la asimilación no es todo lo eficiente que desean los educadores pues no asumen la necesidad de planificar previamente lo que escriben. Producir un texto se puede comparar con construir un edificio ya que requiere que se piensen previamente una serie requerimientos que son como los cimientos de un edificio. Esto, en lo referido al texto, dice relación con la construcción de cada uno de los párrafos. Si ellos se encuentran bien estructurados, son sólidos, tendremos un texto (edificio) sólido, cohesionado y coherente.
Cabe, aquí, la pregunta ¿cuál es la importancia de la planificación o preescritura? Primero que nada, hay que tener en cuenta cuáles son los materiales con los que contamos; es decir, cuáles son los saberes que necesitamos poner en juego para producir nuestro texto o discurso. Para responder a la pregunta, tenemos que conocer los elementos básicos sobre los que se trabajará; es decir, para planificar, hay que tener en cuenta:
– El tipo de lector a quien estará dirigido. Esto significa, conocer su condición socio cultural y el rango etario al que pertenece. Ello nos permitirá imaginar su nivel de conocimientos y su dominio de la lengua (recursos lingüísticos, dominio de la gramática y ortografía)
– Definir el tipo de texto que se escribirá. Es un elemento fundamental porque de ello dependen los aspectos estructurales del escrito o superestructura. Esto se asocia al propósito que tiene el yo escritor con respecto de su lector.
– El tema que se abordará: implica conocer los elementos centrales y accesorios que se vinculan a él, para poder hacer una selección que sea pertinente a quien leerá y a la relación que tiene el yo escritor con su lector.
– Propósito de los escritos: existen dos opciones: el propósito del lector (¿para qué leo?) y el del escritor (¿por qué escribo?) Esto último es lo que se debe tener muy claro antes de iniciar el plan pues de ello depende, además, el tipo de texto a producir.
– Listar las ideas que existen y/o conoce el escritor respecto al tema a abordar. Luego se debe seleccionar y esquematizar las ideas pensando en cómo se estructurarán los párrafos: se necesita determinar las ideas principales con sus respectivas secundarias y pensar el mejor orden para secuenciar los párrafos.
– Determinar el nivel y registro de habla que se empleará en el escrito. Esto implica, incluso, seleccionar el vocabulario apropiado al tipo de texto y al lector junto con elegir los conectores pertinentes; es decir, que sean los apropiados al tipo de texto y a la función que estén representando. Esto, bien estructurado, corresponde a la construcción de la cohesión que, a su vez, permite o facilita que el texto tenga coherencia o que quien lo lea pueda darle el sentido que esperaba el autor.
– Elaborar borrador o texto preliminar. Permite que, una vez terminada la planificación en la organización cohesionada tengamos el escrito. Su autor, luego, se pondrá en el rol de lector y evaluará su escrito, lo rehará cuantas veces estime necesario hasta sentirse satisfecho con su texto. Esto significa que pueden ser muchos borradores y que ellos tienen un importante rol en la producción de un buen escrito.
– Revisión: una importante etapa del proceso de pre escritura pues implica el ponerse en el rol de lector y ser crítico de lo que se ha escrito, tener conocimiento de la ortografía y la sinonimia para hacer que el texto sea ágil y liviano, evitando repeticiones de palabras. Sirve para mejorar aspectos poco sólidos y contribuir a darle coherencia mediante el uso de los elementos de cohesión.
Actualmente, se hace indispensable enseñar este proceso para que los estudiantes tengan las herramientas necesarias para enfrentar su vida escolar, para que, también mejoren sus capacidades de comprensión de los escritos que tienen que estudiar a lo largo de su vida estudiantil y también en su vida social y familiar.
Escritor: BLANCA ROJAS