PSICOPEDAGOGIA Y LECTOESCRITURA

El aprender a leer y escribir, se ha vuelto el principal objetivo de la educación básica, surgiendo con ello una nueva política educativa: la alfabetización como necesaria y universal. La urgencia de la alfabetización sitúa a la práctica de la lectura y la escritura como una técnica instrumental del lenguaje, en donde el maestro ha de ser eficiente en la enseñanza de la lengua y el estudiante ha de mostrarse competente. Con todo esto, el niño que no logra aprender a leer o escribir, se sitúa como enigma no solo ante el maestro, que termina agotado en sus múltiples intentos de enseñanza, sino también como enigma que interroga todo el aparataje escolar.

La escuela se ha constituido como el lugar predilecto para la transmisión y recreación del legado cultural que el ser humano ha acumulado a través de los siglos, siendo entonces el lugar predominante para el uso y la transmisión de la palabra2, es el campo de la significación, de la producción de sentido, esto es, de lo simbólico. Es así, como la escuela ha de ocuparse de re –crear los diversos sistemas de significación pasando por las lenguas propias y extranjeras en conjunto con sus literaturas, el cine, la pintura, la música, la filosofía, las ciencias, y muchas otras expresiones simbólicas propias de la cultura; siendo la construcción y la apropiación del código lecto-escritor, el encargo principal hecho a la escuela.

El cómo acceden los niños a la lectura y la escritura en los primeros años de la educación escolarizada es un campo que se ha formalizado desde las ciencias del lenguaje a partir de los trabajos de lingüistas del siglo XX (como Saussure, Bajtín, Jakobson, Benveniste, Eco, entre otros), y su relación con la psicología cognitiva y neurológica, que da paso a postulados de corte evolutivo que constituyen la Psicolingüística (Chomsky). Son estas, las disciplinas que producen un conocimiento científico sobre el origen, adquisición y desarrollo del lenguaje en el ser humano, y que encuentran aplicación en las estrategias psico -pedagógicas de la enseñanza de la lengua.

Desde este punto de vista, las dificultades en la adquisición y uso de la lengua -tanto oral como escrita- son tramitadas como Trastornos del Aprendizaje, referenciadas por el DSM IV como: “las dificultades en la lectura, la expresión escrita, el razonamiento y las habilidades matemáticas; cuya ejecución se encuentra en un rendimiento inferior al esperado según su edad, escolarización y nivel de inteligencia”3. Puede incluir trastornos de la comunicación que aluden a las dificultades en la adquisición y expresión del lenguaje. Los trastornos del aprendizaje “se refieren a alteraciones de los procesos psicológicos básicos implicados en entender o usar el lenguaje, escrito o hablado, que se puede manifestar como una incapacidad para entender, hablar, leer, escribir o calcular”4.

Dichas dificultades se tramitan vía pedagógica, vía terapéutica, o vía psico-pedagógica, siendo esta “una disciplina dedicada al diagnóstico, tratamiento y prevención de las dificultades de aprendizaje escolar”.5

Deficiencias en el aprendizaje que son atribuidas a diversos factores pasando por la baja autoestima, falta de habilidades sociales, falta de oportunidad, enseñanza deficiente, trastornos emocionales (que incluyen mala comunicación no-verbal, falta de prosodia, pobre contacto visual pero con desarrollo normal del lenguaje), hasta una correspondencia directa de orden genético.
Dificultades que se tramitan en la escuela a través de estrategias que buscan el entrenamiento de habilidades cognitivas y motrices del estudiante, haciéndose extensivo al maestro y a la familia.

1 Elaborado por Adriana Lorena León Duarte. Licenciada en Psicología y Pedagogía. Mail: lorenaleon1986@yahoo.com

2 Teniendo en cuenta que en la época actual, fenómenos como el internet o los medios de comunicación masivos “democratizan” el conocimiento, permitiendo un acceso libre y no mediado al saber cultural, que interroga precisamente a la escuela como lugar de acceso al saber y a la función del maestro como transmisor. Sin embargo, es necesario preguntarse si esta transmisión de la sociedad de la información no termina reduciendo la cultura a datos y a información que se consume y distrae, más allá de meditarse.

3 Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Publicado por Masson, Barcelona, 2002.

4 JUNQUÉ, C., BRUNA, O. y MATARO, M. Disfasias, dislexias, digrafías, discalculias. Neuropsicología del lenguaje: Funcionamiento normal y patológico, rehabilitación. Publicado por Masson, Barcelona 2004. Pág. 79.

5 PASSANO, S. Cuestiones epistemológicas en Psicopedagogía Clínica. Tomado de la revista virtual Fort -da Psicoanálisis con niños. Número 3 – Abril 2001. En: http://www.fort-da.org/fort-da3.htm.