Relación entre zona de desarrollo y motivación en el nivel inicial

Como punto de partida, la zona de desarrollo próximo o ZDP es un constructo teórico desarrollado por Vygotsky, alrededor de 1930, que define la distancia existente entre lo que un individuo puede lograr de forma autónoma y aquello que sólo puede resolver con la ayuda o guía de una persona más capacitada. Así mismo, el término motivación es comprendido como aquel estado interno que activa, dirige y mantiene el comportamiento. De acuerdo a esto, la relación entre ZDP y motivación reside en que la segunda es la fuerza que pone en marcha y sostiene la actividad en la primera. Por lo tanto, la motivación debe fomentarse transversalmente en la práctica educativa a través de la intervención en los factores que la propician y la hacen perdurar durante todo el proceso. Éstos son el tiempo, el espacio y la interacción sociocultural entre sus participantes.

La intervención del tiempo y del espacio se logra a partir de la organización de la rutina diaria y de la estructura de aula, en pos de la satisfacción de una serie de necesidades que van desde las fisiológicas hasta las de autorrealización. Esto establece la base de la actividad en la ZDP, pues la definición de momentos para la higiene, la alimentación y el descanso de los niños/as, así como también la implementación de espacios debidamente pensados para estos propósitos, aseguran la interacción sociocultural entre los actores del quehacer educativo.

Desde esta afirmación global y luego de haber analizado retrospectivamente mi desempeño como educadora de párvulos durante el año 2011, puedo afirmar que la planificación de la rutina diaria y de la organización estructural del aula, fue llevada a cabo a partir de dicho principio.

Ahora, en relación a la interacción educativa propiamente tal entre niño/a – adulto o entre niño/a y sus pares, creo que es necesario destacar dos momentos de la rutina que se desarrollaban a diario y que representaban oportunidades riquísimas para analizar la relación entre ZDP y Motivación; estos son la “actividad de aprendizaje central” y la “actividad en rincones”.

Actividad de aprendizaje central

Su planificación se realizaba a partir de un aprendizaje esperado específico extraído del aprendizaje esperado general seleccionado de las “Bases curriculares de la educación parvularia”.

El inicio estaba enfocado en la rememoración de aquellos conocimientos previos relacionados con el tema a tratar. En este punto se fomentaba la participación de cada integrante del grupo a través de una lluvia de ideas guiada por el adulto. De esta forma se lograba determinar la información que los niños/as manejaban respecto al tema central y la construcción colectiva de una base de conocimientos por sobre la cual se comenzarían a trabajar nuevas habilidades físicas y cognitivas. Para finalizar el inicio de la actividad de aprendizaje central, eran determinadas las etapas del desarrollo de la misma, es decir, la disposición del material a utilizar, la cantidad de grupos de trabajo, los pasos a seguir, etc. Esta primera etapa duraba aproximadamente 10 minutos.

El desarrollo consistía en la puesta en marcha de la actividad planificada en cada uno de los grupos conformados. Como eran un total de 16 niños y niñas, generalmente se formaban cuatro grupos de trabajo y cada adulto se hacía cargo de dos. El rol de este último consistía en guiar a cada niño/a hacia el logro de la tarea propuesta, así como también en evaluar su desempeño de acuerdo a los indicadores propuestos en los “Mapas de progreso de la educación parvularia”.

El cierre de la actividad de aprendizaje central, consistía en la discusión colectiva acerca del proceso de desarrollo de la misma. Para esto de disponían las sillas alrededor de la pizarra de manera circular y se dibujaba en ella un esquema con palabras y dibujos de las percepciones de los niños/as respecto a las dificultades encontradas, las partes más entretenidas del trabajo y los resultados obtenidos.

Actividad en Rincones

La implementación de este método de trabajo como un momento estable dentro la rutina diaria responde a su valoración como una importante fuente de intercambio de herramientas socioculturales y de oportunidades para la participación activa de los niños y niñas en la construcción de su propio conocimiento. A través del juego en rincones como el de “la casa” o el de “la construcción” es posible poner en práctica conocimientos previos acerca de los utensilios y de las herramientas que constituyen elementos de uso social y representan a la cultura en la que están insertos. Además, este momento de la rutina diaria puede ser aprovechado como un medio para fomentar la motivación y aprendizajes relacionados con la autonomía, al proponer al niño/a que planifique, regule y establezca las metas para su propia actividad. Los cuatro rincones implementados durante el año 2011 fueron el de la casa, el de la construcción, el del arte y el del lenguaje.

Escritor: NATALIA SANTANDER