Este es recordado por su esplendor y considerado unánimemente como la época clásica de la literatura japonesa ya que se produjo en él un esplendor cultural al formarse grupos rivales de damas talentosas de la época. También en ese período fue creado y consolidado el hiragana dentro de la escritura de las mujeres que luego, al enviar cartas a amantes, conocidos y amigos lo fueron articulando con el ideograma y así, transmitiendo en toda la región.
Producto de este nuevo período histórico surge la obra Makura no Soshi, más conocida en Occidente como El libro de la almohada, de Sei Shonagon. De su autora muchos datos no se obtuvieron a lo largo de la historia pero lo que sí se confirma a través del tiempo es que este diario es, como se ha dicho, una obra monumental que se dio a conocer a través de los siglos sin el consentimiento de su autora ya que era una mujer ue vivía en la Corte al servicio de la Emperatrriz y que escribe este diario para su propio entretenimiento sin saber que, en realidad, estaba inaugurando un nuevo género, el Zuihitsu, y también y sobre todo, creando y dando origen a la literatura japonesa que surge tardíamente producto de la narrativa de la mencionada escritora, Shonagon y de Murasaki Shikibu, autora del Romance de Genji.
Creada en el siglo X, esta obra es un tratado de la naturaleza humana y de las costumbres de la corte, con listas y catálogos extensos de las más variadas experiencias que relatan y presentan lo placentero y lo desagradable de la vida en el encierro, la fugacidad de las cosas desde la percepción de la autora que narra cuestiones inapropiadas y molestas, cosas sorprendentes y perturbadoras, cosas que no pueden compararse y otras espléndidas y dignas de ser contadas, propias de la cultura japonesa de ese siglo. Así, hace mención a las épocas del año, a los festivales y el clima, a la manera en que hombres y mujeres se relacionan trasladando en el tiempo el sentimiento de la autora que se plasma en sus notas y llega a nosotros lectores haciéndonos pensar muchas veces en aquellas cuestiones que a nosotros mismos no nos gustan y nos parecen detestables o muy lindas, logrando además acercarnos a una cultura, religión y pensamiento oriental totalmente distinto, desde nuestras concepciones y formas de vida en Occidente.
Shonagon, en primera persona, abre la obra con una gran descripción sobre las estaciones del año y los momentos del día que más le gustan y luego, mediante la adjetivación, la comparación y demás descripciones, también ayudada por la intertextualidad con otros textos y diálogos que presenció, relata su ensayo y sus notas sobre la vida que lleva y su entorno. Fugaz y digresivo, literalmente «al correr del pincel», El libro de la almohada nos hace viajar en el tiempo, y como lectores, ya inmersos en ese mundo, utilizando traducciones y copias para poder llegar a él, disfrutamos de la prosa bella y transparente de Sei Shonagon y de la literatura japonesa reconocida hoy mundialmente.
Escritor: Flor Semper