Sostenidos y Bemoles del Sistema Educacional Fiscal Chileno

Educar es vocación y arte hecho oficio, con la rigurosidad y precisión de la ciencia. Más aún si se trata de Matemática, Física o Química…
La vida después de llevarme por incontables sendas y de abrir puertas de múltiples oficios, me ha traído finalmente al más noble de todos, el de profesor. Si además, se considera que “se me ha tomado” para la especialidad de Matemática y Física, se entenderá porqué aprovecho esta instancia para escribir estos párrafos…

Recuerdo que alrededor del año 1967, se produjo un gran revuelo en mi colegio…, se venía una serie de cambios en la educación, una reforma. Mi profesora, y casi todas sus colegas, se veían preocupadas, venía algo nuevo en matemática que deberían aprender, “Teoría de Conjuntos”. Parecía ser muy complicado pues todas cual más cual menos, comentaban al respecto. Creo que fue la primera vez que tomé conciencia de eso que llamaban “Matemática”…, y con esto dos cosas, primero; se veía que todos “le temían”, todos preferían “no meterse con ella”…, no era ese tipo de temor que se tiene a lo nefasto, o maligno sino más bien, al tipo de temor o quizá respeto sea lo correcto, que se le tiene al que lo impone por su sola presencia, por su sola grandeza. Y segundo; al parecer poquísimos sabían de ella (en mi colegio creo que ninguno), por lo que se veía como un gran desafío, y por alguna razón con cierto sesgo de mágico, los desafíos siempre me han atraído.

Con los años he ido comprendiendo porqué la matemática las ciencias exactas en general, (solo que las otras son más lejanas de la gente común, por lo que no producen las reacciones que logra la matemática con solo nombrarla), a nadie deja indiferente. Por mi parte creo que en ese pretérito momento “la matemática me eligió para ser uno más de sus escuderos”, ocupando de seguro un puesto menor, pero con la entrega y honestidad como el que más. Por cierto en ese momento, para mí fue como una voz muy queda, pero con la intensidad para ser imborrable, “algún día yo he de saber eso”, que tanto temen mis profesoras y quizá hasta pueda ayudarles a entenderla…

Hubo otro hecho que también no olvidé y aunque mi escaza comprensión no me permitía dimensionar las implicancias de aquello, igual me resultaba disonante… “de primero a cuarto básico no debía repetir nadie…”, la reforma además traía “esta novedad”, era la política que se debía respetar de allí en más. Mis profesoras también discutían mucho al respecto, no sabían cómo harían para pasar de curso a dos o tres compañeros que aún no sabían siquiera leer, comprender lo que leíamos, era privilegio de no más de cinco…
Con el tiempo me fui dando cuenta que muchos de mis compañeros de escuela, egresando ya de la enseñanza básica, aún no leían correctamente ni menos comprendían lo que intentaban leer., habían logrado alcanzar la primera meta pero sin tener las destrezas, méritos o como quiera llamársele, para estar ad portas del siguiente desafío, la enseñanza media.

Estos dos aspectos aparecidos en mi vida por allá a mis siete años, se han cruzado dramáticamente una y otra vez en mi quehacer diario.
Eran la punta de lanza de los nuevos paradigmas que imperarían en mi país, los que nunca aprendieron lo que se supone debían de aprender, el material que ornamenta discursos, y estadísticas mañosamente maquilladas para mostrar que “bamos vien”…, mañana mejor… Los que aprendieron de básica que no es necesario el esfuerzo, cumplir con tareas, ni nada de eso si por ley tengo asegurada mi promoción… , alguien podrá acotar que la idea es sólo hasta cuarto básico…, pero ¿Qué hace el sistema con “el cuello de botella” que se forma en quinto, sexto, etc., etc.? No hay que ser demasiado brillante, “se mira para el lado, y se continúa…”, Ya encontraremos algo o a alguien, a quien culpar…

Hoy con celulares conectados a la red, copian cortan y pegan descaradamente ¡hasta en los exámenes!, aunque la “moda que la lleva” hoy por hoy, es simplemente no presentarse a un examen, fugarse, y si lo agarran igual, entonces ENTREGAR LA PRUEBA VACÍA…, total al final “igual tienen que hacer algo”…, los OTROS por cierto…

En estos días, aumentan los profesores de dudosa calidad académica en los colegios fiscales, son los llamados “profes mármicot”, que en pocos meses, por internet, pero con una asegurada billetera para pagar “la carrera”, son “profesores” con vergonzosas falencias, pero que sin embargo el sistema hipócrita, y para cubrir sus propias farsas los incluye al mismo nivel que un profesor clásico de esos que nos sacamos la cresta estudiando 10 semestres o más para sacar una carrera en una Universidad de verdad…

El hedor de la hipocresía, un botón de muestra: Es común que en asignaturas como Matemática, Física, Química. . . los alumnos puedan agregar notas obtenidas en “otras asignaturas”, como; “Dibujo Técnico”, “Taller de Danza”, “Ética y Moral”, En este último caso, la contradicción es vergonzosa, ¿qué puede ser menos ético y más inmoral, poner una “nota obtenida en esta asignatura”, en física por ejemplo? Pero hay de aquel profesor, si trata de ser honesto, de exigir esfuerzo, disciplina, rigor, en fin . . . se arriesga a ser aislado, ridiculizado, tildado de anacrónico, loco, etc. con penas que van desde el insulto, golpes hasta despojarle de su trabajo. Cualquiera, aunque sea analfabeto(a), se siente con derecho a decirle cómo debes hacer tus clases, cómo debes evaluar, a quién debes aprobar y a quién no…

Hoy con casi 25 años de ejercer la docencia en las dos ciencias básicas fundamento de nuestra civilización, de nuestro desarrollo científico y tecnológico como la FÍSICA y MATEMÁTICA, puedo ver aún alumnos egresando de cuarto, que no saben leer ni comprenden lo que tratan de leer, solo que esta vez estoy hablando de CUARTO MEDIO…

Escritor: Cristian Gabriel Marchant Liberona