Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)

Estamos siendo protagonistas de un especial momento histórico. El ritmo de avance tanto de la ciencia como de la tecnología, nos enfrenta a constantes procesos de aprendizaje. La inmediatez de las comunicaciones, la globalización y los nuevos modos de relación en las sociedades implican necesariamente un cambio en las políticas educativas.

Los últimos ajustes curriculares demuestran que nuestro país no es la excepción en cuanto a los cambios mencionados y nos plantean un Currículum centrado en el desarrollo de competencias. El centro ya no es el contenido, sino la habilidad que va asociada a ese contenido. Es tan amplio, variado y en constante transformación, el campo de las distintas disciplinas del conocimiento, que sólo desarrollando habilidades, destrezas y procesos de meta cognición podemos tener la certeza de que los alumnos lograrán ser adultos proactivos que contribuyan al desarrollo de la sociedad.

Organismos internacionales como Naciones Unidas aluden a la “formación de ciudadanos para la sociedad del conocimiento”, formación que necesariamente incluye habilidades que se expresan a través del pensamiento crítico, la resolución de problemas y la responsabilidad social entre otros aspectos. Ante este panorama el papel del profesor en la sala de clases cambia, deja de ser el poseedor del conocimiento y pasa a ser el mediador que posibilita el desarrollo de competencias en los alumnos, para que ellos sean los constructores de sus propios aprendizajes.

Las Tecnologías de la Información y de la Comunicación se presentan, en esta realidad social, como elementos vitales para que en nuestras escuelas los alumnos puedan conocer y comprender la realidad en la cual están inmersos. A través de una gran variedad de herramientas propician ambientes de aprendizajes creativos y significativos, asociados al desarrollo de las habilidades cognitivas y a su vez se sitúan como instrumentos mediadores de los procesos de construcción del conocimiento.

Las siguientes son algunas de las consecuencias significativas en los procesos de aprendizaje, con las que se pueden beneficiar los alumnos, producto de las características de las TIC:

• Rol protagónico

• Aumento de autoestima y motivación

• Desarrollo de un trabajo planificado

• Posibilidad de reajustar procesos producto de la interactividad, contingencia e inmediatez.

• Integración de formatos representacionales

• Acceso a variados aspectos de la realidad a través de la representación de procesos tanto reales como virtuales.

• Establecimiento de formas variadas de organizar la información.

• Generación de trabajo grupal y colaborativo.

Resulta en consecuencia sumamente importante considerar que las TIC pueden ayudar a provocar cambios en la manera de enseñar y aprender. No sustituyen una buena implementación metodológica pero potencian y pueden producir cambios fundamentales en las corrientes de enseñanza.

Independientemente del nivel de integración de las TIC en los establecimientos educacionales, resulta primordial una «alfabetización digital» y una actualización didáctica que permita a los profesores conocer, dominar e integrar los instrumentos tecnológicos y los nuevos elementos culturales. Recientes estudios revelan que la principal razón por la cual no se produce una integración efectiva de las TIC en los procesos de enseñanza – aprendizaje, radica en la falta de conocimientos y habilidades con relación a las TIC por parte de los profesores. Si consideramos que los docentes son los verdaderos operadores de toda transformación educativa, necesariamente deben ser destinatarios privilegiados de una capacitación que posibilite un desarrollo profesional acorde a las demandas de la sociedad actual.

Las características socioculturales y procesos cognitivos de los, denominados por algunos autores, “aprendices del nuevo milenio”, demandan una urgente reflexión relativa a las prácticas pedagógicas. Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, precisamente, posibilitan la implementación de prácticas educativas, que hacen realidad aspectos propios de la evolución de la educación: el posicionamiento del alumno en un lugar central dentro del proceso de enseñanza – aprendizaje, el educador como un agente que guía y monitorea el proceso, y el aprendizaje como sinónimo de construcción de conocimientos por medio de procesos meta cognitivos.

Escritor: Mónica Costantino De Del Brutto