UN ÁNGEL REGRESA AL CIELO

Era la primavera del año 1999, cuando arribaba a las calles de Santiago, una familia modesta del norte de nuestro país; llenos de esperanza en busca de encontrar respuesta y sanación para los padecimientos de su hijo Gabriel de 7 años de edad. Ricardo y Ana, no contaban con los recursos económicos, para todos los exámenes y estadía acá en la capital, por lo cual acudieron enviados por la asistente social de su pueblo a una casa de acogida, en donde diversas madres y padres estaban ahí por las mismas circunstancias de ellos, llegaron con temor, pero recibieron una calurosa acogida de parte de los funcionarios de este lugar y por las familias.

Ricardo estaba angustiado por no poder quedarse más tiempo con su mujer y su hijo, ya que debía retornar a su trabajo para generar dinero para enviarles a su familia, así que lleno de pena retorno al norte, confiando en Dios que pronto se supiera que pasaba con su hijo. La espera para Ana era eterna pasaban y pasaban los días y nada , en el Hospital le decían lo mismo tenga paciencia pronto la llamaremos…….. y los gritos que daba Gabriel de dolor por las noches estremecían el corazón de su madre y de las familias de la casa de acogida , mamá , mamá gritaba el pequeño, mis piernas mamá, me duelen mucho y la mamá pacientemente sobaba las piernas de su niño hasta quedarse dormida encima de su pequeño y los días pasaban y la protuberancia de la rodilla izquierda se agrandaba más. Todas las mamás vivían su propio calvario sólo las oraciones en parte calmaban su dolor y las diversas actividades organizadas por el centro de acogida despejaban en parte su alma llena de pena y gritos desgarradores se sentían cuando mas de algún pequeño dejaba este mundo. ¿Cómo decía la mamá?.

En el norte el pediatra no me dijo nada , lo siento señora …. Pero la pierna que hay que operar debe ser lamentablemente amputada , no no gritaba Ana , que va a ser de él con solo 7 años y sin una pierna, señora le dice el médico es eso o la esperanza de vida de Gabriel va a ser menor , estos tipos de cáncer avanzan muy luego y son malignos….. Gabriel entre tanto parecía que no escuchaba el dialogo entre su madre y el médico continuaba jugando con su caballito, regalo de su padre, la mamá termino de escuchar las indicaciones medicas y sale con su pequeño de la consulta… apenas habían avanzado unos metros y el niño le dice a su mamá, mamá intentémoslo para estar más tiempo contigo ¿quieres?, yo no tengo miedo, tú debes cuidarte, por mi hermanita que pronto va a nacer, ay hijo dice Ana tu siempre tan optimista.

El papa no pudo estar para la operación del niño por razones laborales, llego unos días después, Ricardo se trago las lágrimas al ver a su niño tan delgado y pálido, Gabriel feliz le dice a su papa llegaste por fin pronto va a nacer mi hermanita yo quiero conocerla y tu papa también hijo mío pero quiero que tú te recuperes para completar mi felicidad. El tiempo que Ricardo paso en Santiago , cuidaba de su mujer que luego iba a dar a luz y jugaba tardes enteras con su hijo, el cual nunca estaba triste , se había convertido en el alma de la casa de acogida , todos lo querían, por su sonrisa a flor de labios y porque nunca decaía a pesar que algunos días no soportaba bocado en el estomago ya que las quimioterapias lo dejaban agotado. El papá volvió al norte por su trabajo, Gabriel con lagrimas en los ojos le dice papa … vas a tener que volver antes de lo que piensas te quiero mucho, yo también hijo.

Llego el esperado nacimiento de su hermana , Esperanza la llamarón , era hermosa como una Rosa, Gabriel la miraba con cara sonriente a ella y a sus padres, estaban todos felices, hubo fiesta en el centro de acogida todo era alegría y risas.… Lo siento les dijo no había nada que hacer se fue. Eran las cuatro de la madrugada del año 2.000 cuando Gabriel partió de este mundo. Al otro día entregaron el cuerpo del pequeño, sus padres y familias del centro estaban desconsolados, se le hizo una hermosa despedida.

Los padres con Esperanza en brazos y con el corazón recogido vuelven al norte, nunca olvidarían a su hijo.Pasaron los años, Esperanza se convirtió en una hermosa niña, sana y feliz. En Santiago el centro de acogida sigue funcionando, algunas familias retornan felices otras no, pero cuentan los funcionarios que por las noches en los pasillos del centro se siente la risa de Gabriel y el sonido del Caballito de metal.

Escritor: Luisa Beatriz Fuentes Fuentes