UNA RADIOGRAFIA DE NUESTROS JÓVENES

La tercera parte de la población de México es joven eso es una fortaleza para el país. ¿Pero en qué condiciones está esa juventud? ¿Es una juventud educada? ¿Bien preparada para contribuir a la integración de México a la sociedad del conocimiento? ¿Las nuevas generaciones encarnan los valores cívicos y éticos que necesita nuestro país para configurar una mejor sociedad, más justa y fraterna, en este segundo milenio? Hurgando en el censo del 2010, en la Encuesta Nacional de la Juventud 2010, la Encuesta Nacional de Valores en Juventud 2012, la Encuesta de COMIPEMS a los estudiantes que ingresan al bachillerato y otros datos estadísticos, sobre educación, por ejemplo, uno puede darse una idea aproximada del estado de nuestros jóvenes o eso se podría esperar.

La mayoría vive con sus dos padres (56%), los cuales los apoyan económicamente para llevar a cabo sus estudios, no tienen problemas graves familiares, un 32% que se ubican en la PEA, solamente trabaja, otro 32% solamente estudia, un 11% estudia y trabaja, un 13% se dedica a labores domésticas y cuidado de la familia, sólo un 2% se declara inactivo. Casi el 80% de los que trabajan están satisfechos con el trabajo que tenían en ese momento. La mayor parte de los jóvenes (43%) ha estudiado solamente la secundaria, el 28% tiene la preparatoria y únicamente el 10% estudios profesionales. Así no podemos esperar competir a nivel internacional y menos si en la prueba internacional PISA sobre habilidades matemáticas, lectora y de ciencias nuestros jóvenes de bachillerato obtienen el último lugar entre los países participantes (OCDE y países invitados).

No tenemos una juventud muy participativa en asociaciones u organizaciones sociales, pues de los jóvenes entre los 15 a los 19 años el 66% nunca ha participado en una, y entre los 20 y los 24 años no lo ha hecho el 73%. Y de los que participan lo hacen en su mayoría en asociaciones deportivas, en segundo lugar en asociaciones estudiantiles y en tercer lugar en asociaciones religiosas.

Los jóvenes encuestados mostraron un consenso mayoritario en el respeto a las opiniones ajenas y luego en segundo y tercer lugar respectivamente, votar en las elecciones y obedecer siempre las leyes y normas. ¿Por qué estudian los jóvenes? En primer lugar por obtener un buen trabajo, en segundo lugar por lograr un buen desarrollo profesional y en tercer lugar por dinero. El 93% de los encuestados manifestó que si vale la pena estudiar. Lo que contrasta con los niveles de reprobación y de deserción que tenemos tan altos a nivel de educación secundaria y media superior. ¿Será que el sistema educativo no está dando respuesta a las expectativas de los jóvenes? ¿Qué cosas son más importantes para los jóvenes? En primer lugar la familia, luego el trabajo, la pareja, y enseguida, el dinero, la escuela, los amigos, la religión y en último lugar la política.

El 85% está satisfecho con la vida que ha llevado hasta el momento. El 73% está seguro de lograr sus proyectos, solamente el 19% se siente inseguro o muy inseguro que representa un porcentaje significativo, aunque la mayor parte de los jóvenes puede pensarse que viven cierta esperanza de lograr sus metas en esta sociedad lo que es bastante positivo. El 92% de los encuestados manifestó ser muy feliz. Estos tres últimos aspectos nos parecen revelar el porqué, en una juventud que se manifiesta feliz, satisfecha y con cierta esperanza no prenden las ideologías y propuestas radicales y extremistas. Pero contrasta con ello lo que podemos ver en cuanto a la participación de jóvenes dentro de la delincuencia común y organizada y dentro de grupos que eventualmente se manifiestan violentamente dentro de las marchas, plantones o manifestaciones públicas.

¿Qué entienden por éxito los jóvenes? 36% lo relaciona con el ámbito laboral. Un 34% lo identifica con el nivel de vida, el 28% con preparación y profesionalización, el 25% con la familia, el 21% con el logro de sus objetivos y metas. Ante una forma de pensar así, tan sana, que puede animar a decir que no todo está perdido en nuestra sociedad, si podemos contar con unos jóvenes que tienen esa forma de ver las cosas, pero cabe preguntarse por la congruencia del actuar con el pensar, esto no nos lo da a conocer la encuesta.

¿Qué es lo que consideran más importante para alcanzar el éxito? Respondieron que tener una buena educación como la respuesta más frecuente, en segundo lugar trabajar duro y en tercer lugar contar con una familia unida. El 91% se manifestó orgulloso de ser mexicano. Los tres problemas más graves del país para los jóvenes son la pobreza, el desempleo y la inseguridad. Los jóvenes no se interesan por la política, así lo da a conocer la Encuesta Nacional de Valores en Juventud 2012. El 89% de los jóvenes dijeron estar interesados poco o nada en la política y solamente un 9% se interesan mucho.

Un 37% de los jóvenes interrogados explican que no les interesa la política porque los políticos son deshonestos, un 22% no le interesa porque no entiende la política, otro 22% simplemente se muestra indiferente hacia el tema. De esta manera encontramos en estas respuestas la referencia a la falta de una cultura política sana que nos permita entender y ser sensibles a la importancia de nuestra participación en ella, a pesar y precisamente por la conducta deshonesta de muchos políticos que han desacreditado ante los ojos de los jóvenes esta actividad tan relevante para la convivencia social civilizada.

Conocer esta panorámica sobre la juventud que nos ofrecen los estudios que se realizan en nuestro país periódicamente, nos ofrece un rico filón de reflexión sobre esta fuerza social que forja ya el presente y edificará el futuro de nuestro país, reflexión que merece ser continuada en otro artículo donde también se analicen las políticas públicas que se dedican a este sector de la población por parte del estado mexicano.

Escritor: José Luis Almazán Ortega