Viernes 11 de marzo 8:45 pm Ya es mucho es tiempo que he pasado en este lugar, no entiendo como termine acá, estar aquí me tortura, nunca pensé que un centro psiquiátrico fuera tan espantoso, este sitio pronto será mi tumba, debo huir, debo huir. Son ya las 9 de la noche debo dejar de escribir, pronto apagaran las luces y revisaran las habitaciones para confirmar que todos estamos dentro de nuestro claustro.

Miércoles 16 de marzo 11:40 pm Ya todo el mundo duerme, solo hay un par de guardias que vigilan y no hacen su ronda por las habitaciones, esta es la única hora donde puedo escribir tranquilo ya que si descubrieran que tengo estos papeles y este bolígrafo me veré en grandes problemas; he decidido escribir todo esto ya que si no lo hago realmente voy a volverme loco, lo primero que debería contar es quien soy y cómo y por qué he terminado aquí. Mi nombre es Ares Black, tengo 24 años y estoy encerrado aquí hace 2 años y 10 días exactamente, según el siquiatra de este lugar sufro de un severo caso de psicopatía, y eso comenzó realmente hace aproximadamente 7 años, no sé cómo empezar a relatar mi historia, debería comenzar diciendo que desde mis primeros años fui un niño muy “fuera de lo común” o como generalmente dicen “extraño”, nunca fui muy sociable hecho por el cual no conté con amigos, además mi forma de pensar y de ser generaba algo de repudio por parte de los otros; mis padres siempre se preocuparon más por el tener y por el hacer que por el sentir, así que básicamente mi educación recayó en las niñeras de turno que tenía, ellos intentaron inculcarme valores y principios “necesarios para mi vida”, pero mi hogar siempre fue un sitio lleno de ironía, lo que con el tiempo me hizo revalorar todos los principios y valores que me enseñaron.

Ya todo el mundo duerme, solo hay un par de guardias que vigilan y no hacen su ronda por las habitaciones, esta es la única hora donde puedo escribir tranquilo ya que si descubrieran que tengo estos papeles y este bolígrafo me veré en grandes problemas; he decidido escribir todo esto ya que si no lo hago realmente voy a volverme loco, este colegio se ubicaba en la capital a kilómetros de distancia de mi casa, hecho por el cual tuve que vivir como interno; al comenzar el antepenúltimo año de secundaria mis padres decidieron cambiarme de colegio e inscribirme en un colegio mixto, fue aquí en donde comencé a vislumbrar lo que sería mi vida más adelante. Este cambio fue algo positivo, por primera vez me sentí aceptado incluso hasta querido, pero esta sensación duro poco, puesto que a los pocos meses de estar allí ocurrió un incidente con otro estudiante y me culparon a mí, lo que hizo que mis demás compañeros poco a poco fueran excluyéndome y así volví a ser un extraño.

Ya todo el mundo duerme, solo hay un par de guardias que vigilan y no hacen su ronda por las habitaciones, esta es la única hora donde puedo escribir tranquilo ya que si descubrieran que tengo estos papeles y este bolígrafo me veré en grandes problemas; he decidido escribir todo esto ya que si no lo hago realmente voy a volverme loco, ya que gracias a ella aclara lo que estaba en tinieblas en mi cabeza, ella hacia parte del grupo de amigos con los que compartía y por azares del destino terminamos en una relación poco seria, para ser sincero nos buscábamos cada vez que queríamos algo del otro, ya fuese algo sexual o algo emocional, fue ella quien me enseñó a entender la mente femenina y me facilito las cosas para poder manipular a quienes con el tiempo se convirtieron en mis víctimas, aun me cuesta creer que todas cayeran en la trampa de seducción pasión y sexo

Sábado 19 de marzo 11:30 pm Casi no logro volver a escribir, algo debe estar sucediendo, las dosis de medicamentos de los últimos días han sido más fuertes y eso me ha impedido escribir más seguido. Lo último que escribí hablaba sobre una relación que tuve, aún recuerdo con mucho cariño a Viviana (así se llamaba), ella era todo un espectáculo, manejaba a los hombres a su antojo y yo solo era un niñito más, un bocado para saciar su voraz apetito, aun no logro entender por qué termino metiéndose con migo, en su retorcida lógica yo era un proyecto a futuro que ella tenía, según ella dentro de mi veía la capacidad de hacer cosas que ella jamás podría hacer, parece que al final tenía razón.

Terminada la secundaria decidí inscribirme en una de las mejores universidades del país, para continuar mis estudios en contabilidad y fue allí donde todo hizo clic, apenas estábamos empezando semestre y me tope un día con un estudiante de medicina que corría apresurado ya que iba tarde a clase, tropezamos y el dejo caer un libro, lo recogí y decidí devolverlo así que lo seguí, cual sería mi sorpresa al ver que aquel estudiante entraba a la morgue de la universidad; cuando entre en ese sitio sentía como una sensación de alegría, no, de éxtasis me embargaba y en ese instante supe que estaba en casa; el tema de la muerte no era ajeno para mí ya desde muy pequeño me interesaba y hacia lo posible para poder indagar más sobre el asunto, comencé a ver películas gore y a imaginarme cometiendo los actos de violencia que veía en esas cintas, pero nunca había tenido la oportunidad de ver a un cadáver tan de cerca y no hablo de cercanía de espacio, no, hablo de cerca, verlo desmembrado seccionado para estudio, sin ninguna cualidad del hombre que había sido, sino utilizado como un pedazo más de carne como un objeto desechable y descartable, a ese cerca es que me refiero.

Comencé a visitar con frecuencia la morgue y de a pocos fue creciendo en mi la idea de matar a alguien, de sentir como se extinguía la vida de alguien en mis manos, esa sola idea me hacía sentir lo mismo que la primer vez que entre a la morgue, pero ya no era suficiente quería más. y cuando menos lo esperamos bum, todo se volvió violento, casi brutal, era una mezcla de alcohol, pasión y lujuria y al final de la jornada muerte, si ¡muerte!, ¿Cómo?, ¿Por qué?, no lo recuerdo con exactitud, sé que terminas exhaustos en medio de la sala y ella decidió ir a tomar un baño, empezamos a discutir por cualquier tontería, nos dijimos cosas muy hirientes, hubo lágrimas, pánico, golpes, gritos y al final solo un silencio abrumador que recorría mi ser y me hacía sentir pleno; recuerdo que me dijo algo que me sacó de quicio, la grite, ella arremetía a goles contra mí, la empuje contra una pared, ella me lanzo los vasos y la botella de vodka que nos tomamos, me grito que me fuera que la dejara sola, se dirigía hacia el bañera a tomar un baño y yo fui directo a la cocina, abrí un par de gavetas y encontré un cuchillo, lo tome y fui en busca de la que hasta hace un momento había sido mi amante, entre en el baño, directo hacia la bañera y como cliché de película de terror la asesine hay mismo, la apuñale repetidas veces; broto sangre por doquier, se escucharon sus gritos desgarradores, poco a poco fue disminuyendo el ruido y en su lugar solo quedaba el silencio.

Surgió en mí una sensación de calma, de paz, de total y profunda satisfacción que hizo que me desprendiera de mi conciencia, al regresar en mí y ver el grotesco espectáculo entre en pánico, no sabía que hacer me levante como un rayo dispuesto a salir de ay pero logre calmarme y entrar en razón, comencé a pensar en que debía hacer y paso seguido lo ejecute, lo primero fue borrar cualquier tipo de evidencia que pudiera vincularme con el caso, limpie mis huellas, forcé un poco la puerta de entrada, abrí una ventana, saque cosas de la casa, prepara el escenario para que diera la impresión de un robo, saque el cuerpo de la bañera, le puse una bata y lo deje en la mitad del baño, me fui de la casa cauteloso para que nadie pudiera verme, volví a mi apartamento y no salí de allí hasta el día siguiente, estando en mi apartamento mi cabeza empezó a vislumbrar diferentes escenarios en donde siempre terminaba atrapado por la policía, esperaba el momento en que los oficiales llegasen por mí y me llevaran a la estación, pero eso no paso, en la noche vi la noticia por televisión y el periodista decía que no habían sospechosos y remataba la información diciendo que se presumía un robo, con el cabo de los días mi nerviosismo fue desapareciendo, dándole lugar a las ansias casi locas de volverlo a hacer.

Domingo 20 de marzo 11:50 pm Es un poco tarde, todo el día estuve muy adormecido por los medicamentos que nos dan, por lo general el día de vista triplican nuestras dosis par que así no podamos tener una charla fluida con nuestros familiares y denunciemos los abusos y brutalidad que existe en este infierno; además de ser día de visita, también es el día en que nos entregan todo lo que nos han enviado nuestros conocidos, me sorprendió mucho recibir una postal de mi mejor amiga, Laura, la extraño mucho, me hace mucha falta, nos conocimos apenas llegue al colegio mixto y aunque en un momento todo el mundo me dio la espalda ella siguió con migo sin importar nada, era obvio que entre los dos existía una atracción pero nunca paso nada, ella era mi cable a tierra, mi catalizador de ira, espero algún día volverla a ver.

Ya que recibí la postal de Laura, ha vuelto a mi memoria que fue ella quien me presento a Clara, una más de mis víctimas, debo decir que al principio era torpe y lento para cometer mis crímenes, no tenía ninguna precaución y me hacía un mar de nervios al momento de actuar y cazar mis presas. Laura me presento a Clara un día en la universidad, ella estudiaba contabilidad y teníamos una clase juntos, fue así como empezamos a hablarnos y eventualmente a salir, duramos cerca de tres meses saliendo; durante un tiempo planifique como cometer mi nuevo crimen y todo sucedió una noche, ese día la dije a Laura que por cuestiones de salud no podía salir con ellas como habíamos acordado, ellas salieron solas y fueron al cine, Laura dejo a Clara en su casa cerca de las 11:30 pm, en la mañana le había entregado a ella la llave de mi apartamento diciéndole que tan pronto Laura y ella se despidieran se fuera a mi apartamento sin decirle nada a nadie, llego a media noche y me llamo, baje de mi apartamento rápidamente y aprovechando un descuido del vigilante del edificio Clara entro sin ser vista ni haber quedado registrada en la cinta de seguridad, esa noche la pasamos muy bien, nos enloquecimos hasta el desenfreno, unas horas más tarde, rondado las 3 de la mañana intente ahogarla pero mi intento fue fallido, peleamos, forcejamos y logro soltarse, intento escapar, pero cuando ya estaba a punto de salir la atrape como un león que atrapa un antílope.

la resistencia fue dura y no tubo cuartel, grito, pataleo, mordió, lloro, suplico, pero al final cedió, recuerdo la satisfacción y el sentimiento de poder que surgió en mi cuando vi cómo se escapaba su último suspiro de vida de su ser mientras le apretaba fuertemente el cuello y la privaba del aire; ya en la mañana le pedí a Juan el vigilante que me ayudara a bajar unas maletas, que estaban algo pesadas, (tenía el cadáver de Clara en ellas), mientras me ayudaba me comento que os vecinos se habían quejado por el exceso de volumen de mi televisor en la madrugada, lo que los había despertado e incluso no los dejo dormir bien, le explique que me quede dormido debido a los medicamentos que tome por mi enfermedad, pero que no se preocupara que no volvería a pasar, subí las maletas a mi auto y me despedí de Juan; camino a la universidad pase cerca de una laguna y arroje el cadáver de Clara en ella, días después la policía encontró el cadáver respondiendo al aviso de desaparecida que Laura y yo instauramos dado que hacía ya varios días no sabíamos nada de Clara y al no tener familia en la ciudad nosotros éramos lo más cercano, recuerdo que tuve que ir a la morgue a reconocer el cadáver y después de eso pasar a la comisaria a rendir declaración, fue algo muy tedioso estuve como seis horas y además me gane a un detective que jura que yo era el asesino (no se equivocó), pero mi cuartada era tan sólida y mi actuación tan real que al cabo de la seis horas me dejaron ir.

No todas las mujeres que han pasado por mi vida han muerto, es claro soy un asesino (no creo lo de psicópata), pero eso no quiere decir que mate a toda aquella que se me cruza; aunque al ver la forma en que terminan estoy seguro lo preferirían. Después de lo de clara decidí que mis víctimas no debían tener el menor nexo conmigo, así que no me metí con nadie más de la universidad, empecé a buscar mujeres solitarias a las cuales no fueran a echar de menos y que por ningún motivo pudieran vincular conmigo, ellas se convirtieron en las “víctimas perfectas” me volví selectivo, hacia trabajo de reconocimiento, las seguía días incluso meses, aprendía sus hábitos sus horarios sus rutinas, cuáles eran los sitios más concurridos que visitaba, los de más frecuencia, sus amigos, sus conocidos, etc, después de una exhaustiva investigación decidía abordarlas en sitios que no frecuentaran constantemente y donde la gente fuera poca para que así se disminuyera la probabilidad de que alguien me conociera o supiera de mí, lo que hizo que mi desenvolvimiento fuera más fluido y sagaz.

Lunes 21 de MarzoSon las 11:30 pm, cada vez debo escribir más tarde, los guardias han comenzado a sospechar que algo extraño pasa y hacen revisiones de las celdas, sigo pensando como esconder los lápices y las hojas para que nos las encuentren, si de casualidad se llegan a dar cuenta que tengo esto estaré en un gran problema y un gran peligro. Mi siguiente víctima fue una mujer un poco mayor, tendría unos 26 o 27 años y yo estaba próximo a cumplir 22, era muy linda, se llamaba Marcela, la conocí una noche en un café cercano a su casa, desde el momento en que nos vimos existió atracción lo que facilito mi tarea de agradarle, esa noche ella estaba sola, (casi nunca acostumbraba a estar sola, por lo general siempre estaba acompañada de su mejor amiga), me acerque a su mesa y le invite un capuchino , me senté y empezamos a hablar, le conté sobre mi vida, lo que había hecho, (no todo, obvio) y lo que quería, me conto que estudiaba idiomas, que era de la provincia y vivía sola en la casa de un amigo de sus padres, que estaba próxima a graduarse, que después de eso no sabia que iba hacer.

Seguimos hablando por horas hasta muy entrada la madrugada, el café ya estaba por cerrar y yo me ofrecí para llevarla a su casa, de camino seguimos conversando, hasta que llegamos a la entrada de su apartamento, allí me invito a seguir y de manera inexplicable le dije que no, que lo mejor para ambos seria que me fuera y le dejara descansar, la deje hay y me dirigí hacia mi apartamento, de camino me di cuenta que había dejado pasar la mejor oportunidad, durante toda mi investigación Marcela nunca había estado sola en el café y ese día si, era algo extraño, era mi mejor escenario, la mejor oportunidad y yo la deje pasar, ya en mi apartamento después de darme golpes de pecho por perder la oportunidad, pensé que todo terminaría hay y que era mejor dejar de pensar tanto y concentrarme en buscar a otra victima. En la mañana me sorprendí mucho cuando Marcela llamo y me invito a salir esa tarde con ella, claramente le dije que sí y esa tarde nos vimos, así comenzamos una relación, duramos casi tres meses, y fueron muy buenas las experiencias que viví con ella.

Un día salimos a bailar; ya llevaba días preparando el cómo y el donde iba a matarla, pero no para ese día, no tenía nada preparado, no sabía para dónde íbamos ni con quien, era muy peligroso hacer algo ya que no tenía estudiado ni planeado nada, pero no fue necesario planear las cosas, fuimos hasta una disco nueva de la ciudad, pero no nos quedamos mucho, salimos a caminar por las calles que a esa hora estaban casi desiertas, paramos en una licorera y compramos vodka, seguimos andando y tomando hasta llegar a un parque que para ese momento estaba absolutamente solo, hablamos de muchas cosas de nuestras infancias, de nuestros traumas, de nuestros sueños y fue precisamente tocando ese tema cuando todo paso, Marcela me pidió que le prometiera algo y yo por seguir el juego le dije que sí, – prométeme que si necesito alguna vez que me mates lo harás-, yo quede petrificado, no entendía bien lo que sucedía, le pregunte, ¿Qué? Y repitió lo que ya había dicho.

No podía creerlo, había pensado como matarla y elle estaba dándome la oportunidad en bandeja de plata, le conteste que sí que no había ningún problema y entonces saco un arma, una 9 mm, me la acerco a la mano, puso el cañón en su cien y me pidió que disparara, esto era algo nunca visto por mí, la suerte me presentaba una oportunidad más que clara para cumplir con mis deseos, no iba a existir pelea, ni gritos , ni ninguna actividad que pusiera en peligro la consecución de mi tarea, lo único que debía hacer esa jalar del gatillo y ya, pero me turbe, no pude en ese momento jalar del gatillo y al contrario de i instinto asesino, baje el arma e intente convencerla de no hacerlo, pero fue imposible; ella me miro a los ojos y me pidió que por favor cumpliera mi promesa, que si tuviera el valor lo haría ella misma, pero no lo tenía y no lo iba a tener, que toda su vida hay querido hacer esto pero nunca pudo hacerlo y que ahora era mi responsabilidad ayudarla, que lo había prometido, que si sentía algo así fuera mínimo por ella lo hiciera, y cerró los ojos, recostó su cabeza sobre el cañón y yo deslice mi dedo por el gatillo, por un segundo todo fue silencio, después un gran estallido y por ultimo nuevamente silencio, el silencio más acogedor y reconfortante que había experimentado en mi vida, esta vez no hubo adrenalina recorriendo mi cuerpo, ni gritos, ni lágrimas, ni palabras pidiendo clemencia.

Solo existió silencio, pero no el silencio de siempre, ese que se produce para calmar a mis demonios internos, no, es un silencio apacible, reparador, casi tierno; recojo el arma y la limpio, retiro del sitio y mientras me dirijo al apartamento me sorprendo al sentir que de mis ojos se deslizan lágrimas y no dos o tres sino montones de lágrimas que terminas sobre viniendo en llanto, un llanto tan profundo y triste que me sume en una infinita tristeza, al llegar a mi apartamento mi llanto es ya un fuerte sollozo que no me permite musitar palabra alguna, y mi tristeza es tan fuerte que se transforma en depresión, permanezco cerca de tres días sin salir de mi apartamento y llorando constantemente, hasta que logro sacar todo este sentimiento reprimido que tenía. Al tercer día de mi encierro pienso claramente las cosas y no logro llegar a una conclusión diferente a que sentí algo muy fuerte por Marcela, me digo en silencio que esto no es bueno para mis actividades y que debo evitar involucrarme sentimentalmente con mis víctimas, me doy un baño y me dispongo a salir de mi casa para saber que ha pasado en el mundo durante estos tres días.

Escritor: LEONARDO MARROQUI