Identidad étnica

He desarrollado el concepto de la identidad de género, pero también se pueden asumir otras identidades, tal el caso de lo étnico. En un país como Ecuador conformado por una extensa variedad  racial identificarse con un determinado grupo, significará responder a esa cultura, practicar sus costumbres, hablar ese idioma.

La identidad étnica en los pueblos indígenas del país tuvo una ruptura por la conquista española, como consecuencia, la historia en el Ecuador quedo marcada por el sometimiento.

Por identidad se debe entender según el historiador ecuatoriano, Enrique Ayala Mora, “aquella construcción social que utiliza materiales de historia, geografía, biología, memorias colectivas, aparatos de poder e incluso revelaciones religiosas”  (Ayala, 1992: 124). En el país tras la conquista quedaron rezagos de una identidad colectiva primaria a la que los españoles consideraron inferiores, “el desprecio al indio se dio por la negación de la calidad de ser humano indígena” (Ayala, 1992: 99).

Ellos fueron considerados bestias de carga, para los placeres y trabajos de extraños, “nosotros los indígenas contamos con una historia que no siempre ha sido favorable para nuestras vidas y nuestras culturas. Ella misma es testigo de muchos sufrimientos y de tantas esperanzas. La música, el canto y la mirada de cada indio, llevan la huella de la tristeza por el despojo de la Madre Tierra, por la no comprensión de nuestro mundo por parte de la sociedad dominante, que con razón o sin razón casi siempre se nos ha mantenido marginados, menospreciado y muchas veces explotado… ” (Gabriel Mumuy J. Indígena Inga).

En el siglo XVI, frente a la cruel imposición extranjera de sus costumbres, creencias y tradiciones, los indígenas generan una barrera o lo que para ciertos historiadores ecuatorianos fue una identidad de resistencia que permitió salvaguardar la esencia de sus orígenes. Pese a la dominación, aquella esencia de identidad y de pertenencia se mantuvo con el inicio de una débil exigencia de respeto por sus diferencias étnicas que lograron consolidarse primero en agrupaciones familiares por sus afinidades y posteriormente entre comunidades que compartían la necesidad de lo que el historiador ecuatoriano Enrique Ayala llamó “la reproducción de la identidad india” entre 1830 y 1950. “En el siglo XVII, empezó la recuperación demográfica, creció la población indígena y se diversificó porque un nuevo actor étnico ingresó en el panorama de la sociedad colonial: el mestizo” (Ayala, 1992: 100), a pesar de la mezcla indio – blanco la discriminación para el indígena continuo. En el libro Pueblos Indios publicado por distintos profesionales en las ciencias sociales entre ellos el historiador Enrique Ayala, recoge un criterio de Heraclio Bonilla allí dice: “pienso que realidades como las nuestras son irreductibles a la yuxtaposición englobada en los conceptos de oposición etnia vs Clase, aún menos que la historia social y política de la última década pueda fácilmente resumirse en la prevalencia de uno de ellos, en este caso el concepto de etnia” (Ayala, 1992: 27) .

A criterio de la indígena, Lourdes Tibán, la identidad étnica marcó diferencias con el mestizo e inicia  el establecimiento de aspectos diferenciales como: organización, ideología, lingüística y en general el grupo cultural al que pertenece con  la finalidad de huir de aquellas “políticas integracionistas y homogeneizadoras en el intento del Estado de construir un país unicultural y unilingüe” (Tibán, 2010: 46). En 1764, surge la “concienciación en la población indígena sobre la miseria, maltrato, falta de tierras y opresión de los españoles” (Ayala, 1992: 19). En la década de los 80 el movimiento indígena reaparece en la esfera política y se produce un desarrollo en el sector.

Los indígenas dejaron de hablar de etnias y dieron paso a otros conceptos entre ellos el de las nacionalidades que según Lourdes Tibán aparecieron en el proyecto político de la CONAIE como una autodefinición de recuperación histórica, porque antes de la conquista, “nunca existieron indios, sino naciones con su propia identidad”. De esta forma se sentaron las bases para la Plurinacionalidad otra propuesta política de este sector que el movimiento indígena del Ecuador (ECUARUNARI)  lo considera como “un sistema de gobierno y un modelo de organización política, económica y sociocultural, que propugna la justicia, las libertades individuales y colectivas, el respeto, la reciprocidad, la solidaridad el desarrollo equitativo del conjunto de la sociedad ecuatoriana y de todas sus regiones y culturas” (ECUARUNARI, 2009: 3).

Es innegable reconocer que estos nuevos concepto generaron una conversión del indígena individuo a ser ciudadanos reconocidos, la inclusión en el ámbito político con la participación directa en la Asamblea con representantes como la líder indígena, Lourdes Tibán, es una muestra del espacio que hoy exigen como un derecho al Estado para alcanzar una sociedad justa igualitaria y sin explotación.

Para alcanzar aquellos espacios cierto sector indígena se vio obligado a “dejar de ser tal y acceder a la cultura, asimilarse simplemente a un trabajador ciudadano de preferencia asalariado, cuestión que paradójicamente, lo requería el mismo estado nacional y la sociedad blanco – mestiza en su afán homogeneizador” (Rivera, 1998). Los partidos denominados de izquierda sumaron a sus listas a candidatos y candidatas indígenas con un discurso de participación “igualitario”, pero sumidos a una doctrina a la que tienen que responder por conflicto de intereses.

En la política quienes dicen representar al sector indígena en la actualidad pertenecen ya no solo a partidos de izquierda, con el discurso de inclusión ahora también están en los de derecha. Todos dicen buscar desde cualquier frente cambios en el modelo capitalista del que dicen sentirse excluidos, “el mérito de la propuesta indígena no radica solamente en el planteamiento de su autonomía y ciertas formas de autogobierno dentro de un Estado nacional único, sino que fundamentalmente evidencia la concreción de nueva forma de discursividad y práctica organizativa identitaria que estaba erosionando las bases ideológicas nacionales expresadas como comunidad imaginaria homogénea” (Rivera, 1998).

El sector indígena del país tras largos debates y análisis con una marcada presencia lograron plasmar un reconocimiento en la actual constitución que conforme el  artículo 57 determina que: “se reconoce y garantizará a las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas, de conformidad con la Constitución y con los pactos, convenios, declaraciones y demás instrumentos internacionales de derechos humanos, los siguientes derechos colectivos:

1. Mantener, desarrollar y fortalecer libremente su identidad, sentido de pertenencia, tradiciones ancestrales y formas de organización social.

2. No ser objeto de racismo y de ninguna forma de discriminación fundada en su origen, identidad étnica o cultural (Constitución, 2008 ).”

Además, en el mismo artículo numeral 15 se establece: “construir y mantener organizaciones que los representen, en el marco del respeto al pluralismo y a la diversidad cultural, política y organizativa. El Estado reconocerá y promoverá todas sus formas de expresión y organización” (Constitución, 2008 ).

Autor: Jadira Martinez