Comisión Obrera Nacional de Cataluña (CONC)

Alrededor del año 1962 nacen las Comisiones Obreras, producto de la convergencia de diferentes grupos y tendencias dentro del movimiento obrero. Su aparición en empresas, ramos de la producción (recordemos las Comisiones de Barrio como precursoras de las Asociaciones de Vecinos) se produce muchas veces de forma espontánea, y sus militantes combinarán la participación en los organismos institucionales con la reivindicación a pie de calle. El activismo de sus miembros resultará clave para comprender el importante incremento del número de conflictos laborales que se produce a partir de 1962.

Las CCOO representan la expresión orgánica más característica de la nueva clase obrera, actuando tanto desde dentro de la OSE, como la clandestinidad; en 1967 el Tribunal Supremo las declare una organización ilegal y comience su persecución política. A pesar de la represión, las CCOO siguen apostando por la flexibilidad y el pragmatismo a nivel organizativo, adquiriendo progresivamente el carácter de « Movimiento socio- político».

Hacia 1968 algunas de las tendencias originarias de CCOO deciden separarse ante el hecho de que los comunistas son ampliamente mayoritarios dentro de los órganos directivos. Volviendo a la caracterización de CCOO, debemos resaltar que las CCOO no se identifica identifican con el modelo de un sindicato clásico, sino que se consideran «un movimiento socio -político de trabajadores, unitario, democrático e independiente, que intenta superar el nivel de la pura reivindicación económica para acudir a una profunda transformación de las estructuras» . Este modelo organizativo permitía disfrutar a CCOO de una gran capacidad movilizadora, pero a la vez sufría un déficit importante en nivel de estructura interna; ya que los activistas, quienes ataban continuamente movilización laboral en la lucha contra la Dictadura, eran una minoría. Ante la propuesta de sindicato unitario lanzada por CCOO, según Carme Molinero,

“El poder político estimuló la división sindical con el objetivo de debilitar la acción sindical en su conjunto “. Esto se visualiza en que el gobierno, al tiempo que no abandonaba la persecución contra los militantes de CCOO, permitía la celebración del XXX Congreso de UGT en Madrid en abril de 1976. Las consecuencias de la consolidación de UGT llegar, como es lógico, a alterar sustancialmente el proyecto sindical de CCOO, obligando a éstas a constituirse en un sindicato. Este proceso comenzó a ver la luz en julio de 1976 en Barcelona, culminando con la celebración del I Congreso Estatal en Madrid en junio de 1978. De acuerdo con este cambio de estrategia, en Cataluña constituirse la Confederación Sindical de la Comisión Obrera Nacional de Cataluña (noviembre de 1976), en un acto realizado de forma clandestina en el Hospitalet de Llobregat.

 

Nacionalismo y mundo sindical en Cataluña

José Manuel Rúa Fernández