con autosuficiencia. Nada más lejos de la realidad. Un niño superdotado se encuentra con situaciones rutinarias y contradicciones internas que no sabe cómo afrontar y que pueden desembocar en comportamientos inhibitorios.La sensibilidad e intensidad emocional son características distintivas en la mayoría de los niños superdotados. Estosrasgos conllevan a una mayor vulnerabilidad en la infancia y, por consiguiente, a tenerproblemas en la escuela. A su vez, los padres, y en ocasiones los profesionales de la educación que les rodean, no son capaces de responder a las necesidades de estos niños, muchas veces porque ni tan siquiera ellos saben cómo hacerlo. Es importante resaltar que estas situaciones no se dan en todos los niños y niñas con alta capacidad, aunque sí es cierto que podemos encontrárnoslas con relativa facilidad afectiva: ¿qué es y cómo afrontarla? Diagnóstico el rápido desarrollo de su inteligencia les permite captar información con fuerte carga emocional.

Dicha información no pueden asumirla con normalidad, pues su desarrollo emotivo sigue un ritmo más lento, más cercano a los chicos de su edad. Ante determinadas situaciones puede producirse, por tanto, un desfase entre el procesamiento intelectivo y el procesamiento afectivo de la información, dando lugar a reacciones como miedo, angustia, huida o intelectualización1 extrema de sus actos, aparentando, en ocasiones, frialdad como escudo para defenderse.

La intelectualización es un mecanismo de defensa mediante el cual, a través de la razón, se bloqueanlas situaciones emocionales que nos producen conflicto a nivel interno y estrés.Desde el propio entorno familiar, así como desde la escuela y equipos sicopedagógicos que trabajen con el niño/a, se pueden desarrollar actividades encaminadas a favorecer el desarrollo pro-social, creatividad inteligencia emocionalmediante la potenciación de autocontrol de emociones, el fomento de la iniciativa para el pleno desarrollo de sus capacidad y desarrollando estrategias de resolución deconflictos, entre otros.

Escritor: zila Jiménez Fernández