Alimentos que reducen el estrés y te ayudan a dormir mejor

La ajetreo cotidiano, las responsabilidades y preocupaciones del día a día van generando estrés, condición que puede afectar el desempeño diario de las actividades. Uno de los resultados más comunes es la pérdida de sueño, producto de todo ese cúmulo de problemas que se presentan en la vida que nos impiden conciliar el sueño de forma normal. Y aunque existen un sinfín de técnicas, terapias y métodos para reducir el estrés y mejorar la calidad y el bienestar personal; la verdad es que la mayoría de las veces estos mecanismos fallan, principalmente porque se encargan de abordar solamente un aspecto del problema, y olvidan que el ser humano es un organismo bio-psico-social, y para mantenerlo saludable se deben abarcar todos las variables influyentes.

Los hábitos alimenticios siempre son mencionados en el tratamiento de enfermedades tanto fisiológicas como psicológicas, sin embargo, la orientación suele ser escasa o nula. El refrán «eres lo que comes» no se ha ganado su fama en vano, porque la verdad es que la comida, a parte de ser el combustible que nos mantiene vivos, la calidad de los alimentos que ingerimos influye directamente en el funcionamiento, regulación y balance de órganos y sistemas vitales. Si tenemos en cuenta que ciertos ingredientes están relacionados con la producción y supresión de hormonas y otros componentes, es comprensible buscar aplicar los beneficios de la comida para la disminución de síntomas de ansiedad.

De esta manera, hemos construido esta lista de los 10 mejores alimentos para ayudar a reducir el estrés, disminuir la ansiedad y dormir mejor, ingredientes perfectos para preparar platos o batidos saludables que contribuyan a tu bienestar físico y mental.

Alimentos que reducen el estrés y te ayudan a dormir mejorLos vegetales de hojas verdes, como la col rizada, lechuga, acelga, espinaca, entre otros, son fuentes ricas en folato o ácido fólico, una vitamina B que promueve la producción y sintetización de neurotransmisores como la serotonina y dopamina, ambos involucrados en la regulación de los estados de ánimo y el apetito. De hecho, el consumo de alimentos ricos en folato está relacionado con menor riesgo de padecer trastornos anímicos como depresión. Muchos estudios reportan que la ingesta cotidiana de vegetales de hojas verdes ayuda a calmar la ansiedad.

La lechuga, en específico, resulta ideal para comer en las cenas, ésta contiene compuestos que la dotan de efectos sedativos similares a los del opio, pero en menor intensidad.

Yogurt y alimentos fermentados, productos que en general contienen probióticos, no sólo tienen un efecto saludable en el tracto gastrointestinal, sino que también tiene una relación positiva con la salud neurológica y mental. Ciertos probióticos presentes en estas clases de comida parecen reducir niveles de corticosterona, que es la hormona segregada en situaciones de estrés. El caso del yogurt, tal como otros lácteos, resulta doblemente beneficioso; el calcio presente en los lácteos y otros ingredientes, promueve la sintetización de la melatonina, hormona encargada de regular los ciclos de sueño.

Pescados como salmón, sardinas, anchoas y atún que son fuentes ricas en ácidos grasos omega 3, estudios han indicado que este suplemento dietético ejerce un efecto similar a los antidepresivos pero sin los efectos secundarios; también tienen alto contenido de vitamina B6, necesaria para la producción de serotonina y melatonina. Una dieta rica en omega 3 ayuda a disminuir síntomas de ansiedad y depresión, contribuyendo a facilitar la conciliación del sueño. Vegetales como el aguacate, ricos en ácidos grasos esenciales, generan estos mismos efectos.

Las bayas, tales como arándanos y cerezas, igualmente colaboran con a la reducción de síntomas de estrés; los colorantes naturales de estas frutas son fuertes antioxidantes que incrementan la producción de dopamina, hormona que indispensable en la regulación del humor. Particularmente la cerezas agrias parecen aumentar los niveles de melatonina, mejorando síntomas de insomnio y regulando el ciclo circadiano.

Los frutos secos como nueces, almendras y pistachos, son otros productos ricos en ácidos grasos omega, también contienen magnesio, un mineral necesario para aumentar la calidad del sueño. Similar es el caso de semillas como semillas de calabaza, girasol o sésamo, su alto contenido en magnesio las hace ideales para calmar el estrés y dormir profundamente. Investigaciones han demostrado que el déficit de magnesio en el cuerpo puede generar ansiedad, depresión y ataques de pánico. Tanto las nueces como las semillas también aportan una textura crocante al masticarlas, lo cual ayuda a aliviar el estrés.

El té de camomila o manzanilla, remedio milenario para los problemas del sueño, es la bebida ideal para un día estresante. El consumo de éste té está asociado a un incremento de glicina, un químico natural que actúa como relajante corporal, sedativo e inductor del sueño