ANÁLISIS DE LA CRISIS ECONÓMICA ACTUAL QUE SOPORTA ESPAÑA – 4 partes –

Un análisis optimista de la situación en 2010-2011 sugiere que la recuperación puede ser más rápido de lo esperado, en la medida  en que se estabilicen las tasas de ahorro de los hogares y que se disipen los temores en torno a la pérdida de los empleos. Sin embargo, en los casos en que los balances de los hogares aún son débiles, las vulnerabilidades pudieran persistir  y los desequilibrios mundiales volverían a recrudecerse, es decir, la sostenibilidad de la recuperación no se afianzaría del todo. En este sentido se plantea que los tres principales retos para la economía española y otras de avanzada, consisten en mantener o recuperar la credibilidad fiscal, sanear y reformar el sector financiero, así como reducir el elevado desempleo (FMI, 2011).

En esta dirección hay que señalar que, concretamente en la zona del euro, los bancos enfrentan actualmente una avalancha de vencimientos de deudas, por lo que siguen siendo vulnerables a las presiones de financiamiento en los mercados mayoristas. La creciente necesidad de reducir la dependencia del financiamiento mayorista ha desatado una guerra de depósitos en varias economías, lo que ha provocado la compresión de los ingresos bancarios.  En general, algunos bancos de la zona del euro enfrentan significativas deficiencias de capitalización. Las fragilidades financieras que aún subsisten podrían frenar el crecimiento, lo que justificaría aplicar un ritmo de normalización más lento. En este sentido, es recomendable que las medidas extraordinarias del BCE sean eliminadas solo de manera gradual a medida que disminuya la incertidumbre sistémica (FMI, 2011).

Es importante destacar que se han emprendido acciones para contrarrestar esta situación, entre las que se encuentran el  aumento de las reservas de capital de los bancos viables, así como la identificación de los bancos que están en una débil situación con vistas a proceder a su resolución. No obstante, dentro de la zona euro, no todos los países marchan a la par en la puesta en marcha de estas acciones. En esa dirección, algunas economías como la española, han logrado más avances que otras (FMI, 2011).

 

El abordaje de las nuevas acciones será eficaz únicamente si forma parte de estrategias nacionales coordinadas para afrontar la situación de las instituciones vulnerables, un enfoque al que se comprometieron las autoridades en la cumbre de la Unión Europea celebrada en marzo de este año. Por su parte, el exceso de capacidad de los sistemas bancarios debe ser eliminado, organizando la resolución de las entidades que tengan un grado extremo de debilidad. La puesta en marcha de estas reformas pudiera reducir la vulnerabilidad de los sistemas financieros de Europa y de España en particular, las presiones a las que está sometido el crecimiento del crédito y contribuir a la necesaria recuperación económica.

 

Además se debe tener presente en este análisis que en la mayoría de las economías europeas, la política monetaria puede seguir siendo flexible mientras las presiones inflacionarias se mantengan atenuadas. En las economías avanzadas, dentro de las que se incluye la española, se proyecta actualmente que la inflación subyacente se mantendrá baja porque las expectativas inflacionarias están bien ancladas y la capacidad excedentaria todavía es grande en la mayoría de los países. Asimismo se espera que el impacto del incremento en los precios de las materias primas sea temporal. Esto constituye un argumento a favor de mantener bajas las tasas de política monetaria, al menos  por el momento, con el propósito de sostener la recuperación y contribuir a compensar los efectos contractivos a corto plazo que ejercerá la consolidación fiscal en la demanda interna. No obstante, los bancos centrales tendrán que mantener una mirada vigilante sobre la evolución de los salarios y las expectativas de inflación para detectar posibles efectos de segunda ronda, especialmente en aquellos países que llevan la delantera en el proceso de recuperación (FMI, 2011).

 

Esta crisis económica también ha puesto de relieve la necesidad de mejorar la coordinación de políticas en la UE sobre temas fiscales y estructurales. En este sentido es necesario que los países del área asuman una responsabilidad compartida en materia de políticas fiscales. Así, en marzo de 2011 las autoridades acordaron fortalecer los marcos fiscales, reforzar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, así como fijar normas mínimas para los marcos nacionales y estrechar la coordinación con el Semestre Europeo (FMI, 2011).

 

Una de las alternativas promisorias en función de resolver los desequilibrios macroeconómicos generados por la crisis actual puede ser el Pacto por el Euro Plus y el futuro procedimiento sobre la posición de desequilibrio excesivo. Aunque estas constituyen herramientas de coordinación favorables, es necesario realizar reformas concretas cuanto antes (FMI, 2011).

 

A continuación realizaremos un análisis del comportamiento de algunos aspectos económicos en este período de crisis teniendo en consideración la comparación de cuatro economías europeas (España, Grecia, Irlanda y Portugal) con la de los países bálticos. Las estadísticas económicas presentadas por los especialistas del FMI reseñan que estas cuatro economías están atravesando un proceso doloroso y más gradual de ajuste externo, si las comparamos con otras economías europeas.

 

El PIB se contrajo en promedio 4,0% en 2009 y el coeficiente déficit en cuenta corriente/PIB cayó 4,3 puntos porcentuales, reduciéndose de 10,7% del PIB en 2008 a 6,4% del PIB en 2010. En esta dirección, el proceso de ajuste externo en estas 4 naciones se inició posterior al de las economías bálticas (FMI, 2011).

 

El déficit en cuenta corriente, que había aumentado drásticamente en los años previos a la crisis, para 2007 alcanzó como promedio 10,0% del PIB en España, Grecia, Irlanda y Portugal. En la Figura… se muestran los valores de la variación de la cuenta corriente (como porcentaje del PIB) para cada uno de estos países durante el período 2007-2010. Es notable el déficit en cuenta corriente y la reducción de las inversiones de los 4 países analizados si comparamos con los valores correspondientes a los países bálticos. Entre estas 4 naciones se observa que la economía española no presentó las mayores afectaciones en este período. Sin embargo, el relativo menor déficit de España en el ahorro público comparado con el de Irlanda fue compensado con una drástica reducción en el sector inversionista, únicamente superada por Portugal. Es notable como el ahorro público de la economía española mostró un valor muy inferior al presentado por Portugal, Grecia y los países bálticos. El comportamiento del ahorro privado de España fue similar al de Irlanda y los países bálticos.

Autor: Moises Bolekia