Angustia, estrés y presión son algunas de las posibles consecuencias que puede traer la desorganización, en cualquiera que sea el entorno donde te desenvuelvas. La optimización en el uso de tu tiempo es crucial para poder llevar de forma organizada tu agenda y tu cotidianidad bajo control, sin inconvenientes innecesarios y con la oportunidad de poder dedicar momentos a tu mayor activo, ¡tú!
Las bases para mejorar tu agenda pasan, por sobre todas las cosas, por un proceso esencialmente de introspección y reconocimiento de tu objetivos y facultades, con el fin de poder reconocer los elementos que distraen el uso eficiente del tiempo, en otras palabras, analizarte y reconocerte son los pilares de la organización de tu vida diaria.
Vacía en una hoja todo lo que debes hacer
Escribir tus deberes, responsabilidades y quehaceres en una hoja en blanco o en un documento de texto en tu organizador, te ayudará a ver “la fotografía completa”, lo que te permitirá observar todas tus responsabilidades juntas y empezar a asignarles el tiempo de dedicación en horas competentes. Se verá muy fácil, al principio, pero vaciar en una hoja las cosas que debes hacer es un método sumamente útil para evitar que se te olvide algo o sub-utilizar tu tiempo en otras cosas.
Prioriza qué es más importante
Una que vez estés claro de todos tus deberes, para asignar tiempo dentro de tu agenda es primordial establecer prioridades entre responsabilidades, esto te ayuda a medir las dimensiones de tus minutos con base en, fechas de entrega, actualización de información y otros aspectos importantes. Recuerda tomar en cuenta todos los aspectos y características de aquellos elementos de tu agenda, con la finalidad de poder asignarles la cantidad de espacio indicado.
Organiza tu tiempo diario, semanal y mensual
La planificación del corto mediano y largo plazo es fundamental para la estructuración y reestructuración de tu tiempo, tener los momentos organizados te ayudará no solo a optimizar tu tiempo, sino que además, podrás flexibilizarte y hacer eficiente tu agenda ante nuevas responsabilidades o percances inesperados que, sin duda, podrán aparecer.
Coloca cada actividad en su espacio correspondiente
Todos los deberes tienen características que los definen y determinan a un tiempo y espacio, por ejemplo, no pretendas ir al banco o hacer tu almuerzo a las 2 de la mañana, porque simboliza que estás utilizando tu tiempo para dormir en algo puedes hacer luego. Por ende, una vez hayas establecido prioridades y organizado tu tiempo en plazos o etapas, toma en consideración las características de tu agenda que condicionan ciertas tareas, una vez identificadas, asígnale un espacio propicio para ellas.
No olvides apartar tiempo para ti
Como mencionamos al inicio de esta nota, invertir tiempo en ti, es fundamental, y además, del alto nivel de prioridad, recuerda que tu agenda debe asignar tiempo a tu formación personal, recreación y momentos para compartir, esto ayudará a que lleves todas tus responsabilidades más eficientemente y bajo un esquema de control y paz.