“Han creado un perfil falso en una red social con mis datos”, “Alguien me está acosando en la red”, “Están utilizando una imagen fotográfica para desprestigiarme”; normalmente son casos que hemos escuchado en familiares, amigos, conocidos o compañeros de trabajo.
Ciberbullying o ciberacoso es un tema muy tocado en nuestra sociedad de la era digital. Las amenazas, agresiones y persecuciones trascienden barreras, pasando de un ámbito personal a uno virtual en el que resulta mucho más difícil defenderse de él o de los acosadores.
Los jóvenes son la población más vulnerable a este tipo de acoso. Esto se debe en gran parte a que la información muy personal sobre nuestras vidas: escuela, familia, hobbies, empleo; se encuentra colgada en cualquier tipo de red social en la web. Es prioritario ser cautelosos a la hora de compartir en redes nuestra información como: videos, fotografías, textos, etc.
Las redes sociales son el boom del momento, la configuración de privacidad en ellas es muy importante, ya sean: Facebook, Twitter, Instagram, Linkedin, Tumblr, Flickr o cualquier otra; deben estar sujetas a normas o patrones que permitan tener los datos importantes de forma segura, que no sean accesibles a terceras personas que puedan utilizarlos para perjuicio contra uno.
Los motivos de acoso por parte del agresor varían según su víctima: envidia, atracción personal, desamor, rencor, broma, entre otros. El ciberagresor en la mayoría de las ocasiones es una persona común y corriente que se esconde en el anonimato, siendo mucho más difícil o complicado para el ciberagredido saber contra quien debe defenderse. Puesto que puede ser una persona de su mismo barrio, escuela, trabajo, amigo o incluso de su propia familia.
La mayoría de las victimas prefieren callar lo que están viviendo, muchas veces por temor a ser cuestionados sobre el ¿por qué está sucediéndole eso? o por miedo a que el victimario cumpla sus amenazas si se llega a descubrir quién es él. Decidiendo a atentar no solo contra el ciberacosado sino contra toda su familia o sus seres queridos.
Un ciberacosador no solo se vale de las redes sociales para intimidar a sus víctimas, también logra hacerlo mediante llamadas telefónicas, mensajes de texto por móvil, correo electrónico o cualquier otro medio. El objetivo que él busca siempre, es desestabilizar a sus víctimas, generarles temor y hacerlos vivir en caos continuo. Logrando así que el ciberacosado deje todo, su trabajo, escuela, familia, noviazgo, etc. Encontrándose en un mundo sin salida, en el cual la única opción termina siendo en los casos más fatales acabar con su propia vida.
Una persona acosada virtualmente suele presentar ciertos síntomas; rehusarse a desarrollar actividades habituales como: salir, dialogar, comer, dormir, etc. De un momento a otro la conducta cambia y sus pensamientos también, volviéndose hermético.
¿Cómo brindar ayuda a una persona que vive en la situación de ciberacoso? en primer lugar, es realmente necesario que el sujeto afectado manifieste lo que está pasando, para así proceder a brindar pronta solución. Los adolescentes muy poco manejan una relación de confianza mutua con sus padres, por ende suele ser muy complicado para un padre de familia saber que está pasando en la vida de su hijo.
Un padre puede tratar de prevenir estos hechos dialogando con su hijos y explicándoles ciertos cuidados que se deben tener en el mundo virtual con la información personal, recomendar no agregar ni ofrecer información personal a individuos de procedencia desconocida en la red. De igual forma conocer quiénes son los amigos, conocidos y personas con los que más entablan relación nuestros hijos en las redes sociales. Estar al tanto del horario de llamadas, comportamiento y reacciones del adolecente o joven ante tal situación extraña. Mantener una excelente relación de confianza familiar es un gran paso para evitar muchas circunstancias.
Cuando se logra conocer al ciberagresor es mucho más fácil tomar medidas en cuanto al caso, puede ser un compañero de escuela, universidad, trabajo, familiar o incluso un supuesto amigo.
¿Cómo tratar de frenar el ciberacoso en las escuelas? en la etapa escolar los docentes y cuerpo psicopedagógico juegan un papel importante para tratar de evitar estas realidades. Las charlas educativas, campañas de sensibilización, inculcación de los valores hacen que disminuyan en pequeña parte las tentativas de ciberacoso. Recordemos que desde un texto escrito, una fotografía, un video que llegue a manos indebidas puede causarnos mucho daño.
Denunciar ante las autoridades la situación de acosamiento cibernético es un primer paso. No se puede vivir sometido a una persona que intenta acabar con los sueños, metas y proyectos de alguien. Todos merecemos respeto y ser tratados con dignidad. Somos seres humanos con sentimientos, no máquinas ni títeres; no se puede ser pasivo y permitir que nuestra vida se vea sometida a la voluntad de un ciberagresor.
Escritor: LIZ MARY HERNÁNDEZ ARTEAGA