Clubes de conversación: la mejor forma de perder el miedo a hablar

Desde el año 2008, quienes desean practicar y perfeccionar el aprendizaje de un segundo idioma han encontrado una nueva alternativa para lograr su objetivo y, lo mejor, mientras comparten un rato agradable.

Todo comenzó, recuerda Alejandro Blanco, gerente de ‘Prácticas en la ciudad’, con metodologías informales en donde “hablantes nativos, especialmente de lengua inglesa, fueron organizándose en restaurantes, panaderías y otros negocios locales con el fin de mejorar su nivel de inglés. Luego de la expansión de las redes sociales y el apoyo de las universidades locales esta idea de los clubes de idiomas se fue haciendo más popular en la ciudad”.

Hoy, existen grupos en diferentes lugares de la ciudad y otros que han surgido al interior de las universidades como apoyo para los cursos de extensión de segunda lengua, donde los estudiantes pueden reunirse bajo la guía de un docente. El objetivo es el mismo: intercambiar ideas, reforzar sus conocimientos sobre pronunciación, gramática o conocer nuevas expresiones características de la lengua.

Algunos clubes promueven una estructura formal, a partir de tres niveles (de ahí que se requiera una prueba de clasificación para ingresar): “básico, intermedio y avanzado; con seguimiento al progreso, realizado por los mismos hablantes nativos o encargados del instituto”, afirma Michael Mack, docente preparador para el examen Toefl.

Los interesados en los clubes libres son convocados a través de Internet, por lo que las redes sociales se han convertido en las verdaderas promotoras de esta tendencia, y existen listas de correos con organizaciones como Couchsurfing, www.practicaenlaciudad.com, ‘Gringo’s Tuesdays’o ‘The English Conversation Club’, en donde el único requisito es querer mejorar su segundo o tercer idioma y hablar todo el tiempo en este.

Al interior de la U

En concepto de Jair Ayala Zárate, coordinador del Centro de Lenguas de la Universidad de La Salle, los clubes de conversación con hablantes nativos son importantes “porque permiten desarrollar procesos de aprendizaje más significativos, ya que conllevan un acercamiento desde la lengua a aspectos culturales que no se pueden evidenciar por parte de docentes colombianos; además, al desarrollarse en ambientes más distensionados la producción de los estudiantes no está limitada por las condiciones disciplinares de la clase o por la presión académica sino que se tiene una mayor libertad de expresión y el alumno comienza a perder el temor al error”.

Ya en el contexto de las universidades e instituciones educativas de enseñanza de idiomas, estos clubes van de la mano con los aspectos formales del aprendizaje de la lengua; esto significa que se organizan de acuerdo con los contenidos curriculares de cada programa y se ofrecen en diferentes horarios y espacios, para que puedan acceder diferentes poblaciones.

En consecuencia, el desarrollo de estos clubes con metodología basada en el diálogo constante debe fructificar en las clases, logrando que el estudiante pueda entender a un nativo y hacerse entender fluidamente en una segunda lengua, venciendo su temor a hablar y mejorando notablemente en su proceso de aprendizaje.

Lo ideal, según Zarate, es desarrollar temas que permitan involucrar a los estudiantes en la práctica y a quienes tienen un nivel inferior se les sugiere asistir a sesiones personalizadas de media hora, a manera de tutoría, con el fin de darles la posibilidad de mejorar su nivel de competencia comunicativa en la lengua e irse motivando a hablar con más propiedad.

Algunas opciones:

Estos son algunos clubes de conversación que ofrece la ciudad, recomendados por expertos y conocedores del tema:

http://www.practicaenlaciudad.com/conversatorios-gratis con sesiones los sábados de 5 a 7 de la noche. Sus puntos de reunión pueden variar, pero el más común es el Dokin Donuts en el centro Comercial Avenida Chile, en el sector de Chapinero.

http://www.facebook.com/gringotuesday’s: Este club se reúne todos los martes de 6 a 8 de la noche, en el Bar la Villa, ubicado en la zona Rosa. Además de inglés, también ofrece sesiones de prácticas en francés, portugués y alemán, entre otros idiomas.

‘English Club Conversation’: Suelen reunirse en la Biblioteca Virgilio Barco o en el bar Morfeo, de la calle 45 con 7. Lo integran únicamente hablantes avanzados.

Escritor: Angel Galindo