¿CÓMO CAMBIAR LOS HÁBITOS Y LA ACTITUD FRENTE A LA ESCRITURA? ¿CÓMO ESCRIBIR EN EL POSGRADO?

¿CÓMO CAMBIAR LOS HÁBITOS Y LA ACTITUD FRENTE A LA ESCRITURA? ¿CÓMO ESCRIBIR EN EL POSGRADO?

AUTOR: CARLOS ANDRÉS MORALES CASTRO

El temor que genera una hoja en blanco podría ser definido como una de aquellas sensaciones indescriptibles que habitualmente llega a experimentar el ser humano y que adquiere relevancia cuando se está cursando un posgrado, en donde se hace inminente la necesidad de la escritura, al requerirse de sus implicaciones en el proceso de investigación y, por ende, en la producción de conocimiento. Este escrito presenta una reflexión sobre la escritura académica, la cual se fundamenta en los siguientes interrogantes: ¿cómo cambiar los hábitos y la actitud frente a la escritura?, ¿cómo escribir académicamente?

Analizando la situación a fondo y desde lo que puede llegar a ser su origen, se hace inminente reformular las políticas educativas en lo que compete a la cultura de la investigación y a la enseñanza de la lectoescritura, desde los primeros años de la infancia. De igual manera, se requieren cambios en los paradigmas que rigen a los docentes, en todos los niveles educativos, de tal forma que la lectura y escritura no sean asumidas como responsabilidad exclusiva de la asignatura Lengua Castellana y/o resulten siendo abordadas como castigos o estrategias para reprimir a los estudiantes, sino que, por el contrario, motiven e incentiven estos procesos para que sean asumidos como parte de la vida, permitiendo y facilitando el desarrollo de la creatividad, la exploración del mundo y la construcción de conocimiento. De acuerdo con Carlino (2004), se necesita repasar las condiciones pedagógicas en que se le pide escribir a los alumnos, tener en cuenta los tiempos que se dan y que suelen limitar, las herramientas que se ofrecen, la información de retorno que se provee y las condiciones brindadas para que haya reescritura y el proceso no sea solo comunicativo.

Autores, como Arnoux et al. (2004), destacan la importancia de los procesos colaborativos en la elaboración de la tesis (incluyendo la fase de pensarla y escribirla), pues ayudan a pensar en cuestiones de método y escritura, pudiendo presentarse en forma de asesoría, seminario de tesis y/o taller de escritura, entre otros. Éstos permiten la adopción de distancia crítica respecto del propio escrito, el aprovechamiento práctico de las herramientas teórico–conceptuales incorporadas y el reconocimiento de los lugares donde debe concentrarse la atención en el proceso de escritura.

Éste proceso colaborativo resulta bastante oportuno y pertinente, ya que puede evitar que los estudiantes caigan en fases de letargo, ocasionadas por la angustia y los bloqueos propios de esta parte de la investigación. Además, tener la posibilidad de que los textos sean leídos por otros, que hagan parte del contexto de la escritura, permite que sus impresiones reorienten el escrito, se cumpla con el propósito y, principalmente, se tenga en cuenta al lector, pues es necesario acomodar los escritos a las necesidades informativas de la audiencia.

En este punto, resulta relevante resaltar las estrategias cognitivas para la escritura propuestas por Cassany (s.f., diapositiva 13), las cuales exigen conocer el tipo de texto que se desea escribir y dominar el código, para desarrollar cuatro etapas. La primera consiste en analizar el contexto, lo cual implica hacer un estudio del lector, imaginarse el problema retórico, hacer un proyecto de texto, establecer un plan y desarrollar un enunciado.

Por su parte, la segunda fase se enfoca en generar ideas, utilizando herramientas como el torbellino de ideas, la escritura automática, la exploración de problemas, las palabras clave y los mapas de ideas. Entre tanto, la tercera etapa le apunta a textualizar, revelando el propósito y la estructura, marcando visualmente la prosa y concentrándose en aspectos parciales. Finalmente, la cuarta fase que recomienda este autor es la de evaluar, diagnosticar y operar, oralizando, simulando reacciones, aplicando pautas, revisando la parte gramatical (lo cual debe dejarse siempre para el final), encargándose de la legibilidad y coherencia, amenizando el texto para los lectores (con subtítulos, imágenes, etc.), buscando la economía del documento (haciendo elipsis, por ejemplo) y reestructurando el escrito, que es cuando se puede llegar a producir conocimiento.

Otras recomendaciones, importantes al momento de escribir la tesis, hacen referencia a conocer y emplear adecuadamente normas para la elaboración y presentación de trabajos escritos, como las APA, para no incurrir en inconvenientes de forma y/o de plagio; asistir a congresos que fortalezcan los conocimientos del escritor y lo orienten en su proceso de construcción de saberes; escribir todas las ideas que surjan, pues eso ocurre en los momentos menos esperados y poco a poco van estructurando los textos; no permitir que el proceso se vuelva mecánico; ni dejarse llevar ciegamente por lo que plantean los autores consultados, pues se corre el riesgo de que el texto termine siendo una simple recopilación de información ya producida por otros.

De igual manera, es importante no dejar que los textos se endurezcan y mueran en el momento en que tocan el papel o son digitados, pues estos son una oportunidad para descartar ideas y producir conocimiento, de modo que la escritura no se puede limitar a ser una herramienta para comunicar una investigación, sino que realmente debe ser parte de ella. 1

REFERENCIAS
Arnoux, E., Borsinger, A., Carlino, P., Di Stefano, M., Pereira, C., & Silvestre, A. (2004). La intervención pedagógica en el proceso de escritura de tesis de posgrado. Instituto de Lingüística – Universidad de Buenos Aires.

Carlino, P. (2004). El proceso de escritura académica: Cuatro dificultades de la enseñanza universitaria. EDUCERE – Artículos arbitrados – ISSN: 1316-4910 – Año 8, N° 26 – Julio, Agosto, Septiembre, 2004 – p. 321 – 327. Argentina, CONICET – Universidad de Buenos Aires.

Cassany, D. (s.f.). Enseñanza de la escritura: orientaciones y práctica. Disponible en Internet: http://www.slideshare.net/hans1982/daniel-cassany-escritura-presentation [citado en 14 abril de 2012].

1 Resulta pertinente aclarar que no es válido afirmar que se escribe antes o después de la investigación, pues la escritura académica hace parte de este proceso, ya que permite poner al autor de frente con sus ideas para que las pueda reconstruir y producir el nuevo conocimiento.