Concepto de Estrategia

El concepto de estrategia ha sido ampliamente debatido, y a simple vista no se aprecia un consenso sobre su definición, probablemente este resultado se debe a la evolución misma del concepto, y los contextos bajo los cuales este se ha desarrollado; es por ello que se pueden encontrar definiciones que abarcan un énfasis particular en una variable o agregan variables su definición para ampliar el análisis.

Si nos referimos a la definición etimológica del concepto de estrategia se deriva de la composición de los términos griegos: Stratos (“ejército”) y agein (“conductor”, “guía”), asimismo también puede relacionarse con el término griego “estrategama”, estos conceptos tenía como marco de referencia un contexto militar y político; y bajo el mismo la estrategia se podría definir como: “la lucha o juego entre contrarios para alcanzar un objetivo o satisfacer intereses, haciendo un uso eficaz de los recursos”.

Posteriormente, en 1947 el concepto fue introducido en campo económico por Von Newman y Morgerstern, quienes a través de la teoría de juegos buscan explorar el comportamiento de los jugadores, donde los mismos en aras de maximizar su utilidad toman decisiones racionales con base a la información que cada uno dispone, es por ello que definirían “la estrategia empresarial como la serie de actos que ejecuta la empresa, los cuales son seleccionados de acuerdo con una situación concreta”

Teniendo en cuenta las definiciones dadas anteriormente podemos apreciar que la definición del concepto de estrategia se enmarca dentro de ciertos elementos comunes:

  • Delimita su construcción partiendo de dos aspectos: la misión de la organización (“saber-hacer”), y la proyección de futuro de la misma (su visión).
  • Se manifiesta como una orientación, guía ó direccionamiento claro, estructurado por medio del establecimiento de objetivos, planes de acciones y metas, para aquella misión y visión propuesta de la organización.
  • Para su construcción se hace referencia a un horizonte de tiempo, generalmente el largo plazo, aunque no se dejan de lado las consideraciones para el corto y mediano plazo.
  • Se requiere de la comprensión e interpretación del entorno tanto interno como externo, y cuya interpretación permitirá la creación de valor para sus accionistas, empleados y sociedad. Cuando se habla del entorno interno se refiere a la estructura interna, la asignación de recursos y la comprensión de las sinergias entre las actividades de la organización, y el externo se caracterizara por los cambios, la incertidumbre, los gustos de los consumidores, y todo aquello que afecte la industria o sector donde se desarrolla la organización.

 

  • Y por último la consistencia entre las acciones y coordinación de todos los elementos mencionados anteriormente.