CONTEMPORANEIDAD Y LATINOAMERICA?

Tres de cada cuatro niños que actualmente cursan jardín, tendrán profesiones que aún no han sido inventadas. Los estudiantes recién admitidos a la universidad han estado más de 20.000 horas en línea y han visto más de 10.000 videos. Una persona promedio recibe de 3.000 a 5.000 mensajes publicitarios por día. Según la UNESCO, en los próximos 30 años se van a graduar más personas del sistema educativo que desde el principio de la historia.

Por otro lado, está comprobado que la capacidad de concentración empieza a disminuir drásticamente después de veinte minutos. La crucial transformación sociocultural que está viviendo el mundo en este preciso momento no podía estar aislada del arte. Este fenómeno esta transformando tanto la forma de enseñar como la forma de producir danza. Así pues, es nuestra responsabilidad detenernos un momento para tomar conciencia sobre el cambio de nuestro que hacer diario, empezar a formular preguntas sobre cómo queremos dejarnos afectar, hasta qué punto y cómo vamos a responder desde la creación. Cada uno de los hechos que mencioné en principio, entre muchos otros, me hace sentir responsable de compartir en este congreso, más que mi trabajo como investigadora y creadora, las preocupaciones y afanes que me mueven a tomar ciertas decisiones en mis procesos de trabajo; creo que más importante que mi respuesta personal a estos asuntos, es exponer los retos a los que nos enfrentamos como artistas latinoamericanos y las actuales dinámicas mundiales que enmarcan nuestra labor de creadores.

Los avances tecnológicos de los últimos 20 años están re significando la interacción de la humanidad con su entorno, un cambio tan importante en dichas relaciones afecta las dinámicas internas en cualquier sistema que hayamos conocido hasta ahora, y generará otras nuevas para las que debemos empezar a prepararnos. Por supuesto la danza no podía ser la excepción. s se empezaron a comercializar las cámaras de video caseras, y se pudo producir video arte y cine independiente, como en el caso de los artistas Nam June Paik y Bruce Nauman (por nombrar solo algunos), y teniendo en cuenta que hoy en día es posible encontrar en Youtube obras completas de los más reconocidos ballets y compañías del mundo, podemos afirmar que estamos siendo parte de un enorme fenómeno de democratización del arte, que ha llegado y va a seguir transformando no solo el consumo, sino también la producción de las puestas en escena.

Siendo esto un hecho, ¿por qué parece que no estamos reaccionando? ¿Por qué seguimos produciendo tipos de danza exclusivos, diseñados para escenariosconvencionales? Uno de los conceptos mas importantes del siglo XX es el de Globalización, y dejando a un lado sus obvias consecuencias políticas y económicas, podemos ver cómo se refleja en las relaciones entre disciplinas, el lenguaje, las dinámicas académicas y escénicas, por nombrar solo unas cuantas. Así como en el siglo XIX la tarea de la Industrialización fue separar, clasificar sistemáticamente todo cuanto conocíamos, parece que nuestra época responde a esas divisiones solicitando un diálogo que difumine las fronteras.

Es por esto que el docente actual está dejando de ser el absoluto transmisor de conocimientos para pasar a ser paulatinamente un mediador, un facilitador de fuentes de conocimiento y acompañante en el proceso de aprendizaje. En este mismo sentido, las figuras absolutas de la danza también están cambiando. Las compañías están dejando de ser un determinado número de personas que llega a un lugar haciendo cierto número de funciones y luego desaparecer, para empezar a ser comunidades de reflexión cada vez más conscientes de cómo pueden afectar las formas de relación con el entorno que tiene su audiencia.

Escritor:  DIANY LORENA GARNICA