Contradicciones en el trabajo del educador

El modelo de justicia social tiene sus orígenes en el siglo XIX, durante el auge de las sociedades industriales. Argumentó, en contraste con el modelo anterior de la caridad, una justicia distributiva entre toda la gente que hizo una alianza con el objetivo de mantener la cohesión social. Es a partir de este momento donde empiezan a surgir las profesiones sociales, que fueron identificadas con el campo de la necesidad, los déficits y problemas sociales y educación social.

Al final del siglo XX comenzará a producir un gran número de cambios en las sociedades, ocurre en una sociedad postindustrial a una sociedad de tecnologías de información y comunicación (SIC), que genera cambios en las relaciones interpersonales.

Esta empresa es un productor de la individualidad, y da una socialización paradójica, donde está la más avanzada forma de socialización esta individualidad (Beck, 2003).

La sociedad, y más concretamente a la ideología dominante, es quien determina lo que es normal y lo anormal. Al mismo tiempo las relaciones humanas están definidas por las normas, que están involucrados en la creación de individualidades como comparamos uno con el otro en cuanto a los actos y comportamientos.

La educación social tiene como objetivo el desarrollo de la sociabilidad y la promoción cultural y social con el fin de incluir a las personas en los mecanismos de participación social, pero no escapa a esta clase control y política, que son elementos esenciales en la intervención educativa.

Según J.L. Rebellato hay valores que están en juego en las prácticas de la educadora social. El educador no se comporta nunca neutral, se proyectaron sus acciones con una ética China, metodológica y pedagógica. El educador social debe basarse en un proceso de construcción colectiva de normas y valores.

Social de educadores y profesionales de la educación basan sus acciones en estas reglas, determinado por la empresa y el cumplimiento y seguimiento de los cuales le permiten «adaptarse» a la realidad social. También es destacable el papel de control de estas acciones/intervenciones, que como dice Foucault no aparece en el discurso de educación social porque no se incluye en la preparación de esta.Por lo tanto, el proceso educativo ejercitado por educadores sociales acerca de los usuarios responden a una relación tanto como los reglamentos de control, puesto que sus acciones se pretenden integrar a la persona dentro del sistema social que se desarrolla, que se determina por tanto las reglas explícitas e implícitas- y que están vinculados a una idea de control, ningún seguimiento/logro que conducirá a un fracaso en la intervención.

Controlar como se justifica una disciplina para el logro de un hito, donde por medio de reglas de llegar a la consecución de la igualdad de oportunidades para todos los individuos, hay no excluida, pero inadaptados. Los mecanismos de control son necesarios para poder hablar de los excluidos y su transformación.

Autor:

Significado y función de la Educación Social hoy

Anna Espùnya Juarez

Anna Solanas Rodríguez

Josep Mas Giménez

Isabel Matas Navarro

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