DESARROLLO DEL PENSAMIENTO

Como producto de la cultura, los seres humanos, no podemos desligarnos del contexto social en el cual nos corresponde desarrollarnos y vivir, la forma de pensar, de actuar, de sentir, de expresarnos, es un reflejo de nuestra historia y de lo que la sociedad nos enseña e inculca. La educación juega un papel muy importante en los procesos de inculcación, ya sea desde espacios escolarizados o no, de manera formal o informal: cada uno de sus formatos lleva inmersa una pedagogía y subyacentes concepciones de: ser persona (hombre o mujer), que pensar, como pensar, y hasta donde pensar, ella orienta sus estrategias y ámbitos de socialización de acuerdo a su idea de ser humano, ser ciudadano, ser conciudadano, ser sociedad.

A lo largo de toda existencia, las improntas dadas en todos los espacios de socialización, las que se viven en todas las situaciones sociales, entre las cuales cobra especial relevancia el estamento escolar, dejan indelebles marcas vigentes. Al analizar aspectos educativos como un telón de fondo donde se perciben vivencias y experiencias que muestran unas determinadas maneras de pensar y de leer el mundo, procesos cognoscitivos y competencias lectoras, aspectos cotidianos y pensamiento habitual, como elementos significativos en la evolución de procesos mentales; integrando el conocimiento escolar con el conocimiento de la vida cotidiana lo cual se conjuga en el entendimiento de la institución escolar como retazo de la vida, elementos de una misma instancia: la existencia.

En la educación se concibe la posibilidad y la obligación de crear espacios para la esperanza y el desarrollo, para la criticidad y la proposición, para gestar cambios sociales y conciencia de nación, para crecer como individuos y como sociedad, en fin para evolucionar como individuos y como colectivo en cuyo imaginario las ideas de justicia, de igualdad de opciones, interacción como fuente de conocimiento y educación como transformación social, están presentes y motivan sus actos, es por ellos que en algunos seres se muestran diversos caminos y estadios de conciencia frente a la educación de la que son actores, receptores, participes y constructores. Los seres humanos mirando hacia su propio interior como espacio constitutivo de si mismo y como instancia dadora de significados auto motivadores, ven en la educación la posibilidad de ser personas mas acordes al sentido de lo humano, como cooperadores y corresponsales de su devenir, de su bienestar y de su proyección futura en lo individual y en lo social.

De la misma manera que en las mentes de los estudiantes circulan diversas concepciones sobre su educación, en las cuales se patentizan sus intereses y otros intereses. La educación es una respuesta a la in conclusión, a la búsqueda de completad, ella se posibilita porque el ser humano se siente y mira como ser inacabado, entonces recurre a la curiosidad, a la pregunta: la educación, por tanto implica una búsqueda realizada por un sujeto que es el hombre. El hombre debe ser sujeto de su propia educación. No puede ser objeto de ella. Según esto, nadie educa a nadie. Por otra parte, la búsqueda debe ser de algo y debe traducirse en ser mas: es una búsqueda permanente de si mismo. Esto remite a la urgencia del desarrollo de una conciencia critica que incite a transformar la propia realidad, a contestarse con respecto a los desafíos del presente, de su mundo y del mundo, a temporalizarse en los espacios geográficos e ir construyendo el futuro y a la interacción con otras personas.

Muchos estudios se han realizado a cerca de la necesidad de convencer a los alumnos para que aprendan a analizar la información, a hacer investigación, resuelvan problemas y tomen decisiones; sin embargo a sido muy difícil conseguirlo, ya que esta meta no ha sido alcanzada, hacerlos pensar de manera critica, comunicarse de manera efectiva y solucionar todos los problemas. Esta ha sido la mayor preocupación de los docentes a cerca del desarrollo de las habilidades del pensamiento; donde los alumnos demuestran incompetencia en gran porcentaje para cumplir con las exigencias de los centros educativos.

Autor: Gloria Patricia Pérez Saavedra